Capítulo 48.

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2 de Diciembre, 2020.
Woking, Inglaterra.

La nueva casa es realmente hermosa, me gusta muchísimo. Suspiro al ver cómo quedan colgadas las fotos sobre chimenea.

-¿Dónde dejo esta caja, Mad?-Me pregunta Salem.

-Déjalo por ahí mujer-Luego la miro y niego con la cabeza-. En realidad, no sé porqué estás aquí, yo te dije que descanses hoy.

-Mi jefe dijo que descanse y no quiero realmente ir a casa...-Dice ella haciendo una mueca.

-¿Vives con tus padres?

-No, ellos viven allá en Miami.

-¿Estás aquí sola?

Ella asiente y antes de que pueda preguntar algo sale por la puerta en busca de otra caja. Me doy la vuelta y sigo con mi labor, unos brazos me rodean la cintura y se con exactitud que se trata de Charles.

-¿Te gusta?-Me pregunta besando mi coronilla.

-Me encanta-Le digo sonriendo y dándome la vuelta para mirarlo-. Esto es simplemente perfecto.

-¡Mami, tío Lan!-Chilla mi hija mientras Lando la carga en su espalda.

Charles se da la vuelta también y sonríe al ver a nuestra hija tan feliz.

-Será un gran padrino-Me susurra al oído.

-Será un gran padre en un futuro-Le digo sin poder dejar de mirarlos.

Vemos cómo Salem entra con cajas y sonríe al ver la tierna escena.

-¡Charles llegó tu piano!-Grita Carlos que está bajando aún las cajas del camión.

-¡Voy!-Responde el también gritando.

-¿Era necesario gritar, amor?-Le pregunto entrecerrando los ojos.

-Lo siento, te amo-Dice besando mis labios y desapareciendo por la puerta.

-¡Lando, necesito ayuda!-Grita George que le está armando la cama a mi hija en una habitación del segundo piso.

-¡Por Dios! ¿Es necesario que todos griten?-Pregunto en general.

Se escucha la risa de George. Pero yo me quedo con mi atención en Salem que se acerca a Lando y le ayuda a bajar a Charlie. Mi mejor amigo la mira a la pequeña mujer y le dedica una sonrisa sincera. Luego sube por la escalera.

-¿Qué está pasando aquí, Salem Isabel Herrera?

Ella solo se sonroja y mira a mi hija que parece que no puede dejar de mirarla.

-¡Mami, Sale bonita!-Chilla.

-Oh, por el amor a Ryan Reynolds, eres una lindura-Sonríe ella aprovechando la situación para no contestarme.

Vemos cómo en la entrada hay un grupo de hombres cargando un piano e intentado adentrarlo. Por lo que decidimos ir a la cocina así no estorbar.

-Siéntate, Madison, yo acomodare todo aquí.

Y realmente Salen no me da otra opción ya que deja a mi hija en mis brazos y me acompaña hasta una de las sillas.

-¿Cómo te está yendo en la escuela?-Le pregunto una vez que estoy sentada frente a la mesa que hay en la cocina de la casa.

-Bien-Me contesta mientras empieza a sacar los platos de las cajas y los guarda-. Es complicado trabajar, entrenar y estudiar, pero lo intento.

-¿No eres becada?-Le pregunto sin entender.

-Si, y eso me ahorra muchísimas libras en alquiler. Pero la vestimenta para baile es bastante costosa y además tengo que comer.

-Las cosas del colegio te son cubiertas por la beca, ¿no?-Le pregunto preocupada.

Corriendo por ti [Charles Leclerc] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora