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Narrador omnisciente:
La segunda guerra empezó cuando Hermione y Ron rompieron la copa de Hufflepuff en la cámara de los secretos, destrozando unos de los últimos horrocruxes de Voldemort.

Oliver no se dio cuenta de que pasaba cuando ahora se encontraba en medio de una batalla, junto todos sus compañeros y amigos, ellos contra centenares de mortífagos. 

Era realmente una locura como todo pasaba en cámara lenta como si de una película se tratara.

Con la ayuda de Remus y más gente estaban llevando bien la situación, y lo tenían todo controlado.

-Oliver! Céntrate!- le dijo Tonks pues le acababa de salvar de una posible muerte.

El chico de veía distraído, como si estuviera buscando a alguien con la mirada pues por más que se lo dijeras, Oliver no se rendiría tan fácil en encontrar a la chica.
-Lo siento! Lo intento!- dijo mirándola, entonces fue cuando vio alguien detrás de la chica.- Tonks cuidado!

Tonks no pudo ni tomar un último respiro cuando vio a Bellatrix sonreírle y lanzarle un "avada kedavra" final causándole la muerte inmediata.

-No!- gritó Oliver escondiéndose de ella pues no se veía capaz de derrotarla por sigo mismo.- Tonks... no...- dijo mirando su cuerpo en el suelo.

A continuación, el siguiente gritó de dolor desgarrador llamó la atención del chico y todos los presentes de ahí. Remus no tenía fuerzas para utilizar el otro brazo y combatir con su varita.

En ese momento llegó un golpe definitivo por la espalda y sintió su cuerpo temblar y caer al suelo de golpe, Remus había sido atacado por la espalda.

-Remus! Remus! No!- gritó ahora Lydia detrás del hombre que acababa de matar a Remus.- Expulso!- dijo para ir donde se encontraba el cuerpo pero antes de eso Oliver corrió hacia ella y la empujó, sin hacerle daño hacia otro lugar, no estaban seguros en ningún sitio.

-No! Suéltame! Suéltame ahora!- decía esta intentando ir junto Remus quién yacía en el suelo, con la varita en la mano y su cabeza en dirección a Tonks quién estaba con los ojos cerrados no mucho más lejos de él.

-Lydia por favor...- le dijo Oliver abrazándola y sintiendo como todo su cuerpo temblaba.

-Oliver.- dijo ella llorando.- Has venido.- dijo como podía.

Los chicos se miraron y el chico no pudo sentir más pena por ella cuando vio el dolor reflejado en su mirada. Estaba sufriendo mucho.

-Juntos?- le dijo el chico intentando ser fuerte, limpiándole las lagrimas con su jersey a lo que ella asintió.
-Siempre.- respondió tomando su varita con fuerza.

-Ayuda por favor!- gritaba George mientras corría hacia su gemelo, quién se encontraba en el suelo.- Mierda Fred! No!- dijo yendo donde se encontraba él.

Inmediatamente Lydia corrió donde se encontraba este y George llorando de la desesperación, de ninguna manera era posible que eso pasase.

-Fred! Freddie, vamos... tu no... no puedes morir ahora!- dijo ella colocando su cabeza en su pecho para ver si aún respiraba.

Oliver quién también había ido con ellos abrazó a George quién temblaba y no quería dejar a su gemelo.

Cuando ambos chicos vieron como Lydia empezaba a llorar en el pecho de este supieron que algo malo había pasado, sin embargo de repente Lydia se levantó tomando su varita rápidamente y apuntó a Fred.

-Anapneo.- dijo mientras lloraba.- Vamos Fred... respira maldición!- dijo ahora la chica haciéndole compresiones.- Maldición Fred despierta!- gritó desesperada haciéndole una compresión más fuerte provocando que el pelirrojo quién se encontraba en el suelo empezara a toser.

Fred abrió los ojos y se encontró con las imágenes de Lydia, Oliver y George llorando.

-Chicos...- dijo cuando ya se encontraba con condiciones de hablar.

Mientras eso pasaba, Voldemort había llamado a sus secuaces y llamando a Harry quién decidió entregarse lo mató acabando finalmente acabando con la profecía y ganando la segunda guerra mágica.

-Todos nuestros amigos y familiares no han muerto en vano.- dijo Neville colocándose al frente de todos.- Harry no lo ha hecho, sin embargo tu si que lo harás por que no nos rendiremos.- dijo sacando la espada de Gryffindor del sombrero seleccionador dispuesto a atacar al señor tenebroso.

-Potter!- gritó Draco entregándole la varita cuando Harry se soltó de los brazos del semi gigante que lo cargaba en brazos.

Lydia, junto los gemelos y Oliver salieron a ver que ocurría y sonrieron cuando vieron que Harry no había muerto.

-Listos para la segunda ronda?- preguntó Oliver sacando una carcajada a los gemelos y Lydia.

-Si es con vosotros, siempre.- respondió la chica preparada para seguir luchando.

-Bueno, solo teníais que pedirlo, digo que no me negaría.- admitió Fred ganándose una colleja de parte de George.- Oye, más respeto, casi me muero.

-Y aún puedes morir si no nos ayudas, idiota.- le dijo George sonriéndole.

Y mientras todos seguían luchando no solo por ganar la batalla sino por las personas que los habían acompañado a todos y ya no estaban Harry se enfrentaba al mismo Lord Voldemort.

Se lo debían aquellos familiares, amigos, y compañeros que acababan de perder la vida intentando luchar.

Cuando finalmente Neville le cortó la cabeza a la serpiente acompañante del señor tenebroso, matando la última parte del alma de Voldemort, el azabache pudo finalmente derrotarlo de una vez por todas.

Lydia miró a todos para pasar su mirada a Oliver quién le entrelazó su mano con la suya.

-Ha acabado?- preguntó Oliver con una sonrisa a lo que la chica volvió a mirar todas las personas que se encontraban ahí.

-No, nada de esto ha acabado.- dijo dirigiéndose donde se encontraban todos los cuerpos de sus amigos y compañeros.

Se quedó mirando a Remus y Tonks quiénes se encontraban juntos, ambos... la chica no pudo aguantar llorar pues, ellos habían sido muy importantes en su vida.

-Lo siento tanto...- dijo ella abrazando a Oliver quién no dudó en corresponderle.- Siento no haber podido hacer nada...

-Lydia, escúchame por favor.- dijo el chico mirándola.- No has podido ayudar a todos, es triste pero no ha sido tu culpa, entiendes? Además, también has ayudado a otras personas.- dijo ahora mirando a Fred quién abrazaba a su madre y a su padre.

Fue cuando la chica se recordó de algo que le dolería infiernos hacer. Sin embargo debía.

-Oliver, necesito ir a casa.- dijo mientras caminaba hacia la salida.

El chico sabía a lo que se refería y obviamente la iba a acompañar donde ella fuera.

damm pride (Oliver Wood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora