Capítulo 33.

19.1K 955 280
                                    

23 de Agosto, 2020.
Woking, Inglaterra.

10 horas antes.

Me despierto y veo al sexy hombre a mi lado con el que tanto gusto tengo de compartir todas las noches la cama. Le doy un beso en los labios y sigue durmiendo, le beso el cuello y nada, en el quinto sueño. Sonriendo de lado voy bajando mis besos hasta llegar al elástico de su boxer, dónde freno.

-¿Por qué se supone que estás parando?-Me pregunta con la voz ronca por recién despertarse.

-¿No sé supone que tú estabas dormido?

-Puede ser que solo esté aprovechando un poco de más está situación-Me dice haciéndose el inocente.

-Si, me imagino...

Charles se ríe profundamente causando una vibración en mi que me hace derretirme, ¡Jesús del kamasutras! Sin perder el tiempo vuelvo a mi labor y sigo bajando mis besos, al llegar nuevamente al elástico con su ayuda bajo su boxer.

-Oh, aquí estás-Digo tomándolo en mi mano y empezando a masajear.

-Eres tan extraña, hermosa, jamás conocí a alguien que le hable a mi pene-Dice en medio de jadeos.

-Y espero ser la única, Leclerc-Me arrodillo frente a él y sin previo aviso me lo llevo a la boca.

-¡Oh, si, mierda!-Gime.

Me encanta que sea un hombre que necesita gemir, gruñir, bufar y hasta hablar, me gusta tener sexo con él, es divertido y hace de los ruidos más sexy. Sigo lamiendo como se que a él le gusta y en un momento lo miro y está con los ojos cerrados y mordiéndose el labio. Jesús bonito y bendito, es el amor de mi vida, sin ninguna duda.

-Necesito estar dentro de ti-Gruñe luego de unos intensos minutos.

Encantada por su exigencia, me bajo las bragas para nada sexys que llevo puestas y él es el que me termina de tira en la cama boca abajo. ¡Oh, jodido Jesús! Gracias por dejarme estar viva en este momento. Me hace pararme en mis rodillas y apoyarme en mis manos y sin mucho apuro empieza a entrar en mi, sabiendo que ya estoy más que preparada.

-Joder, joder, joder, ¿por qué el sexo es tan bueno?

-Porque es conmigo, mi amor-Digo riendo y poniendo los ojos en blanco, esto me va a matar-. Charles si no lo haces más rápido puedo llegar a llorar.

-Demonios, demonios, demonios. Es que esto es tan bueno.

Me río y él me hace levantarme para chocar mi espalda con su pecho.

-Tu corazón late muy fuerte-Digo en un susurro.

Él toca mi pecho y aprovecha para pellizcar uno de mis pezones.

-El tuyo también.

Y como si se diera cuenta que lo que está haciendo conmigo es una tortura empieza a ir más rápido.

°°°

3 horas antes.

-Mad, tienes a alguien que necesita hablar contigo-Me dice Laurel asomándose por la puerta.

-Que pase-Respondo sin prestar demasiada atención, quiero sólo ir a casa, mi dolor de cabeza me está matando.

-Gracias, querida, yo me anuncio sola.

De repente escucho esa voz y miro a mi madre que me mira con una sonrisa que hace que la sangre se me congelé, esto no es bueno.

-¿Qué quieres, Agatha? ¿Qué no sabes que la policía te busca?

Corriendo por ti [Charles Leclerc] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora