La tarde es fría y enseguida me arrepiento de no haber cogido más abrigo.
Nos alejamos de mí casa sin hacer ruido, nos quedamos rezagados detras de unos setos altos, no demasiado lejos.
—No tengo mucho tiempo.
Ni ganas de que sepas la verdad.
Él me mira en silencio, mis ojos, mis labios. Su mirada se detiene en el collar de mi abuela Mey.
Me remuevo en el sitio nerviosa, deseando que diga algo y a la vez queriendo que se quede callado.
—Tienes frío.
No es lo que me esperaba en absoluto.
Se quita la cazadora negra con dos movimientos ágiles y me la pasa por los hombros quedándose en sudadera, a él parece que no le afecta el frío.
Me envuelve una calidez deliciosa y una fragancia amaderada.
—Aylan. —Empiezo, porque no sé qué decir. ¿Le miento, le cuento que soy una bruja?
—Adanae. —Responde, con ese tono juguetón que conozco perfectamente.
El negro de sus ojos es como un pozo sin fondo como un cielo nocturno sin estrellas.
No quiero que sepa lo que soy, no quiero que se aleje de mí.
—¿Qué es lo qué quieres saber?
Es una pregunta estúpida, solo estoy ganando tiempo para pensar en algo creíble.
Él sonríe ligeramente levantando un lado de su boca, como si supiera lo que estoy pensando.
—Quiero saber porque te besé y desapareciste dos días, quiero saber porque te desmayas de repente y sin razón aparente. Y por favor, no me digas que no comes bien.
Me trago una risa que sube por mi garganta, mientras acerco mis manos a mi aliento para enviarles calor.
—Desde que era una niña sufro de desmayos y mareos pero no es algo de lo que preocuparse. No es grave. —Suelto lo que se me ocurre.
Mentirosa.
—¿Y porqué no me lo has contado antes? -Sus cejas se fruncen.
Los árboles a nuestro alrededor gimen por el viento, en mi cabeza crece un zumbido.
Rezo para no desmayarme justo ahora.
—Y respecto a lo primero...
No quiero seguir hablando de eso así que paso al siguiente tema.
Bajo la vista a mis botas negras, deslizando la punta redondeada por la hierba y las hojas
Él coloca un dedo bajo mi mentón, su mirada tiene una sombra de duda de insatisfacción, sabe que le oculto cosas. Pero no puedo hacer nada, no puedo revelar la verdad.
Por una vez en mi vida quiero ir en contra de lo que debo hacer, quiero a Aylan a mi lado y voy a luchar por él
Y para dejar de ver todas esas emociones en sus ojos, todas esas preguntas no formuladas, me pongo de puntillas y apoyo mis labios sobre los suyos.
Mientras le beso sé que todo esto está muy lejos de terminar aquí y posiblemente no tenga un buen final para ninguno de los dos, así que intentaré alargar esta mentira todo lo que me sea posible.
Hasta que el poder dentro de mi me lo permita.
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El Despertar Del Poder
FantasyAdanae acaba de cumplir dieciséis años, lo que significa que ha llegado el momento que toda bruja Cowen teme: El despertar de su poder. Por si eso no fuese suficiente, la llegada de un nuevo vecino al pueblo de Sondville le hará replantearse todo. ...