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4 de agosto de 1944
10:30 A M.«Narra Ana en su mente»
La gestapo, así se les llama a los soldados alemanes de la ciudad. Han venido a buscarnos al anexo secreto dónde viví por tanto tiempo, están tirando todo al suelo y el anexo entero es un desastre, incluso los están agarrando a todos a empujones y llevándolos al salón principal, por suerte a mí y mi hermana mayor no me nos han encontrado.
—Llevamos cinco, Faltan tres. —Le dice un soldado a otro, entre esos tres que faltamos estamos margot y yo, la cual estamos escondidas detrás de un clóset en una habitación.
—Nos van a encontrar Ana. —me susurra mi hermana.
—Shhuuu. —Hago para que se callé poniendo un dedo en mis labios.
—¿¡Quién está aquí!? —un soldado entra en la habitación y de dos golpes voltea las dos camas que la componen. Yo rezo a Dios para que no revise detrás del closet en el que estamos nosotras.
Por desgracia, parece que Dios no escucho mis súplicas y el hombre tumba el clóset quedando nosotras a su vista.
—¡Aquí están! ¡hijas de perra! —nos agarra a ambas por el cabello con fuerza, y tras empujones nos saca de la habitación a ambas llevándonos al salón principal.
—Encontré al que faltaba. —dice otro nazi que trae tomado por el cuello a Peter, mi querido Peter.
—Yo encontré a estas dos escondidas detrás de un clóset. —
dice el soldado que nos encontró señalando, Margot me mira muy asustada, la pobre tiembla de miedo mientras que yo intento mantenerme firme ante todo.Los ocho ya estamos en el salón principal con las manos elevadas por órdenes de los soldados, esperamos unos minutos mientras ellos buscan por todo el anexo cosas de valor: dinero, relojes, collares, comida entre otras muchas cosas que les sirva de utilidad, lastimosamente encuentran todo lo bueno que teníamos y además de eso, mi estuche militar que me regalo pin (mi padre) era de él cuando fue soldado en la primera Guerra.
Dentro de ese maletín, está mi diario, mi objeto más preciado dónde a escondidas relaté y narré estos dos años y medio que estuvimos escondidos.
El soldado que lo trae en sus manos lo abre y tira todas mis hojas y papeles al suelo. Una lágrima recorre mi mejilla, Quiero gritar: ¡Mi diario! ¡Kitty está escrita en él! ¡Estuvo conmigo todo este tiempo! y fue el único que me logro consolar en el encierro absoluto.
Pero no, no es así, muero por ganas de gritar. Pero hago el esfuerzo por mantenerme callada y no saltar encima de él para arrebatarle mis papeles, Margot me aprieta la mano porque ella sabe que ese montón de papeles son importantes para mí, creo que aparte de ella ninguno de los escondidos lo sabia.
—¡Empacar sus pertenecías necesarias, ¡Ya!
Margot y yo tomamos nuestras antiguas mochilas del colegio y metemos nuestra poca ropa que tenemos, definitivamente es muy poca y de mala cálida, la mayoría de las camisas me quedan al ombligo.
Me pongo el mejor par de zapatos que tengo color rojo; salgo y noté que Pin y mamá están listos con sus ropas de viaje ¿a dónde nos llevaran? No lo sé, quisiera llevar mi diario conmigo ¿pero para qué? ¿Valdrá la pena? me lo quitaran los nazis o eso creo, al igual mis estrellas de cine pegadas a la pared de mi cuarto, pero es mejor dejar aquí mis recuerdos para tenerlos cuando vuelva, si es que regreso algún día después de la guerra.
Nos sacan a los ocho del anexo a través del armario giratorio que nos separa de la empresa de gelatinas Opekta. Puedo notar que algunos de los empleados están boca abierta por nuestra estancia en el anexo secreto, ellos no saben o no se imaginaban que estábamos ahí, pero lo que me preguntó es ¿Quién nos delató y llamo a la gestapo? tiene que ser alguno de ellos... O eso creó, tienen unas caras de asombró y miedo a la vez, yo también la tendría en su caso siendo sincera. Ayudar a esconder a judíos en está época es algo muy peligroso para cualquier persona, incluso podrían darle el castigo de la pena de muerte, por eso ellos están así muertos de miedo.
No veo a Miep. Ni tampoco a Bep, el señor Khoopuis tampoco está, ellos son los empleados que nos ayudaron a nosotros para poder escondernos y de seguro los deben estar investigando, Solo ellos sabían que atrás había un anexo secreto, Pero como pensé antes también el resto de empleados pagaran un castigo posible por nuestra culpa. Por qué quizá eran cómplices nuestros desde el punto de vista de los Alemanes nazis.
Terminamos de salir de la empresa a empujones y golpes los ocho, soy la última que sale por la puerta.
La puerta que duré dos años sin atravesar. Veo la luz del sol de un amanecer deslumbrar mis ojos, el ambiente está fresco y por fin después de dos años respiro aire puro, esperé por este momento cómo nunca, lo anhelaba como a nada, pensé que nunca llegaría, ya había perdido la paciencia; pero ese día que tanto anhelaba ya llego, no soy libre, salí por los nazis no porqué término la guerra. Yo quería salir y que la guerra hubiera acabado para no seguir con estos prejuicios, pero ha sido inútil desear tanto... Al menos escondernos nos sirvió de gran ayuda para vivir en calma dos años. quizás si no lo hubiésemos hecho ya para la fecha y el tiempo que se lleva de guerra ya nosotros ocho podríamos estar muertos.
—¡Muf!...¡Muf! ¡Suban al camión rápido! Todos al camión. —nos grita un soldado que estaba afuera.
Toda la gente que camina por las calles nos mira con miedo. Con odio, con un poco de lástima a la vez... De seguro ya esos holandeses han visto cómo descubren a otros muchos judíos que han sacado de sus escondites todos estos años. Así como ahora lo están haciendo con nosotros.
Por lástima.
Subo con miedo al camión, los demás también suben y los soldados cierran las puertas dejándonos en plena oscuridad, todo esta muy oscuro y logró sentir la misma claustrofobia del encierro de hace dos años atrás.
Estás no serán vacaciones de sol en la playa comiendo helado. Solo con pensar en campos de concentración pienso en lo peor, miles de personas los habitan y son terrenos con muy poco higiene... Eso dice la radio que solíamos escuchar.
Miles de personas hacen largas filas día a día para conseguir un poco de agua. Y la comida también se dice que es muy escasa. Lo peor y que más temor me causa es que nosotros nos dirigimos a esos campos, solo quiero que permanezcamos juntos.
El camión avanza y digo casi en susurro.
¡Adiós mi querida kitty!
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Saludos amigos míos :)
Editando la historia ando :3
Los quiero un mundo y espero que les guste las nuevas cosas que le voy a ir añadiendo poco a poco.
Tatatatan
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ANA FRANK EN LOS CAMPOS
Ficción histórica(BASADO EN UNA HISTORIA REAL)√ [Terminada] Ana frank, es una niña de origen judío que vive en el año 1944, en la antigua europa que fue dominada por el regimen nazi por mucho tiempo. Ella es judía por muy mala suerte. Sin embargo por esa raza que...