Capítulo 23.

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12 de Mayo, 2020.
Montecarlo, Mónaco.

Charles.

-¡Gracias Dios!-Escucho el grito que viene desde el baño y luego veo salir a una muy sonriente Madison.

-¿Qué pasó?-Le pregunto mientras la veo ajustarse el traje de baño. Un hermoso bikini blanco.

-Hoy ocurrirán dos cosas, señor Leclerc-Me dice acercandose a mi para finalmente sentarse a horcajadas sobre mi estómago.

Pongo mis manos en su cintura y la miro. Es ella, siempre va a ser ella.

-¿Ah sí?

-Si-Dice acariciando mi nariz con la suya-. Una vez que nuestra hija se duerma, tu y yo retomaremos lo de Barcelona.

-¡Joder, son excelentes noticias!

-Lo sé-Dice besando mis labios muchas veces-. ¿Por qué eres tan hermoso? No puedo dejar de besarte. Me siento una novia pesada, esto es tu culpa, Leclerc.

Río encantado y cierro los ojos para volver a unir nuestros labios, ella capta mi sugerencia y entreabre un poco sus labios dándole lugar a mi lengua.

-Creo que iré a despertar a Charlie, amor-Me dice ella cuando se separa.

Sus mejillas enrojecidas, sus labios hinchados, sus pestañas disimuladas recién maquilladas, su pelo en un moño alto desordenado me hace notar lo enamorado que me tiene esta mujer.

-Yo me ducharé, ¿Está bien?

-Si, te espero en la cocina.

Me da un beso en la nariz y se levanta de la cama, se pone un sencillo vestido de flores con su converse blancas y sale de la habitación.

Me doy una ducha, me pongo el traje de baño negro, una camiseta blanca y las Converse que me regaló Madison. Cuando finalmente estoy, camino directo a la cocina donde veo a Charlie sentada en el mesón con un hermoso traje de baño rosa con patitos y a Madison mirándola divertida.

-Buen día, princesa-Le sonrío y beso su frente.

Ella está tomando de su biberón por lo que no espero que me hable, pero para mí sorpresa se saca el biberón de la boca y me sonríe.

-Hola, papi bonito.

Me volvió a decir papi. Joder.

Miro a la mujer a mi lado y ella me guiña el ojo, besa mi mejilla y camina junto a su café en dirección a la isla que hay en medio de la gran cocina.

-Si, bebé, soy tu papi-No puedo evitar volver a besar su frente y acariciar su mejilla.

Ella aplaude y vuelve a tomar de su biberón. Me sirvo café sin perderme ningún movimiento de ella.

Ella es mi niña, la persona más importante de mi vida, la pequeña por la que doy mi vida y tengo la suerte de poder llamar mi hija.

Mi padre estaría orgulloso si me viera, Jules y Anthoine se que también. Miro a mi novia y a mi hija que desayunan juntas y yo también me siento orgulloso de mí mismo. Hasta hace dos meses mi vida era ir en un auto a más de 300 km. Ahora mi vida es verlas sonreír a ellas, es pasar mis ratos con ellas. Sin duda alguna estas mujeres son lo más importante de mi vida.

El sonido del timbre me saca de mis pensamientos.

-¿Puedes abrir tu?-Me pregunta mi chica-. Yo le pondré un vestido a Charlie y buscaré nuestras cosas.

-Esta bien.

Veo como ella se acerca a mi y a Charlie, sin pensarlo le robo un beso.

-¡Charles!-Se ríe cuando estoy saliendo de la cocina.

Corriendo por ti [Charles Leclerc] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora