Capítulo 4.

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Una vez que llegamos al hotel entro a mi habitación y llamo a mi hermano. Soy consciente de que hay una diferencia horaria de nueve horas, aquí son las 17:30, por lo tanto allí son las 08:30, tiene que estar trabajando. Dejo a Charlie en la cama de dos plazas que compartimos para que vea la televisión y hago una videollamada desde el sofá con él.

-¡Ah bueno! Alguien se dignó a llamarme-Es lo primero que dice apenas atiende.

-Encontré a Charles-La videollamada se torna silenciosa, solo se escuchan mis lamentos-. El hombre con el que estuve hace tres años no era un hombre x, es un famoso piloto de fórmula uno.

-Espera un segundo-Se acerca más a la cámara y habla lentamente-. ¿El padre de Charlie es el mismísimo Charles Leclerc, el piloto de Ferrari?

-Si, el mismo.

-¿Tú te das una idea lo famoso que es?

-Realmente no.

-¿Te acostaste con él?-Me pregunta sorprendido como si no lo pudiera creer.

-¡Jesucristo!-Me paso las manos por el rostro y lo miro exasperada-, mi hija no salió por una paloma blanca, Mason.

Él asiente con la cabeza y empieza a mirar algo en la computadora que tiene al lado del celular.

-Es que todavía no me la creo... Ahora que estoy viendo fotos de él, Charlie es una Leclerc con todas las letras.

Eso me indigna, ella es mía.

-Yo la crié-Lo freno gruñendo-, yo la alimente y me quedé noches en vela porque no podía dormir, ella es una Eriksson, es mi hija.

-Tranquila mamá oso. Solo dije que son muy parecidos-Me sonríe de forma tranquilizadora-¿Qué harás ahora hermanita?

-Decir la verdad y esperar que él no me quiera quitar a mi hija-Me recuesto en el sofá y veo hacia la cama donde está Charlie quien se está durmiendo mientras ve la televisión.

-Madison, si eso se le llegara a pasar por la cabeza, te prometo que iré personalmente a golpearlo hasta que no lo puedan reconocer.

Un toque en la puerta me sobresalta.

-Iré a ver quién es-Suspiro un poco cansada-, ¿hablamos más tarde?

-Yo iré a trabajar, así que si. Te amo-Me sonríe-. Las amo, todo estará bien.

-Te amo, Mason.

Voy a la puerta donde están Carlos y Lando, el último con una bolsa de papel madera en las manos.

-Creo que tenemos que escuchar una historia...-Dice Lando tímido.

Me hago a un lado para que pasen, ambos lo hacen y van directo al sofá, yo en cambio me siento en la mesa que hay frente a este para poder verlos, ellos sacan un gran pote de helado con unas cucharitas para que empecemos a compartir. Ellos no presionan, pero si noto sus miradas curiosas, nerviosa me aclaro la garganta y empiezo a contarles.

-Lo conocí en marzo de 2017 en Barcelona.

-Las pruebas de los autos en fórmula dos-Habla pensativo Lando.

-Yo no sabía quién era, no fui consciente jamás de quién era él. Nos conocimos en un bar, hablamos, tomamos y luego recorrimos algunas calles de Barcelona juntos. Me acompañó hasta mi habitación de hotel y una cosa llevó a otra, lo bese y luego tuvimos relaciones-Ambos me miran expectantes-. Él se había ido antes de que yo me despertara esa mañana, solo me dejó la cadenita de oro con una cruz que usa Charlie. No supe nunca más de él.

El español e inglés me miran y luego este último habla.

-Cuando lo conociste él estaba en la fórmula dos. Él ganó ese campeonato-Me sonríe de forma empática-. Eres una buena mujer, todo estará bien. Él no reaccionara mal.

Corriendo por ti [Charles Leclerc] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora