Por siempre suyo...Un pequeño Kaos.
—¿Qué parte de que usted es mi señorita no ha entendido?— Tadokoro dijo a regañadientes, incorporándose en el gran corredor donde había dado por asalto a la señorita Erina y al joven Yukihira —Me sorprendió no encontrarla terminando su desayuno en el balcón— se llevó una mano al pecho mientras calmaba sus latidos por la carrera.
—Perdona, Tadokoro— Erina soltó una risilla, luego miró al chico frente a ella —Pero el joven Soma quiere llevarme a cabalgar.
La azabache miró con una mueca atónita —¿A caballo?
—¿A caso se cabalga de otra manera?— Soma le miró curioso. Tadokoro negó —Será un momento.
Erina sabía que no era una petición moralmente correcta que un joven llevase a una señorita soltera a cabalgar, mucho menos solos, por eso no dejó de lado el instinto intuitivo que estaba teniendo Tadokoro al reflejarlo en sus muecas extrañas.
—Podrás acompañarnos a los establos ¿Cierto?— Erina sugirió a ña azabache, mientras miraba a Soma. No necesitaba ser experta para interpretar aquel largo suspiro que el pelirrojo soltó con desdén ¿En serio quería que salieran solo ellos dos? ¡Que descaro! —Una vuelta rápida— dijo alzando una ceja, Soma encogió los hombros.
—¿Una vuelta hacia dónde?
Esa era una sorpresa que Erina jamás hubiese esperado...
Su tía Leonora estaba literalmente parada frente a ellos, con su semblante serio y sus ojos carmesí tan penetrantes como helados. Se sintió a un peor cuando la sonrisa de blancos dientes de ella se figuró en sus labios, y el corazón de Erina corría de forma acelerada y los dedos de sus manos comenzaron a temblar.
—Cariño, te estuve buscando por todas partes— ella se dirigió a Erina, caminando unos cuantos pasos para luego rodearla en un abrazo. —¿Dónde has estado?
Soma no sabía cómo sentirse al respecto. La respetable, adorada y excéntrica Leonora Nakiri estaba abrazando a la chica de los bonitos ojos violetas. Le conocía, obviamente, pero si ese era el caso ¿Por qué nunca la presentó antes o por qué no la había llevado a todas las reuniones que su madre había organizado?
—¿Se conocen?— él tuvo que intervenir, pues lo vio necesario sabiendo que la señora no tenía las intenciones de soltar a Erina. Notó que la mujer mayor le sonrió, acomodando sus manos en los hombros de Erina y engulléndola a tal punto como si quisiera afirmar que era suya —¿Señora Leonora?— Soma sofocó una sonrisa forzada.
—Es mi sobrina— dijo aquella mujer. Erina tragó duro —Erina Nakiri.
Los ojos de Soma se ensancharon, miraron a Leonora y luego a Erina y así en un movimiento espantosamente rápido, que seguro supuso que Tadokoro también tenía la misma reacción ¿Eran familia? ¿Cómo era posible?
Soma sabía hace poco que Erina había pasado casi toda su vida en Carolina del Norte, pero, si se hospedaba hace ya un año con la señora Leonora ¿Cómo era posible que no la haya presentado adecuadamente a la sociedad londinense? ¿Qué motivo debía tener para no haberla llevado con ella a las reuniones de la alta sociedad?
—¿Sobrina?— esa fue Tadokoro, tal parece que no pudo evitar la curiosidad.
—Así es— respondió Leonora.
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Quiero Tenerte
FanfictionSoma Yukihira es un apuesto hombre dueño de una gran fortuna, hasta ahora no ha mostrado interés alguna en emparejarse y su madre está al borde del colapso por verlo en el altar. No se imagina que su madre programa un fin de semana para que jovenes...