trece;

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Richard llevaba casi cuatro meses residiendo con los Harrison y ya era hora de ver si sus clases habían dado algún fruto. Por fin, la noche del baile de los Plymouth había llegado. Serviría para presentar a Louise hermana en sociedad. También era la ocasión para que George Harrison demostrara a la buena sociedad que se había convertido en una persona distinguida. Richard estaba orgulloso e ilusionado, y sospechaba que aquella noche muchas personas se sorprenderían gratamente con los Harrison.

Por sugerencia de Richard, Louise lucía un vestido blanco adornado con bandas de seda de color rosa pálido. Llevaba una rosa natural del mismo color prendida en la cintura y otra sujeta en el cabello, que se había recogido en lo alto de la cabeza. La muchacha tenía un aspecto natural y elegante, y su figura esbelta y su considerable estatura le daban un aire regio. Aunque George le había regalado muchas joyas, Richard examinó los valiosos diamantes, zafiros y esmeraldas y concluyó que eran demasiado serios y caros para una muchacha soltera. En lugar de ello, seleccionó una hermosa cadena de oro y una perla como colgante.

—Esto es todo lo que necesita —dijo Richard, poniéndole la cadena a Louise—. Sea sencilla y natural, y guárdese las joyas caras para cuando sea un viejo como yo.

Louise miró los reflejos de ambos en el espejo del tocador.

—Lo dice como si ya estuviera decrépito —dijo riéndose—. ¡Y esta noche está hermosísimo!

—Gracias, Lou. —Richard le dio un apretón en el hombro y se volvió para mirar afectuosamente a la madre de los Harrison—. Ya que estamos haciéndonos cumplidos, señora Harrison, debo decir que tiene un aspecto magnifico esta noche.

Louise madre, que llevaba un vestido verde oscuro adornado con cuentas en el cuello y en las mangas, asintió y esbozó una sonrisa tensa. Se notaba a la legua que preferiría estar haciendo mil cosas antes que asistir a un baile.

—No sé si sabré estar a la altura —dijo la hermana de George con nerviosismo, mirándose en el espejo—Estoy hecha un flan. Voy a dar algún terrible paso en falso y todo el mundo lo comentará. Por favor, Lord Richard, dejémoslo por esta noche y volvamos a intentarlo en algún otro momento, cuando lleve más clases.

—A cuantos más bailes, fiestas y veladas asista, más fácil le resultará—respondió Richard con firmeza.

—No me sacará nadie a bailar. Todos saben lo que soy: una bastada. Oh, ¡maldito sea mi hermano por hacerme esto! Esta noche voy a ser la fea del baile. Este vestido me queda fatal. Debería estar pelando patatas en alguna parte, o barriendo alguna calle...

—Está preciosa, Lou —dijo Richard, abrazando a la muchacha mientras seguía mirándose en el espejo con preocupación—y tiene muy buenos modales, y su familia es muy rica. Créame, no será la fea del baile. Y ningún hombre que la vea esta noche pensará que debería estar pelando patatas.

Richard tuvo que emplearse a fondo para persuadir a las dos mujeres de que salieran de la habitación. Al fin, consiguió que bajaran la suntuosa escalera con él. Al observarlas, se enorgulleció especialmente de la aparente serenidad que transmitía Louise, a pesar de que por dentro estuviera hecha un flan.

Harrison las esperaba en el recibidor; el cabello oscuro le resplandecía bajo la abundante luz que proyectaban las arañas de cristal y el techo encofrado de plata. Aunque la combinación de blanco y negro del traje de etiqueta era muy favorecedora, a George Harrison le hacía particular justicia.

Su chaqueta negra, de una severa simplicidad, tenía un corte a la moda, con el cuello bajo, las mangas entalladas y solapas que llegaban casi hasta la cintura. La estrecha corbata blanca y el chaleco blanco almidonado parecían níveos en contraste con su atezado rostro recién afeitado. Desde el cabello, perfectamente peinado, hasta la punta de sus lustrosos zapatos negros de piel, George Harrison parecía todo un caballero. No obstante, tenía un aire gallardo, incluso peligroso. Tal vez fuera el brillo irreverente de sus ojos negros, y su pícara sonrisa.

𝐖𝐡𝐚𝐭 𝐢𝐬 𝐥𝐢𝐟𝐞||𝐒𝐭𝐚𝐫𝐫𝐢𝐬𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora