Narra Miranda
Recién bajé del avión y me encuentro en el Aeropuerto de Madrid, hace media hora estoy esperando al hijo de la amiga de mi mamá, se llama Rubén Doblas Gundersen, es un famoso youtuber por así decirlo, que al parecer se le hizo un poquito tarde, las maletas me pesan un montón, tengo dos y están bastante llenas, supongo que debe tener un buen armario, sino no sé donde voy a meter toda esta ropa. Todavía no caigo en que voy a empezar a vivir con este pibe, ni siquiera lo conozco, bueno, en persona no lo conozco, sé que habla raro y que es medio subnormal, medio es poco, sólo espero que me deje hacer mi simple vida como siempre y no me venga con cosas raras.- Tú eres Miranda ¿No? - Escuché atrás mío, me di la vuelta y ahí estaba el boludo, me miraba con cara inexpresiva, estaba con un jean negro, zapatillas adidas y una campera bastante colorida, no estaba tan mal, bueno, estaba re bueno hay que admitirlo, BUENO NO, me calmo.
- Si, soy yo, y me parece que te tardaste un poco, una hora más o menos - Le dije apropósito, yo tenía un re frío y él re bien con su campera dejandome casi plantada en el medio del aeropuerto, me miró con cara de quépesadaquéesesta, agarró una maleta, le guardó las rueditas y se la colgó en el hombro, re tranquilo el pibe, ni un permiso, lo miré.
- ¡¿Qué esperas mujer?! Muévete que se hace de noche - Exclamó haciendome señas, al parecer estaba enojado o qué se yo, la cosa es que se la agarraba conmigo, ya me cayó re mal.
- Bueno, no me grités que no soy tus amiguitos ¿Escuchaste? - Me alteré ¿Quién se creía que era para hablarme así? Yo no le había hecho nada, bueno sí, usurparle la casa pero él también aceptó. Me ignoró y comenzó a caminar adelante mío, ya empezabamos mal.
Llegamos a la casa, después del incomodo momento en el auto ya que ni me hablaba, parecía que conducía un muerto. Entramos al edificio seguido del ascensor, otro momento todavía más incómodo al menos para mí, ya que a él no le importaba al parecer, sacó las llaves de departamento y abrió, empujó la puerta haciéndome una señal con el brazo para que pasara, al menos es un poco caballero cosa que no me esperaba, entré y era hermoso, todo muy lindo y prolijo, caminé por el breve pasillo y me encontré con un living, había una mesa con juguetes, peluches y regalos, un sillón y dos gatas una negra con blanco y otra media gris con negro y marrón, eran muy tiernas así que me acerqué para acariciarlas.
- ¡Ay que cositas más lindas! ¿Quién es una gatita hermosa? - Dije con voz de idiota, mientras acariciaba sus pancitas, escuché las rueditas de mi maleta y ahí estaba él, las apoyó contra la pared.
- Quiero que me oigas, aquí hay reglas - Dijo de lo más serio, yo me levanté medio wtf y me puse a su altura, estabamos un poco alejados - La primera, no quiero que entres a mi habitación cuando estoy grabando, ni cuando duermo ni nada, es prohibido tu paso dentro de mi cuarto ¿Vale?
- ¿Tanto porno tenés? - Pregunté y me reí, me miró enojado, creo que me fui de tema. Le hice una seña para que siguiera.
- Segundo, si vas a salir me avisas, no sea cosa que después te pierdas y yo no sepa, estás bajo mi responsabilidad - Remarcó con sus dedos las reglas, parecía una escuela de monjas esto - Tercero, cuando estoy con mis amigos ni te aparezcas, te quedas en tu cuarto y de allí no sales ¿No quiero nada de problemas? ¿Okay?
- Si si, cómo digas ¿Dónde está mi habitación? - Pregunté algo cansada y harta, lo miré desganada, este caminó por el mini pasillo, abrió una puerta y me hizo entrar, fue a buscar mis maletas y las tiró ahí mismo, cerrando la puerta tras él. Qué linda bienvenida, che.
Le mandé un mensaje a mi mamá, diciendole que estaba todo bien, no le iba a decir que nos llevabamos para el ojete así que, no la quería preocupar ni nada. Después le mandé un wpp a mi mejor amigo diciendole todo lo que había pasado desde que llegué, sí, mejor amigo, es gay y es como el hermano que nunca tuve, lo amo, muchos piensan que somos pareja y nada que ver, pero bueno. Apagué el celular y me acosté a dormir, la pieza era bastante linda.
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Conviviendo con una Argentina [Fanfic-Rubius] REEDITANDO
RomanceMiranda López, una Argentina de 21 años, es enviada a Madrid a convivir con el hijo de la mejor amiga de su madre, Rubén. Al no conocerse ninguno de los dos, se mantienen distanciados en el mismo departamento, cada uno por su lado, al principio se l...