El principio es el fin y el fin es el principio

01. Camino hacia Hogwarts

❝ Capítulo uno: Camino hacia Hogwarts ❞

_____ no podía con la emoción y preocupación, al ir avanzando los días aumentaba más su inquietud. Si la aceptaran sus compañeros, ¿en qué casa quedaría ?, si pudiera pasar los cursos o si aún peor, la expulsarían por saber muy poco, ya que supuso que todos los de ahí serian magos expertos y ella seria minimizada por recién adentrarse a este nuevo mundo.

Una semana antes del 1 de septiembre, la joven se mostró preparando todo lo que le dijeron que tenía que llevar, por supuesto que empacó su monopolio, no sabía si se podía llevar ya que no le preguntó al empleado por miedo a que este le dijera que no, si, miedo, no habría razón por tener miedo a llevar un simple juego muggle, pero ella no lo sabía ni quería enterarse porque tal vez recibiría una respuesta no deseada. Si, le gustaban mucho los juegos de mesa, aparte del monopolio jugaba al ajedrez, pero no hay que ser prejuicioso, por gustarle esos juegos no significaba que sea un cerebrito.

Cada vez faltaba menos, ya tenía todo listo y estaba revisando que no le faltara nada, una y otra vez, les preguntaba a sus padres recurrentemente sobre si la rechazan allí el ¿qué pasaría ?, a lo que ellos comprensivamente le respondían que no se preocupara y que le caería bien a todos, pero al parecer estas palabras no tranquilizaron a la joven.

Un día antes del 1 de septiembre, para la sorpresa de todos, lucia muy relajada, todas esas preocupaciones al parecer se esfumaron.

Ese último día visitó a sus amigos muggles para poder conversar, pero no, no le contaría nada sobre Hogwarts, los empleados le explicaron claramente de que no podría hablar de esto con alguna persona muggle, ella lo entendió perfectamente y al juntarse con sus amigos, pasando el interrogatorio de la razón de su ausencia, inventó una buena excusa obviando los detalles que tenían que ver con la magia o similar.

Al terminar su pequeña reunión sus padres la recogieron y regresaron a su casa, ella se ducho, se puso el pijama y reviso nuevamente de que no le faltara nada, al terminar con todo eso, un poco ansiosa pero cansada, se dispuso a dormir.

El día siguiente se despertó muy temprano, le invadía mucho la emoción, agarro sus cosas e involuntariamente reviso que no le faltara nada, bajo al salón con todas sus pertenencias, volvió a su habitación, se ducho, cambio y ya lista volvió a bajar. Se dirigió a la cocina, sacó una caja de cereales junto con la leche y se lo sirvió en una taza. Luego de haber consumido su "desayuno" busco algo que hacer, la impaciencia la mataba lentamente.

Unos minutos después bajaron sus padres dándoles los buenos días, ella les respondió de igual manera pero en su voz se notaba el toque de felicidad, la joven le dijo a sus padres que ya había tomado el desayuno y que no se preocuparan por hacerle alguno, su padre se negó rotundamente, conocía tan bien a su hija que sabía que a lo que le llamaba desayuno, entonces, el señor preparó un buen alimento y se lo dio, ______ verdaderamente si tenía hambre pero quería estar lista y no comer demasiado por si le resultaba muy pesado el viaje, su padre le insistió y ella cedió, la joven sabía que si no comía luego se arrepentiría y él hambre poco a poco la mataría.

Al terminar el desayuno se fue a lavar los dientes y en eso sonó un timbre, terminó lo que estaba haciendo y corrió hacia la puerta donde se encontraban sus padres los cuales ya habían atendido, ahí estaba el empleado bajo y un poco regordete, de nombre Horace, el cual los iba a llevar a la estación. Este espero en la sala de estar mientras que los señores se alistaban para luego llevarlos al lugar que _____ ya se imaginaba.

Después de un rato de la llegada de Horace, la joven ______ dispuso a hablarle:

—- señor mago— menciono con un tono de notable felicidad, el llamado la miró y asintió con la cabeza dándole la señal a que prosiguiese — no le pregunté esto antes, pero ¿cuánto durara el viaje?, no es que me moleste estar muchas horas ahí, pero necesito saber si habrá comida para no morirme de hambre — terminó con su toque gracioso. El mago la miró y soltó una pequeña risita amigable, luego de eso respondió: