Capítulo 22.

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12 de Mayo, 2020.
Montecarlo, Mónaco.

-No puedo creer que me hayas convencido-Gruñe mi mejor amiga mientras caminamos solas por las calles de Montecarlo.

-Sadie, deja de quejarte, envejeces más rápido-Me burlo.

-Lo sé-Suspira y me mira con los ojos entrecerrados por el sol-. ¿Volveremos a salir a una discoteca?

-Lamentablemente.

Y digo lamentablemente no porque no quiera disfrutar de las noches de aquí, sino porque estoy con mi periodo, que si mal no hice los cálculos, mañana o pasado ya tiene que ser historia. Con Charles tuvimos puntería, ya que al otro día de nuestra fantástica noche, vino la marea roja.

-Eres una exagerada-Dice divertida-. Mañana a la mañana verás que no está más.

-Es horrible igual.

-Bueno, por lo menos Charles esta vez no te dejo embarazada-Me dice entre risas.

-Eres una amiga de mierda-Le digo mientras la empujo en broma.

Entramos al supermercado de aquí y compramos todo lo que necesitamos para estos días. Ella necesita más que yo, ya que en su casa son como ochocientos.

-¿Cómo es la convivencia con los chicos?-Le pregunto en el pasillo de los congelados.

-Hoy me desperté por lo alto de la música de Lando, pero bien. Al levantarme George me había hecho un café y tostadas y Pierre me dejó desayunar sin pelear.

-El sábado ví como te abrazaste con Pierre-Le confieso mientras estamos esperando en la caja para poder pagar.

-Solo le di apoyo moral, no es nada...

-Lo abrazaste Sadie, ¿eso no cambia las cosas?

-Me sigue odiando-Dice mientras empieza a poner las cosas de carrito en la caja.

-Yo creo que no te odie.

-No todos estamos destinados a ser tu y Charles, cariño-Dice y cierra el tema.

Me quedo en silencio recordando que Pierre hace un tiempo me dijo lo mismo. Sonrío y empiezo a cargar las bolsas que se nos entrega. Mierda, tuvimos que haber aceptado la ayuda de los chicos, pero al estar solo a dos cuadras no creímos que sería necesaria su ayuda, pero el día es algo caluroso por lo que esas cuadras con peso extra se van a hacer eterna.

Cuando llegamos a la casa en la que estoy con Charles y Charlie veo como todos los chicos están con su cabello atado, todos menos Charles que no deja de ver divertido como mi hija le está peinando el cabello a George.

-¿Qué demonios?-Pregunta Sadie riendo detrás de mí.

-¡Mila, mami!

-Amor, nuestra hija es peluquera-Dice Charles sin dejar de reír.

-Puede ser que su papá la haya ayudado-Bufá Carlos mientras juega a la play.

Charles se acerca a mi, me da un pequeño beso y me saca las bolsas de las manos, Lando se acerca a Sadie y también la ayuda.

-Joder, compraron comida para un batallón-Se ríe Pierre.

-Ustedes comen como si fueran uno-Los acusa mi mejor amiga.

-No pienso negarlo-Le sonríe el.

Todos los miramos sorprendidos ya que es la primera vez que se hablan delante nuestro sin insultarse. Y Sadie dice que las cosas no cambiaron...

-Y a eso yo le llamo un gran progreso-Me susurra al oído mi mejor amigo.

°°°

Corriendo por ti [Charles Leclerc] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora