Narra Miranda
Me desperté acostada en una camilla, miré a los costados y no había nadie. Era de día, no me acordaba mucho lo que pasó, pero sabía que estaba en el hospital con suero y un respirador nasal, me imagino que estaba toda ojerosa y pálida, linda imagen. Entró un médico.
- Buenos días Miranda, ¿Cómo te encuentras? - Me preguntó, mientras agarraba el estetoscopio y lo ponía sobre mi pecho.
- Bien, algo ahogada, siento que me cuesta respirar - Le dije como pude ya que mi garganta se sentía fatal, él asintió y se fijó en los monitores para luego de chequear todo hablar.
- Está todo bajo control, es normal que te cueste respirar, ya que tus vías respiratorias están irritadas e hinchadas, recuerda que has respirado una gran cantidad de gas butano, pero tus amigos te trajeron a tiempo, si no, ahora estarías en la morgue - Dijo riendo a lo último, yo reí levemente algo nerviosa - Pero tú tranquila, ahora te daré un papel con los medicamentos que necesitas y cómo debes cuidarte, será temporal hasta que te recuperes.
- Bueno, es algo grato de escuchar... Gracias doctor ¿Dónde están mis amigos? - Pregunté, aunque no eran ni siquiera mis amigos pero quería saber qué onda con ellos y cagar a pedos a Rubius por casi matarme.
- Están en la sala de espera, ahora les diré que pasen por separado, en unos segundos volveré para que te den una inyección y en unos días ya puedes irte ¿Vale? - Dijo y asentí, me quería matar, pasar días acá, la puta madre.
Narra Rubius
No había dormido en toda la noche, sólo he vuelto a casa para bañarme y cambiarme la ropa. Estaba exhausto sentado en la sala de espera, con las piernas estiradas y con mi móvil mientras miraba las menciones en twitter de las criaturitas, Mangel había ido por café con Cheeto, cuando salió el doctor.
- Familiares de Miranda López - Preguntó este, yo me levanté y me acerqué a él.
- Aquí estoy ¿Ella se encuentra bien? - Pregunté algo impaciente, desde ayer que entraban y salían sin decirme nada.
- Por supuesto, ya la he revisado y está todo bajo control en unos días le dan el alta, luego le daré un papel con los medicamentos y cómo debe cuidarse temporalmente, puedes pasar a verla - Dijo y se retiró, yo me acerqué a la puerta y lentamente la abrí, ella estaba mirando las agujas clavadas en sus brazos y mano, eran del suero, se dio vuelta y me miró.
- Hola - Dijo indiferente, volvió su vista a sus brazos, yo me senté en la silla al lado de la cama, la observé.
- Yo lo siento, enserio, no sabía que estaba esa puta fuga de gas en tu habitación, ni bie - No me dejó terminar ya que me interrumpió.
- Ya está, ya pasó, no me pidas perdón, es al pedo, vos no sabías que estaba esa fuga, así que no te sientas mal, aparte en unos días salgo y va a volver a ser todo como normal, pero arreglá eso porque yo acá otra vez no quiero estar, ya me tengo que quedar y no está bueno - Dijo e hizo un gesto con su rostro, entró una enfermera junto con el doctor anterior, preparó una jeringa, Miranda suspiró y levantó su mentón cerrando sus ojos. Me sentía culpable, tomé su mano y la apreté despacio, ya que tenía el suero.
- Es en el...- Dijo graciosa la enfermera, ya me imaginaba donde, en sus nalguitas, yo reí al ver la cara de pánico de Miranda.
- ¿Vos de qué te reís? Mirá para otro lado o salí - Me dijo algo enojada, yo levanté mis brazos y me puse contra una pared de espaldas para no ver, escuché un quejido de parte de ella, me di la vuelta y Miranda gritó.
- ¡NO! DATE VUELTA, BOLUDO - Cuando dijo eso no pude evitar estallar de la risa, se encontraba en cuatro, igual le tapaba el camisón que traía, la enfermera junto al doctor también se reían. Se volvió a recostar normal y me miraba enojada, me volví a sentar.
- Tranquila, no he visto nada, como si te quisiera ver a ti - Dije con aires superiores y esta rodó los ojos, la enfermera se retiró y el doctor me entregó un papel.
- Bueno escuchen bien, nada de cigarros ninguno de los dos, ya que si tu Rubén, fumas ella se tragará el humo y no sanará bien, al menos que sea en un lugar abierto, pero sería mejor que no - Yo asentí y miró a Miranda - Cuidado con las comidas o líquidos calientes, te irritan la garganta al igual que los muy fríos, todo tibio, date baños de vapor lo más posibles que duren bastante para descongestionar tus pulmones, después lo demás esta en el papelillo ¿Vale? - Recalcó y asentimos, este se marchó y nos quedamos solos nuevamente.
- ¿Te vas a quedar conmigo hasta mañana? - Preguntó, mientras comía el puré de manzana que le habían traído.
- Es mi deber, estás bajo mi responsabilidad, ya he avisado a tus padres sobre lo que sucedió - Le comenté, me miró - Me han dicho que quizás vendrán a verte el fin de semana que viene, para hablar de lo que pasó y otras cosas.
- ¿No te dijeron nada a vos? - Me preguntó mientras metió un bocado de puré en su boca.
- Me dijeron que fue irresponsable de mi parte y que no se repitiera más - Dije riendo algo incómodo, ella sonrió de lado, dejó el potesito de puré en una mesita de al lado, y como pudo movió su mano hasta mi mejilla, acariciándola con su pulgar, cerré mis ojos, su mano era suavecita, creo que Ust se apoderaría de mi body.
- Bueno, los voy a esperar entonces, mañana les mando un mensaje - Dijo, aún con su mano en mi mejilla, abrí los ojos y la miré.
- UST UST UST - Comencé a decir de una forma rara, mientras movía mis dedos *Miren el multimedia*, Miranda se reía pero tosió un poco. - Perdona esto, lo siento, no quería que termines en esta cama llena de cables, la fuga ya está arreglada.
- Dejá de lamentarte hombre, ya pasó lo peor ¿Fuiste a casa? - Me preguntó, yo asentí.
- He ido para bañarme y te traje ropa para mañana, oh y esto - Saqué a Charmander de mi campera, ella sonrió y lo agarró con cuidado. - Dale calooooh Charmander, dale calooooh - Dije casi susurrandolo, esta volvió a reír pero más despacio para no agitarse.
- ¿Para qué lo trajiste? - Me miró con un sonrisa, apretujó al peluche riendo.
- Para que tengas a alguien que te dé caloh por la noche muhé - Reí al decir eso, me llegó un mensaje de mi Mahe diciendo que se iba para su casa con Cheeto, que no quería interrumpir, le contesté y seguí hablando con Miranda.
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Conviviendo con una Argentina [Fanfic-Rubius] REEDITANDO
RomanceMiranda López, una Argentina de 21 años, es enviada a Madrid a convivir con el hijo de la mejor amiga de su madre, Rubén. Al no conocerse ninguno de los dos, se mantienen distanciados en el mismo departamento, cada uno por su lado, al principio se l...