Capítulo 1.

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6 de mayo, 2017.
Londres, Inglaterra.

Bendito feliz cumpleaños.

Positivo. No, no, no puede ser real. Miro nuevamente el test de embarazo y caigo al lado del retrete, lloro muy fuerte, tan fuerte que escucho que mi hermano entra al baño corriendo y muy preocupado.

-Mierda, Madison, ¿qué ocurre?-Se pone de cuclillas adelante mio

-Mason, quiero morir-Le digo entre lágrimas.

-Ey, mírame. Por dios Madison, respira.

Le doy el test de embarazo sin decir nada y el cae a mi lado, pasa su brazo por encima de mis hombros. Escucho su largo suspiro y no es necesario saber que se lamenta en silencio.

-¿De quién es?

-Un chico x en Barcelona-Susurro apenada.

-Demonios, Madison.

-¿Qué haré?

-¿Qué haremos? Eres mi hermanita. ¡Joder! No te dejaré sola.

-Nos cuidamos, Mason-Digo desesperada mientras me paso las manos por el rostro-, usamos condón.

-Te creo...

-¿Qué le diré a papá? No terminé mi carrera... La carrera, maldición.

Mi cabeza da mil vueltas y tengo tanto miedo.

-Yo estaré contigo.

-Lo sé-Le aseguro.

-Te ayudaré si es que quieres tenerlo y sino te acompañaré.

-Lo tendré, no me da la sangre para abortarlo.

-Entonces te ayudaré.

-¡No! Es tu primer año siendo abogado, tienes una vida que vivir.

-Cuando tu pelees yo lo haré contigo. No te dejaré sola, no lo estás-Nuevamente empiezo a llorar y mi hermano me abraza todavía más fuerte-. Feliz cumpleaños, cucaracha.

°°°

8 de septiembre, 2017.
Londres, Inglaterra.

"Chequeo de seis meses", esa es la notificación de la alarma que suena en mi celular.

-Tienes todo, ¿no?-Me pregunta Sadie desde la puerta de mi habitación.

-Si, mamá.

Me levanto de la cama haciendo un poco de esfuerzo y me digno a salir de mi cuarto.

-No, tú lo serás y una muy sexy déjame decirte-Bromea siguiéndome para llegar a la cocina.

-No hablen de sexy delante mío-Bufa mi hermano ya vestido con su traje para ir a trabajar.

Lo veo preparando el desayuno para luego darnos un café para mi mejor amiga y una leche chocolatada para mi.

-No puedo creer que tu antojo más grande sea el chocolate caliente y la ensalada de zanahoria y tomate. Es que no me entra en la cabeza-Dice mi hermano luego de besar mi frente.

-También tengo antojos de fresas, que por cierto cuando vengas del buffet tienes que traer porque ya no tengo más-Le hablo haciendo puchero.

-Esta bien, te traeré tus fresas-Pone los ojos en blanco-. Sadie, tú la llevarás al médico, ¿no?

-Si y después la dejaré aquí así ella estudia y yo iré a la universidad a buscar unos libros.

Mi hermano asiente con la cabeza y yo frunzo el ceño. Realmente me siento una carga.

Corriendo por ti [Charles Leclerc] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora