🍇 Epílogo .2 🍇

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—¡Jimin oppa!— gritó Miranda desde el living de la casa del pelinegro —¡Kao tiró el televisor al suelo!

Yoongi se asomó desde la cocina y Jimin salió de la habitación que compartía la pareja, ambos confirmando lo dicho por la joven, el pobre televisor de la sala se encontraba hecho trizas en el suelo y Kao estaba tan pálido que pareciera que hubiera visto un fantasma.

La familia que lograron formar era bastante peculiar, luego de cuatro años de pelea sin descanso contra la justicia, Yoongi logró conseguir la custodia legal de Choi Taemin, llamándose ahora Min Taemin. Miranda había conservado su apellido y ahora tenía la mayoría de edad, pero aún así vivía con ellos y los consideraba su familia, porque después de todo, estuvieron con ella en sus momentos más difíciles.

—¿Pasó un huracán o algo?— preguntó Taehyung ingresando a la casa con su hijo de la mano. Venían a buscar a Kao y a Taemin para llevarlos a ver una película, el joven pelirrojo había congeniado bastante bien con ellos y ahora era parte de su círculo de amigos —Jungkook tiene que ver esto— dijo mientras sacaba su celular y tomaba una fotografía del desastre. Sí, ya no le decía parásito.

—Llévatelos antes de que los cuelgue— bromeó el pelinegro saliendo de la cocina y tomando una escoba para barrer los trozos de vidrio —Desde que los admití en mi casa hay cosas rotas todos los días.

Jimin hizo un puchero y Yoongi se acercó a él para robarle un fugaz beso —Pero si no estuvieran esta casa no tendría vida— y ahí estaba, la sonrisa que tanto amaba, no le importaba que incluso su dignidad saliera rota a veces, con tal de ver a Jimin sonreír, haría trizas lo que fuera.

—Buscaré un nuevo televisor por internet— dijo Miranda mientras levantaba el cadáver del anterior con la ayuda de Taehyung, Kao solamente miraba desde una esquina con Jisung a su lado. —No te preocupes pequeño Mochi, las cosas materiales se reemplazan.

—Exacto— aportó Yoongi para tranquilizar el sentimiento de culpabilidad que floreció en el pecho del hijo de Jimin —Con tu papá compraremos un nuevo televisor, pero esta vez procura no tirarlo al piso.

Jimin buscó una caja de cartón e iba recibiendo todos los trozos de vidrio que el pelinegro recogía con cuidado de no cortarse. Cuando sucedían este tipo de situaciones Jimin no podía evitar mirar al pasado y comparar las reacciones de Hoseok con las de Yoongi, su ex novio siempre fue temperamental, odiaba que Kao quebrara algo y cada vez que lo hacía estaba de mal humor por el resto del día. Pero no así el pálido, aún después de cuatro años estas situaciones le seguían causando gracia, e incluso siempre le decía a su hijo que no importaba cuantas cosas rompiera, que él lo iba a seguir queriendo.

Jimin observó a Taemin salir de la habitación que compartía con Kao y formar una O con sus labios —¿Otra vez rompió algo?— preguntó acercándose a su hermana —Creo que ya no podré mirar Steven Universe por las tardes.

Taehyung rió entre dientes, amaba llegar a ese hogar y que siempre hubiera algún desastre, porque a pesar de todo, se veían felices —Bien, al que llegue primero al auto le compraré una barra de chocolate.

Al oír la frase "barra de chocolate" los tres menores colocaron todos sus sentidos en alerta y comenzaron a despedirse con euforia, Kao se despidió de Jimin dándole un furtivo abrazo y murmurando un "te quiero" de Yoongi se despidió moviendo su manito en el aire y regalándose una dulce sonrisa. Taemin tiró un besito al aire y ambos salieron corriendo, seguidos de cerca por Jisung. Taehyung solo rodó los ojos y se despidió de ellos y de Miranda con un abrazo —Se los devuelvo en la noche— y salió corriendo detrás de los tres pequeños, no quería que destrozaran su auto también.

—Yoongi oppa, iré a ver a mi mamá— dijo la joven mientras tomaba una cartera roja que estaba tirada en el sillón —Volveré para la cena ¿Necesitan que pase a comprar algo?

El pelinegro negó —Sólo necesitamos que te cuides.

—Y que sepas que te queremos— complementó Jimin.

Miranda asintió y se encaminó hasta la puerta —Yo también los quiero...gracias por todo— y con una linda sonrisa en el rostro salió de ahí rumbo al cementerio. A pesar de todo lo que ocurrió en su vida, ella era una persona feliz, porque sabía que su hermano estaba a salvo bajo la custodia legal de Yoongi, y porque estaba consciente de que tanto Jimin como ella atravesaron un proceso difícil, pero supieron enfrentarlo y salir adelante.

—Amor ¿Me acompañas a la habitación?— preguntó el menor con una sonrisa coqueta una vez quedaron solos.

Yoongi sonrió divertido y se acercó a su pareja, le rodeó la cintura con sus brazos y lo besó con cariño —Por supuesto.

Dentro de la habitación Jimin hizo que Yoongi se sentara con la espalda apoyada en el respaldo para él poder acomodarse sobre la entrepierna del mayor, con ambas piernas a sus costado —La navidad se está acercando— susurró sobre los labios ajenos —Me parece que deberíamos hacer algo especial.

El pelinegro le quitó la polera y lo recostó sobre la cama, quedando esta vez él sobre su pareja —¿Tú crees? ¿Qué tienes en mente?— bajó su boca hasta el cuello del menor y comenzó a succionar despacio, escuchando los suaves y delicados suspiros cargados de placer que dejaba escapar Jimin.

—Mm...Tal vez d-deberíamos hacer una fiesta con n-nuestros amigos— dijo con dificultad mientras ladeaba el cuello para dejarle más espacio al mayor —Me encanta cuando nos reunimos todos.

Yoongi lamió uno de los pezones y disfrutó la forma en la que Jimin encorvó su espalda —Sí, aunque antes debemos tener nuestra propia fiesta— susurró mientras le bajaba los pantalones.

Jimin sonrió divertido y acarició los cabellos del mayor, que lentamente descendía su boca hasta su falo. Esa persona se había convertido en la luz de su vida, en su guía, en su esperanza.

Y pensar que todo comenzó porque Yoongi le tomaba fotografías a escondidas.

Ahora tienen una familia hermosa, que si bien no están casados, siguen siendo una familia, porque unos simples papeles no rigen ni dictaminan tu vida. Cada día se entregaban lo mejor de si unos a otros para demostrar que no era necesario ser perfectos para ser felices.

Min Yoongi y Park Jimin se amaban.

¿Y eso iba a cambiar?

Jamás.

Fin

Trasero Apetecible / YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora