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Soltó un suspiro pesado, caminando detrás de su amigo. Odiaba el hecho de que había faltado a su propia promesa de cuidarlo, se la pasó toda la noche con sus propios amigos que en ningún momento había pasado por su mente volver a buscarlo. Oh, porque sí que lo intentó por un buen rato, rindiéndose luego de no encontrarlo por ninguna parte. Tal vez había decidido irse a su casa, fue lo que Taehyung pensó, pero lo había encontrado esa misma tarde, aún durmiendo en una de las habitaciones.

Ya todos se habían ido en la madrugada, quedando sólo su grupo de amigos, novia y él en su casa. La resaca fue terrible cuando despertaron cerca de las tres de la tarde y nunca se había esperado que Jimin también estaba allí.

Jimin volvió a mirarlo y rodó los ojos al encontrarse la misma expresión de arrepentimiento en él. Taehyung insistía en pedirle disculpas mientras lo acompañaba a su casa.

- Ya te dije que no hay nada que perdonar- le dijo él, deteniéndose por unos segundos en un cruce de calle.

- Debería de haber buscado mejor- siguió diciendo Kim- Nunca se me ocurrió buscarte en la sala de juegos. ¿Por qué no fuiste a dormir en una cama y no en ese sofá tan incómodo?

- Estaba demasiado cansado para buscar una cama.

La verdad sea dicha, Jimin había despertado totalmente desorientado, al punto de no saber cómo es que había terminado en la casa de su amigo. Y, contra todo pronóstico, no quiso preocupar de más a su amigo, suficiente se había estado torturando todo el camino.

Pero no podía evitar sentir siento temor sobre la noche anterior. ¿Había bebido tanto? No era usual en él, no le gustaba justamente esta sensación de no recordar absolutamente nada y la resaca era terrible. Sólo que esta vez no sólo tenía que lidiar con un dolor de cabeza y ganas de seguir vomitando, porque ya lo había hecho una vez despertó, sino que sentía su cuerpo adolorido como si hubiera corrido una maratón, casi como si hubiera sido aplastado por un camión.

Tal vez Taehyung tenía razón al decirle que aquel sofá no era muy cómodo.

Cuando se despidió de él, entró a su casa con la idea de darse un largo baño, lo suficientemente largo como para relajar sus músculos, y después dormir por horas para recuperarse. Pero todo eso desapareció de su mente cuando se encontró a su familia en la sala. Su madre giró su rostro hacia él, tan fastidiada como últimamente solía estar.

- Al fin nos honras con tu presencia- expresó ella con sarcasmo. Y no había cosa que Jimin odiara más que el sarcasmo; si tenía algo que decir, pues que lo hagan clara y directamente y no a través de palabras ambiguas. Yuri se puso de pie, alisando aquel vestido que guardaba para ocaciones especiales, y Jimin se vio más confuso por ello- ¿Qué haces ahí parado? Ve a cambiarte.

Les dirigió una rápida mirada a su padre y hermano para encontrarse con lo mismo. Ambos vestían con sus mejores atuendos, lo poco que podían permitirse teniendo en cuenta su estado económico, con la simple diferencia en sus expresiones. Mientras que su hermano mayor evitaba mirarlo a los ojos a la misma vez que movía su pie incesantemente contra el suelo y verificaba la hora cada pocos segundos, su padre no parecía tan molesto como su madre lo hacía. Él sólo tenía un aspecto más cansador.

No pudo evitar preguntarse si él era el culpable de aquello.

- Dejé tu ropa preparada sobre la cama. Y date una ducha, ¿quieres? Apestas a alcohol- Yuri hizo una mueca al pasar al lado de él, y Jimin no tenía que preguntar porque él mismo era capaz de oler el alcohol y humo de tabaco en su propia ropa.

- No recordaba que teníamos planes...- Jimin murmuró hacia nadie en especial. Y si su madre ya se veía molesta, aquello terminó por enfurecerla.

Yᴏᴜɴɢ ᴀɴᴅ Bᴇᴀᴜᴛɪғᴜʟ // KᴏᴏᴋᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora