Eres mía (Bakugou & Tú)

cap 37: La llegada de Noah

Bakugou: durmamos en la ultima habitación.

Tú: está bien, sera más cómodo.

- Ambos entramos a la habitación y él enseguida se lanzó a besarme pegando su cuerpo al mío. -

Bakugou: cálmate, recién llegamos, controlate.

- Dijo con los ojos cerrados mientras me besaba. -

Tú: el que se debe controlar eres tú.

Bakugou: lo sé, me lo dije a mi mismo.

- Sus manos fueron directamente a mi trasero y me miró unos segundos, se sentó en la cama estirando sus piernas, apoyando parte se su espalda en el respaldo de la cama y se quitó su sudadera. -

《Voy a morir de lo bueno que está. Gracias universo por darme de novio a este chico.》

- Me senté encima de su cadera y lo besé, le gustó tanto que me volvió a besar. -

Bakugou: no tienes idea lo difícil que es controlarme en estos momentos, zorrita.

Tú: solo vinimos a dormir aquí, nada más.

- Dije bajo y comencé a besar su cuello aun sentada encima de él. Bakugou simplemente me dejó hacerle las marcas en el cuello que tanto le gustaban, disfruté de tocar y besar su abdomen. -

Bakugou: te quejas cuando te dejo un simple beso marcado en el cuello, y mira la cantidad de chupones que me hiciste.

- No supe como responder por lo que solo di una sonrisa que el me devolvió y me lancé una vez más a besarlo pero esta vez con locura luego de haber visto la sonrisa de mi chico. Poco a poco comencé a notar cada vez más su desesperación por seguir besandome y pegando mi cuerpo a él, tanto que puso su mano en mi nuca y  a controlar el beso con mucha más intensidad y deseo, desesperado por más. -

Tú: ¿Estás bien? Es la primera vez que te veo tan así... pero me encanta.

《Es como si se estuviera desesperando por mi y por seguir besandome, se siente bien.》

- Bakugou movió mi cadera más atrás pegandome lo mayor posible a él, haciendo que sienta todo. -

Bakugou: así de caliente me tienes desde que te sentaste arriba de mi después de tanto tiempo. Me estas volviendo loco, zorrita.

Tú: seré directa, ¿quieres hacer el amor?

Bakugou: quiero seguir besandote, preciosa.

- Y así pasamos un buen rato besandonos y nos acomodamos disimuladamente de tal manera que cualquier movimiento que hiciéramos terminaramos frotando nuestras intimidades entre si, ambos nos habíamos puesto demasiado calientes. -

Bakugou: tienes la boca colorada de lo mucho que nos besamos boba.

Tú: tú también... ¡Ay, amor, te cortaste el labio!

- Me estire para agarrar un papel para limpiar su boca y él apretó más mi cadera contra él, me hice la boba como ambos nos estuvimos haciendo todo este tiempo. -

Tú: ¿No te arde?

Bakugou: ahora sólo lo siento un poco inflamado, dolió un poco cuando me mordiste y ahí me di cuenta que se me abrió el labio.   

Tú: lo siento, ¡¿por qué no me avisas?!

Bakugou: no iba a parar nuestro beso por abrirme el labio, idiota. Ni siquiera me duele

- Limpie la poca sangre que salía mientras él me hablaba mirandome la boca y luego los ojos y me robaba cortos besos. -

Tú: quedate quieto. Dios, que bruta soy, perdón.