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- Salió bastante bien, ¿no crees?- la voz de su padre estaba cargada de entusiasmo, sonriendo desde su lugar en la cocina- Comienzo a pensar que voy a ser ascendido más pronto de lo que creía.

- Oh, eso sería grandioso- le respondió su esposa, ambos preparando el desayuno para comenzar el día. La mujer le sonrió apenas, frotando su mano en la espalda del hombre de manera cariñosa- Pero no nos ilusionemos, ¿mh? Eres nuevo en la empresa, es normal que aún no vean tu potencial.

El hombre asintió, cayendo en cuenta- Es que tendrías que haberlos escuchado. Parecían tan interesados en las nuevas propuestas que preparamos con mi equipo. Incluso Seokjin se mostró interesado, y sabes que él es una persona seria y fría.

Jimin tragó con dificultad al por fin comprender de qué estaban hablando sus padres, no pasando desapercibido el escalofrío que le recorrió al recordar lo sucedido hace unas noches. Agudizó su oído, tratando de prestar más atención a sus palabras mientras alimentaba con una pequeña cuchara a su hermano menor desde el comedor.

- ¿Es así?- murmuró ella, girando con una espátula uno de los hot cakes- Tal vez esté exagerando, pero él parece ser alguien bastante intimidante. Al igual que el otro muchacho. ¿Cómo es que se llama?

- ¿Jeon Jungkook?

Ella asintió- Ese mismo. Namjoon es tan carismático y conversador. Pero los otros dos. No lo sé- sus labios formaron una línea, sacudiendo su cabeza porque tal vez estaba exagerando, pero nunca había visto unas expresiones tan frías y calculadoras como... Giró su rostro, observando cómo Jimin le daba de comer torpemente al infante. Ahora que lo pensaba con detenimiento, sí que había notado cierta familiaridad en las actitudes de aquellos hombres.

Su esposo rió entredientes y rodeó con su brazo los hombros de ella- Es sólo que no estamos acostumbrados a que mis jefes sean menores que yo. Cuando cenemos con ellos, verás que son buenas personas.

La mujer se giró hacia él con su ceño fruncido- ¿Qué quieres decir?

- Bueno, no pusieron una fecha. Pero dijeron implícitamente que les gustaría cenar con nosotros en otra oportunidad. ¿Escuchaste eso, Jimin?- asomó su cabeza para sonreírle al pelirosa- Todos nosotros tenemos una próxima cena con mis jefes- comentó con felicidad, ignorando la reacción del chico para volverse a cocinar.

Nunca le había pasado algo parecido. Cada vez que salía, más bien se escapaba de casa, solía conseguir la compañía de otro hombre fácilmente. No le daba demasiadas vueltas al asunto sino que era directo y conciso. Un par de palabras, algunos tragos de por medio, y pronto estaba en el baño del bar, en el coche del desconocido, en la habitación de un motel siendo follado. No era una persona tímida. Pero lo de esa anoche...

Lo de esa noche era algo que todavía no le encontraba explicación. El por qué había reaccionado de la manera en la que lo hizo. El por qué simplemente se había quedado de pie sin cruzar palabra con los desconocidos. Pero había algo que sí sabía con certeza.

Lo que sea que había sentido, porque estaba seguro de que algo sintió allí, quería más.

Joder, si es que la imagen de ellos tres no había abandonado su mente. Recreando la escena en su cabeza más veces de lo que le gustaría.

Y es que estaba casi seguro de haber soñado con esos ojos. O tal vez sólo era la sensación abrasadora de haber sido contemplado de tal manera lo que hacía recordar vividamente una y otra vez aquel encuentro.

No era algo de lo que se sentía orgulloso, pero estuvo distraído el resto de la mañana reflexionando sobre el asunto. Incluso llegó a pensar que algo estaba oprimiendo su pecho, y fue tan extraña la sensación y tan abrumadora que tuvo que escaparse de clases para ir hacia el baño y tratar de tranquilizarse.

Yᴏᴜɴɢ ᴀɴᴅ Bᴇᴀᴜᴛɪғᴜʟ // KᴏᴏᴋᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora