❝ Capítulo cuatro: conviviendo más con ellos❞
Al día siguiente, sorprendentemente la joven se levantó a las 7:12 am, como era temprano, terminó de preparar lo de la broma, si, toda una odisea para que usara bombas fétidas, las agarró y acomodó entre sus cosas.
Tenía que esperar su horario que probablemente se lo darían en el desayuno, como aún era temprano, creó una lista mental de las cosas que debía realizar en ese tiempo:
07:40 – alistarse
08:00 – tiempo de desayuno
09:00 – ¡lista para asistir a clases!
Al darse cuenta de que tenía un poco más de 30 minutos libres, decidió aprovecharlos para leer el libro de Remus, de nombre "Viaje al centro de la tierra", una obra de Julio Verne, ella se sorprendió, ¡claro que conocía a ese escritor!, sus maravillosos padres, o los "super extraordinarios madre y padre", un apodo que les puso de pequeña, a ellos les gustaba ese escritor, recordó que uno de los libros favoritos de su padre era ese.
De un momento a otro comenzó a maldecir, Julio Verne no era ningún escritor del mundo mágico y ella bien lo sabía, sus historias podrían ser mágicas y llevarte hacia otro mundo, pero el escritor en si no lo era. El caso en este tema era que ellos dos dijeron que se fueron hacia la biblioteca a buscar ese libro, un ¡libro muggle! ¡en una biblioteca mágica!, pensaba golpeándose mentalmente, como ella decía, ¡si vas a mentir al menos hazlo bien!, irónico porque ni su propia frase podía seguir.
Luego de calmarse, dejando de pensar en lo anterior, decidió abrir el libro y comenzar a leerlo, notó que tenía un marcador, dio por hecho de que ahí había dejado Remus su lectura. Como iba a comenzar a leerlo, ya que tenía curiosidad, muy aparte de que fuera Julio Verne, quería descubrir el por qué era uno de los favoritos de su padre; se dispuso a buscar un marcador de páginas, estaba mas que claro que lo usaría para cuando ella concluyera su lectura.
No se dio cuenta que el tiempo pasaba rápido, podría seguir allí leyendo si no hubiera sido por una pelirroja que iba despertando.
— Buenos días — la ojiesmeralda saludo soñolienta — ¿Qué hora es? — preguntó con un bostezo de por medio.
— Lils, buenos días — saludó su amiga con el libro en la mano — son... espera... déjame ver el reloj — esta se puso a buscar su reloj, por ahí debía tenerlo — ¡aquí esta! — exclamó cuando lo encontró — son las 08:40 — habló tranquila sin darse cuenta de un pequeño detalle — ¡Son las 08:40! — gritó al darse cuenta de la hora.
Este par de amigas debía alistarse, como no sabían quién iba primero, se dispusieron a luchar una dura pelea de piedra, papel o tijera.
Ganó _____ y mientras ella se metía a duchar, Lily alistaba todo lo que su amiga había alistado el día anterior.
Después de 10 minutos, salió la joven, limpia y cambiada, rápidamente su amiga pelirroja se metió a duchar, no tardó más que su roomie*, pero eso no cambiaba el hecho de que faltaba muy poco para las 09:00.
La ojiesmeralda, ya lista, se dirigen juntas hacia al Gran Comedor, allí les debían entregar sus horarios.
Sabían que llegarían tarde, un minuto no es suficiente para hacer lo que debían. Cuando estas llegaron al lugar, todos ya iban saliendo, estas buscaban a alguien que las ayudase, alguien conocido o a algún profesor.
Como si por obra de magia fuese, sus amigos, los cuatro, se encontraban cerca, _____ jaló a la pelirroja y ambas se dirigieron hacía allí.
— hola — saludó ______ al llegar allí — ¿saben quién da los horarios?, tuvimos un contratiempo — terminó con un tono de risa.
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El principio es el fin y el fin es el principio
Fanfiction_____ _____, una joven muggle, o eso es lo que creía hasta que cumplió los 11 años, este suceso cambio por completo su vida. Hará unos maravillosos amigos que la acompañaran hasta el resto de sus días, aventuras, bromas, corazones rotos, todo esto l...