CERO

15.5K 1.3K 2.3K
                                    

— Abre más la boca princesa — acarició sus cabellos, viendo con lujuria como se traga su pene con dificultad. Se notaba que era nueva en estas cosas — ¿Podrás con un poco más en tu boca?

Empujó su erección más adentro de la cavidad bucal de aquella morena que se encontraba de rodillas, dándole una simple y poco satisfactoria mamada. Cerró los ojos en forma de queja al sentir el roce de los dientes y, a los segundos después, sintió como la palma de la chica golpeó reiteradas veces su pierna, pidiéndole que se detuviera entre sollozos. Maldita sea, se quejó

— Vístete — ordenó totalmente fastidiado sacando su pene de sus labios, metiéndolo como pudo en su bóxer mientras arreglaba su pantalón.

— ¿No vamos a hacerlo? — preguntó inocentemente, limpiando los rastros de saliva y pre-semen de su boca.

— Lo lamento cariño, sé que deseas que te la meta, pero eres tan mala dando una mamada que no quiero averiguar lo mala que debes ser en el sexo.

— Pe-pero

— Adiós.

Salió del lugar lo más rápido posible, y ya poco le importaba si el demás personal de la tienda se enteraba de que tuvo sexo oral con una de las trabajadoras del lugar, estaba demasiado enojado como para tomarle importancia y ponerse a discutir.

Llegó hasta el auto que estaba estacionado afuera del restaurante y entró en él, recibiendo al instante una lata de cerveza que uno de sus amigos le alcanzó ni bien había ingresado. Las cosas eran simples, se suponía que Hyunjin tenía que follarse a una trabajadora de este lugar para que luego los demás fueran con otras, y así hasta que cada uno termine por quedar satisfecho, más no sucedió como lo habían planeado. Todo había sido un jodido desastre.

— ¿Y bien? — el chico de cabellera larga se giró a ver al de ojos felinos — ¿estuvo bueno?

— Fue una mierda, ni siquiera se la metí — se oyeron risas de las personas que estaban detrás, igualmente bebiendo una lata de cerveza y en disfrute de las desgracias de su amigo — no supo ni cómo hacerme una mamada, lo peor de mi día, por eso salí rápido de ahí. — tomó un sorbo de su bebida, ignorando el canturreo de los de atrás — Mejor vayámonos a casa, no quiero estar aquí, estoy frustrado.

— Joder, pobre Hyunjin — habló el chico de cabellera negra — es su tercera vez en la semana, te compadezco hermano, que feo caso.

— Ya deja de molestarlo Changbin — habló ahora el rubio, que andaba tecleando en su celular — Hyunjin tendrá suerte la próxima vez, no creo que tenga una mala racha.

— Bueno, Chan tiene razón, de seguro y hallas a alguien que si te complazca — el castaño puso en marcha el auto, empezando a conducir hacía la estancia que compartían juntos — ¿Y no han pensado en lo que les dije?

— Si te refieres al gasto que hice para obtener un saludo de la chica que muestra sus pechos por directo, ya mencioné que va por mi cuenta — habló Hyunjin.

— Puta madre, no — se quejó entre risas — me refiero a comprar servicios sexuales de la página que nos recomendó mi amigo.

— ¿No que no, Minho? — cuestionó Changbin — Ayer andabas diciendo que no necesitas pagar a alguien para que te chupe la verga ¿y ahora?

— Pero es que no es tan mala idea — habló el rubio — estuve viendo la página ayer y pues, los paquetes que ofrecen, más lo modelos que hay, están demasiado tentador. Miren a este — muestra a sus amigos, menos a Minho, la foto de un chico que llevaba solo un camisón blanco con medias negras y largas hasta más arriba de la rodilla — son lindos y tienen un bonito cuerpo.

SÍ  O  NO  | HYUNINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora