CAPITULO 21

228 15 6
                                    

——★——

¿Ahora a dónde?

Narra Ana en su mente:

Me despierto sobresaltada de las húmedas literas de madera podrida dónde nos toca dormir, me incorporó  con mi grupo de compañeras; mamá, la señora van pels y mi querida hermana que no se separa de mí desde que entramos a este infierno. Por suerte hemos logrado permanecer juntas, algo que no todas han logrado mantener.

Las nazis entran gritando como es de costumbre, pero ya todas las víctimas estamos en fila ordenadas para esperar ser golpeadas hasta morir por las inhumanas que entran con uniforme cómodos y limpios, con alguna que otra estrella brillante en él, el frío tala mis huesos, paso mis dedos por mis labios y me arden mucho. Los tengo cortados he irritados por las bajas temperatura. Quisiera tener una crema, algún labial que cure y hidrate mis labios, pero aquí no consumimos ni la cantidad suficiente de agua para satisfacer nuestras gargantas secas. Medio vaso de agua a diario no es suficiente para nadie.

—¡Atención todas! —grita la nazi de mayor rango entre las cinco que entraron, es más alta que las demás de cabello rubio y ojos azules tan hermosos cómo el cielo. Pero con una mirada fríamente asesina ¿Cómo puede haber gente tan mala en este mundo? ¿Acaso personas cómo estás sienten satisfacción al hacerle daño a los demás? Solo por ser personas de diferentes razas. A pesar de que no creó mucho en Dios. Sé claramente que él  hizo a un hombre y una mujer llamados Adán y Eva. Ambos eran iguales, solo existía una diferencia entre ellos y era su sexo femenino y masculino. En ninguna parte de la biblia declara que Adán y Eva eran de dos razas diferentes, ellos eran iguales así cómo es considerado todos los humanos que habitan la tierra. Siendo hijos del mismo hombre y la misma mujer seriamos como hermanos todos ¿Y porque ahora existen tantas especies racistas? ¿Porque son perseguidos los judíos, los negros africanos y hasta los homosexuales que no hacen daño a nadie? ¿Por qué? ¿Hay alguna razón específica o lógica que diga porqué le hacen la vida imposible a tantas personas que simplemente se limitan a querer ser felices? Son tantas las preguntas en mi mente que no descifran la injusticia de unos locos alemanes con unas leyes corruptas.

—¡la mitad de esta barraca sera enviada a Wonderwors. Así que vamos a clasificar! —tomo a mamá de la mano y con la otra a mi hermana.

—Seremos separadas...  —susurra Margot temblando de frío —se llevaran a alguna de las cuatro —repite ella, su mirada está perdida en el suelo.

—No digas eso margot —susurro para ellas mientras las nazis han empezado a elegir a unas cuantas chicas jóvenes —permaneceremos juntas igual que siempre.

—¿Que pasará si eligen a alguna de nosotras? —dice mamá un poco asustada como siempre, intento interpretar ser la niña fuerte de siempre que no se rinde nunca.

—Si alguna se va a ese campo. En lo que acabe la guerra nos veremos en Amsterdam, el hogar del que nos sacaron.

—Espero regresemos todos —Opina la señora van pels pero ninguna logra dar alguna respuesta porque una de las nazis llega a nuestra fila para callarnos y arranca a Margot de mí mano. Acto seguido la saca de la barraca a empujones. Mi madre empieza a llorar fingiendo que no lo esta ¿Pero para que fingir? Se han llevado a mi hermana a alguna lugar que no sabemos dónde ni cómo es y quizá al paso que vamos en dónde han muerto millones gaseados a nuestro alrededor quizá no vuelva a ver a mi hermana nunca jamas. mi madre aprieta mi mano más fuerte que nunca.

—¡Tú! —me señala la nazi de alto rango —¡Tú también vas al otro campo! —me golpea con un palo en las piernas para que camine hasta las afueras de la barraca.

ANA FRANK EN LOS CAMPOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora