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Narrador omnisciente:
-Lydia?- preguntó Oliver finalmente.- Q-que haces aquí?- preguntó sorprendido.

La chica no lo miró.
-No tengo sueño.- dijo con simpleza.

Oliver dudaba en acercarse o no, finalmente esas piernas hicieron que caminara hasta donde estaba ella.
-Veo que no soy la única que le gusta jugar quidditch de noche.- dijo finalmente.

-Juegas de noche?- preguntó este sorprendido a lo que ella río.- Bien pues...juguemos.

Ella lo miró y se levantó quedando cara a cara con él.
-Una carrera hasta el lago negro. Quién pierda tendrá que cumplir un reto, puesto por el otro.- propuso el chico a lo que Lydia asintió.

-Bien.- dijo ella con una sonrisa.
-Espera...- dijo Oliver agachándose, entonces, le desató el cordón a la chica y salió volcando.

-Oye! Eso es trampa!- dijo está más atrás algo molesta. Oliver solo reía, pero necesitaba ganar esa carrera.

En el trayecto el chico pensaba y aveces miraba hacia atrás. Los dos subidos en sus escobas, solos, contra el mundo, solo ella y él.

Cuando el chico llegó al final del trayecto, se sentó y esperó a que la chica llegara.
-Eres un tramposo Oliver Wood.- dijo está riendo.- No conocía esa parte de ti.- terminó por decir mientras se sentaba a su lado.

-Créeme que no me has conocido aún...soy una caja de sorpresas.- respondió el chico con una sonrisa.

-Ah si? Entonces cual es mi reto?- preguntó mirando el cielo a lo que Oliver la miró de reojo.

El chico sonrió satisfecho, estaba a punto de llevarlo todo al límite pero tendría que arriesgarse.
-Bésame.- le dijo mirándola.

Lydia abrió los ojos y lo miró de vuelta.
-Q-qué? Enserio?- preguntó ella con una sonrisa divertida en el rostro.

-Qué? Acaso te vas a acobardar?- preguntó el chico pero no hubo ningún tipo de respuesta posible.

La chica unió sus labios con los del chico en un cálido beso donde Oliver tuvo que reaccionar unos segundos para saber que estaba besándose con Lydia, la chica que le volvía loco desde mucho tiempo.

Sus labios combinaban a la perfección, el ambiente era perfecto, los dos solos y la luna llena que hacía reflejo en el lago.

La chica sentía mariposas en su interior al igual que el chico que la acercó más a él.

Al separarse, Lydia rió.
-Y bien?- dijo ella con una sonrisa divertida mientras miraba los labios del chico.- Qué tal lo he hecho?

-Creo que lo deberías hacer otra vez, ya sabes para asegurarnos de que lo has cumplido.- dijo Oliver acercándose de nuevo.

Lydia inmediatamente le correspondió el beso con más pasión y sensaciones extrañas que sentían en esos momentos. Sentían que el corazón iba a salir y todo era perfecto en ese momento.

Cuando el chico quiso profundizar más, Lydia se apartó y se levantó, subiéndose a su escoba.
-Vamos Wood!- dijo con una sonrisa para salir volando.

-Wow.- soltó el chico con una sonrisa en su rostro aún procesando lo que acababan de hacer.

Así que se levantó de inmediato y también se subió en su escoba siguiendo a la chica que ahora iba en cabeza.

Sentía mariposas en todo el cuerpo, estaba eufórico y se tía que en cualquier momento podría gritar de alegría.

Esa sensación que nunca tuvo, Lydia había conseguido sacar todo de Oliver.

Ella le hacía feliz.

Cuando entraron por el bosque, se puso a llover sin embargo que ellos siguieron riendo, y disfrutando del momento.

Al ver que la chica se bajaba de su escoba en un lago, el chico la siguió y la miró algo extrañado.

-No es hermoso?- preguntó con una sonrisa a lo que Oliver se acercó a ella.
-Desde luego.- dijo para tomarle la barbilla y levantarla un poco, con tal de llegar a los labios de la chica de nuevo.

Llegaron al punto de que Oliver pasó su manos a la cintura de esta y la chica empezó a acariciar el pelo de este, despeinándolo.

Cuando no les quedaba aire en los pulmones, se separaron, sin embargo, Lydia lo abrazó y Oliver no podía sentirse mejor. Sentía que podía protegerla de todo y de cualquiera.

Por un momento, por una noche, Oliver se había olvidado del quidditch.

-Oliver...- dijo de repente ella.
-Si?- preguntó este mirándola.

-Mi escoba. No está...- dijo ella preocupada.- Qué hago? He perdido mi escoba!? Cómo ha pasado? No...no, esa escoba no puede desaparecer, es mi escoba!

Oliver y Lydia empezaron a buscar la escoba de la chica sin para hasta que el Gryffindor la encontró, más bien las encontró.
-Lydia...- dijo algo triste enseñándole los pedazos de la escoba.

-Como ha pasado!?- preguntó la chica.

De repente se escuchó un rugido, un ruido proveniente de los arbustos que habían no muy lejos de ellos.

-Podemos ir los dos en la mía.- le dijo Oliver sonriendo, a lo que Lydia lo miró.

Ella río pero aceptó.
-Si que sabes aprovechar oportunidades campeón.- dijo pero cuando escucharon de nuevo el ruido que estaba más cerca se subieron de inmediato.

Durante el trayecto, Oliver solo quería que no se acabara, no quería que Lydia se fuera de su lado...era mágico.

Cuando llegaron a la torre de astronomía los dos estaban completamente empapados.
-Vaya...creo que tendrías que cambiarte.- le dijo el chico mirando a otro lado al ver que la chica llevaba una camiseta blanca.

Como no se había dado cuenta antes?
-Tranquilo Wood...no hay que alármese.- dijo riendo la chica.

-Aha.- respondió el chico y se puso más nervioso cuando sintió que se acercaba a él.
-Lo he pasado muy bien...gracias.- le susurró en la oreja.

Lydia finalmente se fue y dejó a Oliver solo, pesando y procesando todo lo que había pasado en solo una noche.

Había besado a Lydia...la había besado y ahora se sentía el chico más afortunado que podía existir.

damm pride (Oliver Wood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora