Capítulo 35.

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27 de Agosto, 2020.
Francorchamps, Bélgica.

-Por eso considero que para mí es mejor Beyonce.

-Las coreografías de Rihanna son mejores, lamento no coincidir con eso.

-¡¿Cómo puedes decir que las coreografías de ella son mejores que las de la reina?!-Me grita indignado.

-Menos mal que mañana corres, así quizás la cabeza se te despeja-Bromeo-. Rihanna siempre será mejor, Lando, lo siento.

-No eres graciosa, mujer.

-Si lo soy, lo que ocurre es que mi humor es para gente grande.

Él me fulmina con la mirada y ambos empezamos a salir del restaurante de Mclaren, pero rápidamente los cuerpos de Carlos y Daniel me bloquean la salida.

-Están muy juntos ustedes últimamente-Les hablo.

-¿Carlos tú me estás engañando?-Lando alarga la última o haciéndome reír con mucha fuerza.

Carlos lo mira con los ojos entrecerrados y luego me mira a mi.

-No creemos que te convenga salir de aquí-Me habla Daniel preocupado.

Oh, joder, para que Daniel se preocupe esto debe ser realmente malo. De golpe la imagen de mi hija lastimada me produce una sensación de malestar y hasta un escalofrío.

-¿Dónde está Charlie?-Pregunto al borde de un ataque.

-Tranquila, mujer. Charlie está bien con Arthur y Pierre-Me tranquiliza el Australiano.

Suspiro y luego los miro a los hombres frente a mi. Me hago lugar entre ellos y escucho la maldición de ambos. Apenas salgo de allí la imágen Charles muy abrazado con su ex novia en el paddock me impacta y me hace frenar en seco, haciendo también parar a Lando que viene detrás mío. Rápidamente corro hacia el cesto de basura que hay a unos metros de mi y termino vomitando todo lo que acabo de ingerir.

-¡Joder, Madison!-Siento a Lando que me intenta sacar mi corto cabello del rostro.

Cuando termino de vomitar tengo algunas arcadas pero se me van luego de unos segundos, Carlos me pasa un agua mineral y Lando me toca la frente.

-Siento que hayas tenido que ver eso-Dice con una sonrisa triste Daniel.

-Él cree que lo engañé. Está bien, chicos-Les sonrío triste.

-Yo no se porque no le dices la verdad.

-Porque no necesito que mi mamá se entere que volví con él y traiga a alguien que me saque a Charlie.

Todos asienten y me miran tristes. Odio esto, lo juro. Luego Carlos me mira con los ojos entrecerrados.

-¿Estás más delgada, Madison?-Me pregunta a modo de reproche el español.

-Si no come, ¿Cómo quieres que no adelgace?-Le dice Daniel.

Me meto a la boca un chicle que tenía en el bolsillo de mi chaqueta y miro el sitio en el que no hace más de cinco minutos estaban Charles y Chiara. Esta vez no hay nadie. Suspiro y miro a Lando.

-¿Podemos acostarnos en la pista?-Le hablo a mi mejor amigo.

-Vamos-Me sonríe él y toma mi mano mientras vamos al box de Mclaren-. Antes necesito que agarremos una manta, en la pista de Toscana puede ser que me haya quemado un poquito al acostarme allí.

-En serio que eres un llorón-Le digo poniendo los ojos en blanco.

Buscamos las mantas en el box y una vez que llegamos a la pista las acomodamos y ambos nos acostamos encima.

Corriendo por ti [Charles Leclerc] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora