SIETE

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— ¿Vas a llevar algo?

— No sé qué comprar — respondió un tanto incómodo — ¿Puedo llevar uno de estos?

— Claro, tómalo y ponlo en el carrito, iré por unos snacks de allá, espérame.

Jeongin asintió y vio como su hyung se alejaba de él poco a poco. Tomó esa bolsa de papitas picantes y la metió al carrito como le había indicado, caminó lento a ver otro estante con más cosas, pero nada parecía llamar su atención.



"Tú ganas"

¿Qué era exactamente lo que había ganado? No lo entendía.



"No habrá nadie más a partir de ahora ¿Ok? Solo serás tú"


Mentira, se dijo así mismo, porque enserio que costaba demasiado aceptar esas palabras como ciertas. Entre los recuerdos del pasado y los del presente, siempre había una duda que ponía su mundo de cabeza: ¿Por qué me importa que sea una mentira o no? Para el pequeño Yang el haber pasado por esos días tristes y enojados por culpa Hyunjin eran solo indicios de una simple molestia absurda debido a la falta de consideración a su trabajo como sumiso, lo cual era muy lejano a lo que le decían sus amigos, pues no consideraba que sea un gusto más allá de lo laboral. El pasado bien marcado que experimentó al ser constantemente la opción no elegida, la no deseada y la olvidada, no le dejaban ver más allá de sus primeras perspectivas, siempre tiene que ser la última opción. Aunque era ilógico que no admitiera que sentía cierta atracción por su hyung, pero es la misma atracción que sentiría cualquier persona si lo tuviera en frente, sus facciones son totalmente hermosas de apreciar y estaba claro que sólo era una tonta atracción física y sexual.

"lo prometo"

No quería que me prometas nada, se quejó internamente al verlo acercarse a él con unas cuantas bolsas. Someterse a alguien por compromiso no era lo mismo que sentir la necesidad de quedarse porque te guste esa persona, y Jeongin pensó tan sólo por un minuto en aquella noche en que empezó su guerra interna y se dio esa promesa, en lo inmaduro que fue exigirle que no se viera con nadie cuando él no estaba en el derecho de obligarle a que permaneciera solo consigo.

— Ya está, vamos a pagar esto rápido para ir saliendo a casa de una vez o se nos hará tarde — el contrario asintió — ¿pasa algo?

— No, no es nada — tomó el carrito sonriendo leve y dirigiéndose a una caja que estuviera libre — ¡mira, ahí hay una libre!

Sencillamente no era nada complejo, solo era su deber y la inevitable atracción física, además de egoísmo por no querer que nadie más tenga lo que él tiene. Sí... Solo era eso.

 Solo era eso

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SÍ  O  NO  | HYUNINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora