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—Faltan exactamente dos días— dijo mi amigo tras girarse hacia mí. Sus esperanzas y anhelo están por el cielo. No cabe duda de que está deseoso de encontrar a su predestinado sin importar el tiempo que tarde en llegar. —Estoy demasiado emocionado. Es muy emocionante el hecho de que estamos a nada de encontrar nuestro...

—No me interesa— solté con desinterés tras tomar asiento en el lugar habitual en el salón de clases. —Lo último que deseo es perder el tiempo con esas tonterías que no tienen sentido— bufé —¿Crees que toda esa mierda es real?

—¿Dudas de que es real a pesar de tener contigo la marca del amor? — soltó con ironía tras sentarse a mi lado derecho.

—No estoy dudando. Estoy totalmente seguro de que son mentiras perfectamente bien elaboradas para hacernos creer que realmente existen las parejas predestinadas. ¡Es una completa basura! ¿No lo entiendes? ¡Sé más inteligente!

—Ignoraré por completo las blasfemias que acabas de escupir— rodó los ojos —No olvides nunca el hecho de que encontrarás a tu pareja cuando menos lo esperes— me aseguró.

Le mostré mi dedo medio a modo de respuesta y miré hacia el frente; la aburrida clase estaba por comenzar y no puedo perder el tiempo escuchando esas tonterías que dice Jeongin todo el tiempo. Ese chiquillo es tan tonto que creyó completamente en las palabras que le ha dicho su padre referente a encontrar a tu pareja predestinada al momento de cumplir los veinte años de edad.

Ambos somos amigos desde hace años atrás, sin embargo, lo que más nos une son nuestras diferencias puesto que nos complementamos a la perfección dado que soy mucho más frío y egoísta mientras que él es cariñoso y radiante. No hay ni un solo día en que no tengamos una tonta discusión sin sentido que nos dejará en silencio durante unos minutos y después hablaremos como si no hubiese sucedido nada.

Mientras la clase transcurría miré de reojo hacia mi antebrazo y evité hacer una mueca de completo disgusto.

Había ocultado el hecho de que la marca del amor no había aparecido cuando cumplí los veinte años de edad como según se tiene predicho; omití hablar sobre ello dado que es un tema que me hace sentir terriblemente angustiado, así que comencé a fingir que el amor no tenía importancia puesto que nunca encontraría a mi pareja predestinada, sin embargo, con el paso de los días, me acostumbré por completo a creer que eso era una completa farsa que no necesitaba en mi vida.

Mi madre, mi padre, e inclusive mi hermano mayor, habían encontrado a su pareja a la edad de los veintidós años. La marca del amor apareció cuando cumplieron veinte años de edad, sin embargo, soy el único de la familia que ha salido defectuoso y ni siquiera los doctores saben el motivo.

La clase se dio como finalizada, así que tomé mi mochila tras colocar los libros dentro y salí rápidamente del aula que se estaba volviendo cada vez más pequeña; caminé a paso rápido por el pasillo repleto de estudiantes y me golpeé con algunos de ellos; el hecho de encontrarme con chicos y chicas mostrando orgullosamente su marca del amor me provocó nauseas.

Los recuerdos de aquella noche llegaron a mi mente y me hicieron sentir enfermo y asqueado, por lo que no pude evitar tomar con fuerza las mangas de mi suéter negro mientras intentaba alejarlos, pero es demasiado tarde puesto que cada acción, palabra y toque puedo sentirlo y recordarlo como si estuviese pasando en estos momentos.

—¡Minho! ¡Lee Minho! ¿A dónde crees que vas sin mí? — Jeongin gritaba a todo pulmón desde el otro lado del pasillo mientras intentaba abrirse paso hacia mí ubicación, sin embargo, reanudé mis rápidos pasos y salí del edificio sin mirar atrás.







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—Minho, hijo, ¿estás bien? — preguntó mi madre desde el otro lado de la puerta. —Sabes perfectamente que puedes hablar conmigo. No importa lo que sea porque siempre estaremos de tu lado y te apoyaremos en todo momento.

Esas palabras me hicieron volverme un manojo nervios; el amor que me dan mis padres y mi hermano mayor se ve opacado por aquel terrible y asqueroso sentimiento que me carcome lentamente y va apoderándose por completo de mi cuerpo y alma. Me siento terriblemente fatal al no poder contarles lo que realmente me está sucediendo por temor a ser señalado como un frágil y estúpido chico mientras que otros me darán miradas de lástima y no deseo eso.

—Estoy bien, mamá— mentí tras reunir toda la valentía posible en un intento de que mi voz quebrada no quedara en evidencia. —Necesito hacer algunos deberes por lo que cenaré más noche.

—Entiendo— suspiró con pesadez —Nos vemos más tarde.

Cubrí mi boca con la palma de mi mano en un intento en vano de ocultar los sollozos que no me han dejado en paz desde que salí corriendo de la universidad; las lágrimas caen constantemente como si de cascadas se tratasen. Me siento terriblemente enfermo, pero no puedo confiar en absolutamente nadie porque todo lo que he logrado mantener en pie se derrumbará en un abrir y cerrar de ojos.

—Todo estará bien— me aseguré a mí mismo entre sollozos silenciosos. —Yo podré con esto hasta el final.














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[✐] Capítulo publicado: octubre 31, 2020.
[✐] Capítulo corregido: mayo 30, 2024.

𝗬𝘂𝗮𝗻𝗳𝗲𝗻 🦋 𝗰𝗵𝗮𝗻𝗵𝗼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora