Capitulo 2

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La noche había caído rápido allí. Me sentía tan incomoda con toda aquella situación.

Es que no aguantaba.

Me iba a dar un infarto.

Quería tocarlo cuanto antes, mis manos ardían y mi parte estaba tan húmeda que sentía que me quemaba de placer. Uno que aún no había recibido y por lo visto: no había interés en Nelson hacia mi. Pero este sí que iba a provocarlo, con las ganas, jamás me quedaría. Nunca.

Nelson se paseaba de vez en cuanto por la sala y a veces se dirigía a la cocina a buscar malteadas o algo que comer.

Estaba frustrada. Aquella cosa se movía con cada paso que daba, nunca se enderezaba y se veía tan dura, tan hermosa ¡Por el altísimo! Mi piernas tiemblan por ti.

—¡Ey! Te vendría bien una ayuda ¿no?— solté en aquel incómodo silencio, ese silencio que solo mantenía el, pues mi mente gritaba sin parar: Quiero bajarte ese maldito bóxer y ver lo qué hay allí.

—No, mi maestra es muy estricta con eso de tener dos tipos de letras en el cuaderno.— respondió sin tan siquiera mirarme.

Eso me molestó.

—Puedo imitar tus letras.

—No puedes.

—Déjame mostrarte que si.

—Ten.— me extendió el lápiz para comprobar lo que yo decía. Sonreí victoriosa cuando el comprobó que al final; mis letras fueron tan parecidas a las de el. Pero de todos modos no aceptó mi ayuda.

¿Quien se creía? Me Cuestione mentalmente.

—¿Cuando terminas?— pregunté con poca paciencia. Inútil Nerd.

—En una hora, quizás. ¿Por qué?

—Nada, solo quiero ir al supermercado y no me agradaría ir sola.—dije un tanto juguetona.

—Puedo acompañarte, dame unos minutos ¿si?— respondió tan amable que vi multitudes de imágenes perversas ante mis ojos:

Yo lanzándome sobre su cuerpo, abrazándolo, besando todo su cuerpo, aquellos labios que eran tan gruesos. yo encima de él, el debajo y viceversa.

Se dirigió hacia el baño a ducharse y no fui consciente hasta que escuché el agua de la ducha caer, ruth no estaba en casa.

Este es el momento Nico. Pensé y el hecho de solo pensarlo fue una orden a mis piernas.

Me dirigí rápidamente a la ducha, quité el lazo que sostenía mi vestido y este calló, dejándome completamente desnuda allí, le puse seguro a la puerta del baño. La cortina gris claro, mostraba claramente el delgado y perfecto cuerpo de Nelson, podía ver la sombra a través de aquella. Su gran erección formaba una sombra magnífica, él frotaba el jabón por su cabellera que amenazaba con cubrir sus ojos. Mordí mi labio inferior por enésima vez y abrí la cortina.

—¿Qué haces Nico?— dijo intentando cubrir su parte, más no le cabía entre sus manos, era muy grande y la mayor parte estaba a mi vista. Se veía tan fresca.

Parecía un helado de fresa con chocolate. La copa de chocolate y la bola de fresa. ¡Tremenda fresa!

—Disculpa... so-solo intentaba ducharme, no sabía que estabas aquí.— solté fingiendo tartamudeo y nerviosismo, ni siquiera pude retirar mi mirada de su polla.

—¡Por Dios! Sal de aquí, ahora mismo niña.— dijo envolviéndose en su toalla blanca.

A pesar de mi desnudez, no se digno a mirarme más que mi cara y eso me enfadó muchísimo.

Forme una muesca de asco ante aquella escena. Era yo la que debería actuar como él había actuado, no el. ¡Por Alab, iba a matarlo¡

—¿A caso eres gay?

—Vístete.

—Respóndeme. —exigí cruzada de brazos.

—No, no lo soy. ¿Puedes irte?— dijo enfado y sin mirarme.

—No, definitivamente lo eres.— dije saliendo de allí enfada y dirigiéndome a mi habitación.

Después de unos minutos, decidí contactar a mi mejor amiga y contarle su rechazo, debía desahogarlo.

—Es que no lo puedo creer amiga, me ha rechazado, es el primer hombre que lo hace.— le comenté a Ashley, mi mejor amiga.

—Es un maldito Nerd y más que eso; gay, tienes que conquistarlo.—Respondió con decepción.

—¡Es tan perfecto!— añadí embobada.

—¿Como qué perfecto? ¿Estás loca? ¡Te ha rechazado!.— exclamó.

Voltee los ojos ante su expresión.

—Hablo de su pene, no de él.

—¡Rayos!— exclamó con diversión y podía sentir lo caliente que se encontraba. Antes de que preguntara, inicie la descripción.

—Es... tan enorme, es una mezcla de chocolate con fresa, venas, es curvo y muy duro, provocaría el mejor orgasmo amiga ¡El mejor orgasmo!— dije soltando uno que otro suspiros de desespero y calentura.

—Es una completa tortura.—comentó respirando pesadamente.

—Castigo, diría yo.

—Debes quitarle esa idea de la cabeza.

—¿Cuál? ¿La de niña que no soy?

—No, estúpida, o bueno, esa también, pero hablo de la idea de solo estudiar.

—Es un Nerd.

—Tienes una semana y ya van casi dos días.— respondió antes de colgar.

Suspiré y me detuve a pesar en cómo seducirlo.

Es que no se me iba a dar, no con esa actitud de niño estudioso y reservado.

Una semana con el Nerd {+18}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora