Capítulo 10- Libertad y la promesa de un baile

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El capítulo era tan largo, que me di cuenta que debía dividirlo, el siguiente que le sigue a este es como el "BOOM" de toda la historia, así que por obvias razones necesitaba separarlo. 

Me he dado cuenta que solo quedan cuatro capítulos y el epílogo. No me vayan a chillar con el final xD

Por siempre suyo...un pequeño Kaos







—¿Te gustaría hablar un momento, pequeña?— Asahi preguntó al momento que buscaba los ojos de su hermana.

Erina desde luego que asintió feliz.

Hace mucho que no miraba a su hermano, que no le escuchaba y compartía con él su tiempo, no necesitaba que él se lo pidiera, le seguiría a cualquier lado sin pedir explicación alguna.

—Hay muchas cosas que aclarar...— el tono de Asahi cambió ligeramente. Erina sabía que ambos tenían asuntos importantes que tratar, cosas que quedaron pendientes.

—No quiero verme como un entrometido...— dijo Soma quien no aguantó las irrefrenables ganas de hablar —, ¿Les importaría si me uno a un paseo con ustedes?

Para sorpresa de Soma, Asahi no le sonrió, se mostró distante con la idea de que le siguiera con su hermana. No es que le molestara en lo absoluto, pero había cosas que requerían privacidad.

—No tiene por qué temer, señor Yukihira— dijo Asahi con una sonrisa desdibujada que Soma entendió como molestia —No me la llevaré a América por si es lo que está pensando.

—No me fio de un completo desconocido— Soma alzó una ceja.—Un burdo americano, que se presenta en mi casa y que suelta sandeces de forma tan natural...

—¿Burdo americano?— la niña de bonitos ojos interrumpió el discurso de Soma. Cuando los dorados le vieron, ella le taladró con su gesto molesto a modo de aprehensión —¿Con qué derecho lo dice usted? ¿Acaso yo también le parezco una persona corriente?

Soma entendió que estaba molesta, pero en su defensa ¿De verdad tenía que fiarse de Asahi?

—Es mi hermano— Erina refunfuñó ante su mirada dudosa ¿Por qué Soma actuaba así?

—Son las palabras de él— Soma contradijo.

—No— ella dijo en tono mordaz —Lea mis labios— le señaló sus perfectos y húmedos labios —Es mi hermano, señor Yukihira.

Soma se tragó cualquier cosa ¿De verdad? Definitivamente Asahi debía significar algo para Erina como si ella estuviese dispuesta a defenderlo con uñas y dientes.

Se sintió un poco tonto por eso, por no confiar en ella. También sabía que estaba actuando como un niño infantil, entremetido en asuntos ajenos que seguramente no le concernían. ¡Dios! Pero es que no podía quedarse tranquilo luego de escuchar que Asahi quiere llevársela de nuevo a América.

A no ser que...¿Erina querrá irse?

Ya le había escuchado antes, en el primer desayuno que compartieron en el balcón. Ella le había dicho que volvería al nuevo mundo, que quería vivir en Carolina del Norte y que no era del todo feliz en Inglaterra. De alguna forma, sin entender por qué, aquello le dejaba un mal sabor de boca.

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