Capítulo 11.

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27 de Marzo, 2020.
Londres, Inglaterra.

-¿Tienes todo?

-Ya te dijo que tiene todo, dos veces-Bromea Charles a mi lado.

Lo fulmino con la mirada y sostengo a mi hija dormida contra mi pecho. La voz del aeropuerto informa que ya pueden abordar los del vuelo de Sadie.

-Ya es hora-Nos sonríe con los ojos brillosos.

-Oh, no llores, porque si lloras tú yo también lo haré-Le digo yo cerrando los ojos para no hacerlo.

-Cállate, estúpida-Se ríe mi mejor amiga.

Sadie lo abraza a Charles y le susurra algo al oído haciendo que él asienta. Luego ella se acerca a mi, le paso a Charles nuestra hija y abrazo con fuerza a mi otra mitad, mi mejor amiga.

-Te irás, estúpida-Le susurro-. Cuidate, ¿si? Llámame todos los días-Le digo.

-Lo haré y tú prométeme que empezarás a sentir.

La miro extrañada y ella me sonríe.

-Ese hombre que está detrás tuyo te mira como si fueras el sol, no lo pierdas.

-Estás loca-Le sonrió.

-Creo en ti, cariño, solo anímate a ser feliz.

-Te amo, Sadie.

-También te amo, Madison-La voz vuelve a llamar a su vuelo y ella me suelta-. Cuida a mi niña, te llamaré todos los días.

Le da un breve abrazo a Charles y Charlie y se va a embarcar.

Apoyo mi cabeza en el brazo de Charles y él pasa su mano libre a mi espalda baja.

-Se fue mi otra mitad, eso significa una sola cosa-Digo mirando por dónde se fue Sadie.

-¿Qué?

-Que volveré loco a Lando.

Charles ríe y me mira.

-¿Estás bien?

-Si, Sadie nunca fue muy fanática de Inglaterra, era cuestión de tiempo para que ella se fuera. Este siempre fue su sueño, mudarse a un país cualquiera, dónde no se la conozca... Ella siempre quiso ser libre.

Siento que Charles no me deja de mirar entonces hago lo mismo. Y Jesús de la ropa interior, fue un error, está más lindo que nunca este ser celestial.

°°°

-¿Y si paramos en lugar a desayunar?-Me pregunta Charles mientras él conduce mi auto.

-Me parece bien, el café de este lugar es el mejor-Le indico que estacione en una pequeña cafetería al que íbamos siempre con Sadie.

Ambos bajamos del auto y él ayuda a Charlie a salir de su sillita. Entramos al local y nos sentamos al lado de una ventana, mi hija se sienta a mi lado y Charles frente a mi. Una chica nos atiende y yo pido un té rojo para mí, una leche chocolatada con galletas para Charlie, y Charles se pide un café.

-¿Viajarán a Vietnam?-Pregunta él dejando su celular en la mesa luego de contestar un mensaje.

-Si, cuando se me dió el trabajo arreglé el hecho de tener que llevar a Charlie, así que sí-Sonrío al verla distraída-. Además todos en Mclaren quieren más nuestra hija que a mí.

-Es que es la niña más adorable del mundo-Me responde orgulloso.

-Lo sé...

-En alguna carrera quiero que ella esté en garaje de Ferrari.

Corriendo por ti [Charles Leclerc] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora