Capítulo 25.

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21 de Mayo, 2020.
Montecarlo, Mónaco.

Camino por el paddock concentrada en mi celular cuando dos cabelleras rubias conocidas llaman mi atención. Rápidamente me acerco a ellos.

-¡Madison!-Me saluda la mamá de mi novio.

-Hola, Pascale-Le doy un abrazo y luego saludo a los hermanos Leclerc también con abrazos.

-Hola, querida-Me sonríe una vez que estoy con mi atención en ella-, estás muy linda.

-Usted también, como siempre.

-Los años nos hacen bien a algunas mujeres-Se ríe-. ¿Mi nieta?

-En el box de Williams, para mí allí le dan caramelos, no puede ser que siempre vuelva tan feliz.

Todos se ríen y Lorenzo me habla.

-¿Y Charles?

-Tenía reunión con su equipo.

-¿Y tú qué haces que no estás trabajando?-Pregunta Arthur con una ceja enarcada.

-¡Arthur!-Le golpea Pascale la nuca.

-Estoy buscando a Sadie, no la vi desde que llegué, ya tengo mi trabajo hecho aquí, infeliz-Le contesto con los ojos entrecerrados.

El menor de los Leclerc me está por contestar hasta que un chillido lo interrumpe.

-¡Mami! ¡Mila!

Me doy la media vuelta y veo a mi hija venir de la mano de Sadie, mi mejor amiga trae una gran bolsa con ella.

-¿Qué traes ahí?-Le pregunto a mi hija.

Cuando esta a solo unos metros corre a mis brazos, tras abrazarme unos segundos, ve detrás mío.

-¡Abu abu!-Grita Charlie emocionada al ver a su abuela.

Mi hija saluda a todos, pero se queda definitivamente en los brazos de Pascale.

-¿Qué tienes ahí?-Le pregunto poniendo mi atención en Sadie.

-Tus locos amigos le regalaron a Charlie un casco firmado por los veinte pilotos-Dice ella a mi lado mientras me entrega la gran bolsa.

Los Leclerc ríen y yo niego con la cabeza.

-Solo espero que el padre no la suba en un karting hasta dentro de unos años-Suspiro mientras miro el lindo casco rojo firmado.

-Creeme que esta niña dentro de dos años estará conduciendo-Afirma Lorenzo quien la hace reír a mi hija-. ¿O no que si, princesa?

-Con Charles la llevaremos a carreras y competencias-Agrega Arthur.

Miro a todos con los ojos muy abiertos. Mierda.

-Dejen de meterle ideas a Charlie, harán que Madison se desmaye de la angustia-Los regaña Pascale.

Todos ríen y yo respiro hondo antes de hablar.

-Charlie, ¿vienes?-Le pregunto ya que en un rato arranca la segunda práctica.

-No, mami. Aquí con Abu Abu-Dice abrazando más fuerte a Pascale.

-Ve a trabajar querida, yo la cuidare.

-¿No es mucha molestia?

-Nuestra sobrina jamás lo será-Me dice Arthur mientras me guiña un ojo.

Le doy un beso en la frente a mi hija y le hablo.

-Te amo, bebé.

-Amo, mami.

Corriendo por ti [Charles Leclerc] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora