Capítulo 31.

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10 de Agosto, 2020.
Calabria, Italia.

-Hey, ¿qué sucede?-Me pregunta Charles apenas salgo de la ducha.

-Nada, Charles, todo está bien-Le digo mientras me seco el cabello con la toalla y me pongo ropa interior.

-Madison, ¿te crees que no sentí que no pudiste dormir en toda la noche?

-¡Esta todo bien! ¡¿Puedes por favor ya dejar de insistir?!-Le digo casi en un grito.

Veo como él frunce el ceño y tensa la mandíbula. Sin darle importancia salgo de la habitación poniéndome un pantalón corto y una de sus camisetas, agarro mis converse blancas de la sala y mi celular para salir de la cabaña. Pero, cuando intento abrir la puerta una mano la cierra. Charles.

-Madison, no te cierres.

-¿Que no me cierre? Todo se va a ir a la mierda, Charles, y no lo voy a poder frenar. ¿Qué haré?

Me hace dar la vuelta para que pueda mirarlo, está enojado, pero también confundido. No lo culpo, joder, no lo hago. Entiendo que no entienda nada, yo tampoco lo haría, pero es que los mensajes, las llamadas en las que no se escucha nada me ponen nerviosa, ¿qué significan? ¿Por qué están ahí?

-Recibí un mensaje raro-Susurro mientras lo miro a esos lindos ojos verdes que tiene.

-¿Qué decía?-Me pregunta él más tranquilo.

-"Ya vas a saber de mi", Charles, no se que significa. ¿Y si nos lastiman? ¿Si es por Charlie? ¿Y si es por ti?

-Escúchame-Pone sus manos en mis mejillas y las acaricia suavemente-, todo estará bien, yo te cuidaré, las cuidaré, no dejaré que nada les pase.

-No nos puedes cuidar para siempre, Charles.

-Si puedo y quiero, siempre van a ser mis chicas. Si en algún momento nos llegamos a separar por cualquier circunstancia, seguirás siendo mi chica, la mejor novia que tuve o tendré-Me pone mi flequillo detrás de la oreja.

-Siento haberte hablado tan mal-Le digo arrepentida-. En serio lo siento, Charles.

-Esta bien, Mad.

-No-Le acaricio el rostro y lo miro-, no está bien. Confío en ti con mi vida, Charles.

-Lo sé, cariño, y está bien-Me besa la frente y luego los labios-. Ven te haré café.

°°°

-Mami, ¿Papi?-Me pregunta Charlie mientras dibuja en la sala.

-Tiene que entrenar, bebé.

Las cosas con Charles quedaron bien, todavía me siento muy culpable por gritarle, pero él me asegura que no es nada. Sacándome de mis pensamientos mi celular suena, Lando. Suspiro y le contesto.

-Hola, Landito.

-Hola, Mad. Te extraño.

-Yo a ti-Sonrío y me acomodo mejor en el sofá donde estoy sentada.

-¿Cuándo es que vuelven?-Me pregunta él.

-El veinte, si no es que Charles me deja antes...

-No entiendo-Me dice él.

-Le grité, Lando, le grite y no está bien. Estoy tan arrepentida.

-¿Le pediste perdón?

-Obviamente.

-Entonces todo estará bien, amiga.

-Es que fui una estúpida...

-Eso ya lo debe saber-Bromea haciéndome poner los ojos en blanco aunque no me vea-. No pongas los ojos en blanco, Madison.

Corriendo por ti [Charles Leclerc] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora