Capítulo 38.

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6 de septiembre, 2020.
Monza, Italia.

Jamás creí que iba a ver a Charles chocar. Me corrijo: jamás creí que iba a ver a Charles chocar solo tan fuerte. En este momento lo estoy viendo contra los muros de contención y solo se me pasa por la cabeza correr hacia sus brazos y llorar.

Llamo a mi mejor amiga y ella atiende enseguida.

-Que Charlie no vea nada, Charles chocó-Digo rápidamente.

-Mierda, estamos justo detrás de ti-Escucho y volteo viendo a mi hija corriendo hacia mi con Sadie detrás de ella.

Charlie al ver la televisión chilla horrorizada y abre los ojos como platos al ver que es el auto de su papá.

-¿Papi?-Me pregunta preocupada.

-Mira, bebé, escucha es papi-Le digo sacándole el aislante de uno de sus oídos y alzandola para que ella vea como sale del auto y escuche como él dice que está bien.

-Mami, quiero a papi-Dice ella con lágrimas en los ojos.

Zak me mira y ni es necesario hablar, él solo asiente y salgo del box de Mclaren rápidamente. Al llegar al de la escudería italiana todos los mecánicos e ingenieros me saludan y asienten.

-Charles está en su cabina-Me dice su entrenador.

Con una Charlie curiosamente callada, entro al lugar donde él se prepara y prácticamente nuestra hija se tira de mis brazos para ir con él que está sentado en un sofá sacándose el casco.

-Papi, papi-Dice llorando nuestra hija, él la abraza con fuerza mientras ella está sentada en su regazo.

Cierro los ojos con fuerza para contener al máximo mis lágrimas pero es en vano, estoy llorando como una idiota porque mi ex novio choco solo. Bajo mi atenta mirada Charles abraza a nuestra pequeña con fuerza.

-Estoy bien, princesa.

-Amo, papi.

-Te amo, Charlie.

Charles la vuelve abrazar y con su mano libre toma la mía y me acerca a él, y como yo estoy parada él apoya su cabeza en mi vientre, mientras yo acaricio su cabello oscuro y me doy cuenta que por fin respiro con tranquilidad. Él está bien.

La puerta suena y se que es el médico.

-Ven, bebé, vamos a comer chocolate, ¿quieres?

-No quelo-Dice negando con la cabeza.

-Papi vendrá. ¿No, Charles?-Le pregunto.

-Si, hija, solo me van a revisar, ¿Está bien?

-Chi, amo papi.

Charles besa su frente y luego deja un beso en mis nudillos. Alzo a mi hija en brazos y estoy por abrir la puerta de la pequeña habitación cuando la garrapata, digo Chiara, abre fuerte la puerta con los ojos llorosos.

-¿Estás bien, Charles?-Chilla mientras se tira a sus brazos y besa sus labios.

Charlie jadea horrorizada y llora.

-No, papi y mami. Ella fea.

No lo resisto. No cuando es frente a nuestra hija. Salgo de allí como si mi vida dependiera de eso.

-¡Madison!-Grita Charles llamándome.

Con el corazón de mi hija y el mío rotos, huimos de ese lugar para tomar un taxi que nos lleve directamente al hotel.

Al entrar en la habitación me llega un mensaje de un número privado.

"Me enteré que estás muy cerca de Leclerc. No me hagas llamar a Cinthia, Madison.
Creí que habías entendido el mensaje."

Corriendo por ti [Charles Leclerc] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora