F.C⁴³

1.7K 139 20
                                    

Cleo Walker.

19 de Enero, 2024.
Londres, Reino Unido.

-La camisa que llevas puesta es rara-Es lo primero que dice papá desde la pantalla de mi laptop mirándome divertido.

-¡Papá, te dije por mensaje que no digas nada de la camisa!-Gruño exasperada.

-Lo siento, hija, es que es muy notorio.

Frunzo el ceño y miro nuevamente mi vestimenta. Mi padre no miente, se nota lo arrugada que se encuentra mi camisa y aunque la quisiera planchar ya es imposible ya que Kiara se la llevo para su clase.

-Yo solo digo que te estás preparando demasiado para...

-Papá, literalmente la entrevista es en las afueras de Londres en una de las residencias más caras... no creo que esa familia tenga ganas de verme en chándal y con mi sudadera manchada de pintura.

Está vez el asiente con la cabeza y se queda mirando como me maquillo lo mejor que puedo pero no que quede muy obvio el mucho tiempo que le dedique a mis pestañas.

-¿Qué dices?

-A mi me gusta... Lo bueno de todo esto es que si no te llaman siempre puedes volver a casa.

Suspiro de la forma más teatral que puedo y lo miro.

-Pa, me gusta estar aquí, Kiara y yo siempre quisimos esto.

-Ambas pudieron haber triunfado aquí.

Kiara y yo somos hermanas y mejores amigas, en realidad somos hermanas adoptivas pero nos criamos juntas y ese lazo es más importante que tener la misma sangre. Nuestros padres, Lorenzo y Alexei, nos adoptaron de dos hogares diferentes, primero la adoptaron a ella y luego a mi.

-Pero no es lo que queríamos, nosotras no nos veíamos viviendo toda nuestra vida allá.

Amo mi país, amo mis raíces neozelandesas pero el sueño de mi hermana y mío siempre fue salir de ahí, siempre fue llegar a Europa y poder triunfar en lo que amamos. En el caso de Kiara la moda, en el mío el arte.

-Sé que estás donde quieres, Cleo, celebro eso... Pero tu padre y yo las extrañamos...

-¿Por qué no vienen aquí?

Papá sonríe cansado, no contesta porque ambos sabemos que dirá. Papá no está preparado para dejar la última casa donde vivió la abuela, y honestamente no sé si alguna vez lo estará.

-En fin, pa, deséame suerte que creo que la necesitaré.

Esto último lo digo ya tomando mi teléfono y saliendo del baño para ir a mi habitación.

-No la necesitas, Cleo, eres la mejor y se que esa familia lo verá. Avísame cuando termines y como te va.

-Te amo, pa, trata de dormir que allá es tarde por favor. Saluda a papá por mi.

-Te amo, cielo, llamaré a tu hermana y luego iré a dormir.

La llamada se corta y quedó en el silencio del apartamento. Una última vez me miro al espejo cuerpo completo que aquí tengo y chequeo mi vestimenta. Camisa blanca, pantalón jean oscuro suelto y mis converse cubiertas de pintura; mi cabello negro con mis rulos naturales y mis ojos maquillados destacando el gris.

-Bueno, esto es lo mejor que se puede...

Instalo una sonrisa en mi cara, tomo el bolso de mi tocador y salgo de mi apartamento.

°°°

Si alguien me hubiera dicho que en esta parte de la ciudad se maneja tanto dinero como para que haya estas mansiones no lo hubiera creído. La residencia es simplemente soñada, hay vida, lo ves en cada lugarcito de aquí. En cuánto el taxi se frena en la casa que marca el mail de la mujer que me quiere contratar es que trago saliva.

Corriendo por ti [Charles Leclerc] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora