⊱ 04 ⊰

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—Me contaron que has estado saliendo con el chico nuevo— dijo Felix tras posarse frente a mí, cerró mi casillero y su expresión de completa seriedad cubrió su rostro. —Dime todo o no te dejaré en paz.

—¿Qué debo de decir? — elevé la mirada de mi cuaderno —No hay nada que contar.

—¿No hay nada que contar? — repitió la pregunta con incredulidad. —Yo creo que sí y me molesta el hecho de que no me lo quieras contar. Minho, me encantaría saber que está sucediendo contigo. Sinceramente creo que ya no nos amas.

"Lo hago porque no tengo otra opción. Lo último que deseo es arrastrarlos a mi propia mierda", pensé con pesadez.

—No estoy huyendo y tampoco los dejé de amar— le aseguré —Por ahora, necesito volver...

Felix me tomó del brazo sin ejercer tanta fuerza con la intención de evitar que pueda escapar de sus garras; evité hacer una mueca de disgusto al sentir el toque sobre la ropa. No puedo negar que he quedado jodido desde aquella noche inolvidable que marcó para siempre mi miserable vida.

—Minho, ¿encontraste a tu predestinado? —me preguntó tras encontrarse con mi mirada que se volvió opaca al escuchar esa absurda pregunta. —¡Quiero ver! — demandó con alegría.

Felix tomó la manga de mi suéter y comenzó a subirla, por lo que el pánico me inundó por completo puesto que no hay ninguna marca porque nunca apareció; empujé a Felix con fuerza y esto provocó que se golpeara la espalda contra los casilleros.

No puedo permitir que se percaten de que soy un ser defectuoso porque eso sería el fin de mi miserable vida; me dejé llevar por el miedo, así que, miré con frialdad a Felix y le advertí con seriedad—: Nunca más te vuelvas a acercar a mí y mucho menos me toques porque no lo dejaré pasar, ¿entendido?

Felix me miró y pude ver la confusión a través de su inocente mirada. —¿Qué ha sucedido contigo, Minho?

—Nada que deba importarte— escupí con desdén.

Me giré de mala gana y comencé a caminar hacia el aula. Lo he hecho porque es la única manera de alejarlos pues no puedo darme el lujo de enredarlos en mis problemas.






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—¡Minho! ¿Dónde estabas? — me giré hacia Taemin y sonreí.

—Tenía algunos asuntos pendientes por resolver— respondí sin darle importancia a lo que dije. —¿Sucede algo?

—¿Qué te parece si vamos a comer juntos? — propuso con alegría tras tomarme del brazo.

—Claro.

Comenzamos a caminar hacia la abarrotada cafetería que se encuentra en uno de los puntos más concurridos del edificio. Taemin me tomó con fuerza con la excusa de que se podría perder si me suelta; decidí ignorar la voz en mi cabeza que me pedía alejarme de ese chico pues en estos momentos no quiero prestar atención a esa voz que siempre me está jodiendo.

Después de tomar nuestras respectivas bandejas con la comida, caminamos a paso rápido hacia una de las mesas que se encuentran a un lado de los grandes ventanales que muestran un cielo nublado. El día es perfecto puesto que no ha parado de llover, el viento fresco agita las hojas de los árboles y estas gustosamente comienzan a danzar.

Taemin tomó una porción de su tarta de fresa en su tenedor y lo dirigió hacia mi sin ocultar una enorme sonrisa que le hace ver atractivo y tierno a la vez.

—Pruébalo. ¡Está delicioso!

Abrí la boca y el pedazo de tarta fue introducido sin objeción de mi parte. Puede parecer estúpido, pero recuerdo la relación que tenía con Jeongin antes de que su predestinado apareciera. Sé que no hablé con él al respecto, pero sentí miedo de ser alejado cruelmente, así que, huí como un cobarde.

—Muy delicioso— le sonreí de vuelta.

—¿Verdad que sí? ¡Me encantó!

Taemin decidió cambiar de asiento, así que, se sentó a mi lado derecho y juntó demasiado la silla hacia la mía.

—Minho...— elevé la mirada hasta encontrarme con la de él.

—¿Qué pasa?

Taemin comenzó a acercar su rostro lentamente hasta quedar a una corta distancia, elevó su mano y pasó su pulgar sobre mis labios mientras relamía los suyos.

"¿Qué se supone que debería de hacer en estos momentos? ¿Alejarme? ¿Besarlo? ¡No tengo ni la menor idea porque ni siquiera tengo la maldita marca!", hice de lado esas preguntas y esperé con paciencia el siguiente movimiento de Taemin.

Nuestros labios estaban a punto de unirse para dar paso a un caluroso beso cuando de pronto sentí como era alejado de Taemin gracias a un fuerte agarre en la parte trasera de mi camisa.

—¡Lee Minho! ¿Qué demonios haces?

Me giré bruscamente hacia Jeongin y me quedé helado al ver su expresión de molestia pura con un toque de sorpresa.

—¿De qué hablas?

—¿Estás seguro de que es tu predestinado? — preguntó tras cruzarse de brazos. —De lo contrario podrías estar cometiendo un gravísimo error.

Rodé los ojos. —¿Eso qué importa?

—¡Importa demasiado! — chilló —Minho, deberías de tomar más en serio esto. No puedes andar besando a todo aquel que se ofrezca como voluntario.

—¿Disculpa? ¿Voluntario? — Taemin se levantó y miró con incredulidad a Jeongin.

—Escuchaste bien, chico bonito.

—¡No soy ningún voluntario! — Taemin me tomó bruscamente del brazo y me giró hacia él. —Tu eres mi predestinado.

—¿Yo?

—¿Él?














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[✐] Capítulo publicado: noviembre 01, 2020.
[✐] Capítulo corregido: mayo 30, 2022.

𝗬𝘂𝗮𝗻𝗳𝗲𝗻 🦋 𝗰𝗵𝗮𝗻𝗵𝗼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora