— Minho, ¿Estás seguro de esto? No quiero molestar a tu familia, creo que ya es demasiado con lo del miércoles, mejor vámonos a casa.
— Tonterías, eso no fue suficiente, si mi padre te ha invitado a la fiesta es porque algo trama y pienso averiguarlo — Jisung agachó la mirada un tanto preocupado — todo va a estar bien, no te preocupes Hannie.
— Minho...
— Solo será un rato ¿sí? Luego te llevo a donde quieras, lo prometo — asintió aún con los labios abultados — beso — ordenó.
— Mi-Minho, estamos fuera de tu casa.
— ¿Y? — recibió un empujoncito por parte del más bajo — vamos Jisung, no me dejes así — le hizo piquito — beso.
— Eres un bobo — se acercó a los labios de su pareja y le plantó dos besitos chiquitos — ¿Feliz?
— La próxima serán tres ¿Ok? — Jisung se rio — entremos.
— Sí — se sujetó del brazo del castaño y le siguió el paso.
Empezaron a caminar dentro de la casa en busca de los señores Lee, de la otra esquina apareció una empleada de la casa, quien les saludó cordialmente y volvió a su camino llevando un florero con hortensias. La mano del peliazul jugueteaba con la de Minho, pues sabía que esa empleada en especial era la que los cubrió en dos ocasiones cuando lo hicieron en el cuarto de los huéspedes, Jisung se sentía algo avergonzado. Siguieron su camino omitiendo lo anterior y llegaron al patio, se veían a todos los presentes luciendo de elegantes trajes y vestidos, algo que puso nervioso al menor, su atuendo no era caro y apenas logró conseguir uno para el día de hoy. Había descartado la idea de pedirle a Minho que le comprase ropa, le daba vergüenza y ya le había mentido diciendo que tenía todo listo, tonto.
La mirada de una mujer y una muchacha a su persona le hizo agachar la mirada, se estaban riendo de él.
— ¿Qué pasa Hannie?
— Nada, no es nada.
— ¿A quién mirabas? — fijó su mirada hacia la mujer que no dejaba de verlos — disculpe ¿se le perdió algo? Hace rato que lleva viéndonos de esa manera y me molesta — la mujer no dijo nada, solo apartó la mirada fingiendo no oírlos — si es porque quiere que me fije en su hija, lo mejor es que se retire del lugar, porque no es para nada mi tipo.
— ¡Minho!
— ¿Qué? — Jisung se quejó mirándolo con molestia — Hannie, esa vieja de mierda nos estaba viendo mal en mi propia casa.
— Como sea, no puedes provocar problemas en la fiesta de tu padre — le dejó un besito en la mejilla izquierda del mayor — ya pasó ¿Sí? Solo ignoremos todas las miradas que nos den.
— Me parece perfecto — nalgueó a Han haciendo que el contrario diera un pequeño brinquito — ya te andan viendo y quiero dejar en claro que eres mío.
— ¡Por dios Minho! — se quejó avergonzado — no hagas eso, ya basta.
— Eso no dices cuando estamos solos — ambos rieron volviendo a enlazar sus manos — vamos a buscar a mis padres.
— Okey~
Caminaron hasta el pasadizo de la enorme casa del castaño a la par que conversaban sobre sus planes después del almuerzo que tendría con los padres del mayor.
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