EunJung tuvo unas horas libres ese día. Así que se dedicó a cumplir lo primero en su lista de prioridades. Intentar regresar a casa.
Y comenzó a pensar.
_¿Habrá alguna contraseña? ¿Hice algo en especial para ser traída aquí?
Cuidadosamente, repasó los acontecimientos.
_Un rayo- Un bombillo imaginario se le encendió encima. Hablando de bombillos, como los extrañaba. Odiaba el horrible calor de las velas- ¡Un rayo! Tengo que venir cuando llueva. Con truenos y relámpagos.
Sólo que... Había un problema.
No estaban en época de lluvias. De hecho, faltaba mucho.
¡Si tenía que pasar todo el invierno allí, se iba a morir! Entre las órdenes de MinHee, los maltratos de la servidumbre, y el acoso del amo, iba a enloquecer.
De repente, encontró que por primera vez en muchos días, no tenía nada que hacer. Así que se dedicó a caminar por aquella pradera, que poco a poco dejaba de ser verde, para tornarse marrón y amarillenta, mientras tarareaba una canción que adoraba. ¡Oh, cómo extrañaba escuchar a sus idols cantar! Incluso a DongJoo... Dong... ¡DongJoo! ¡Podría ir a visitarle ahora!
Intentó correr. Sí, intentó. Quizá le dolían un poco las rodillas... Y las piernas... Tanto por las caídas que se daba al no saber caminar bien con el hanbok*, como por todos los golpes que continuamente recibía, a causa de los “descuidos” y “errores” de la servidumbre.
Los guardias de la puerta le miraron.
_¿Quién eres y qué quieres?- Preguntó uno.
Sí, abajo la formalidad y la educación. Sólo porque no estaba vestida con telas caras, automáticamente pasaba de ser “usted” a ser “tú”. Qué horrible la gente de Joseon.
_Soy... Yoon Eun Jung. Dong... Es decir, el amo DongJoo dijo que podía venir a verle cuando lo deseara.
Los hombres se miraron entre ellos, e hicieron una seña, pidiéndole que esperara. Después de eso, uno de ellos entró a la casa.
Y, luego de unos incómodos minutos en los que se dedicó a mirarle la cara al guardia, salió y le indicó que entrara.
Algunos criados le guiaron al pabellón, donde Hwang Dong Joo la esperaba sentado. ¡Nunca iba a cansarse de decir que se veía genial con ropa tradicional!
_DongJoo- Le sonrió. Su corazón no podía dejar de latir con fuerza cuando veía a aquel hombre. Los criados que estaban cerca la miraron, como si de pronto le hubiese salido un dedo en la cara. ¿Quién era aquella chica que le hablaba de forma informal al amo?
Y por su parte, EunJung pensó que tenía una suerte realmente mala para agradarle a los sirvientes.
_Amo DongJoo...- Se corrigió- ¿Cómo ha estado?
_Mejor guarda ese respeto para tu jefe, somos de la misma edad.La joven asintió, y habló más bajito entonces, cuando se le indicó sentarse frente a él.
_Creo que ya sé lo que puede sacarnos de aquí- Susurró, y Hwang le miró de pronto, con mucho interés- Una tormenta eléctrica... Creo que un... rayo debe caernos encima. Ya sabe... Porque así llegamos aquí. Sería lo más lógico.
DongJoo hizo una mueca.
_Sí, es una posibilidad- Habló- Pero ¿y si no? ¿Y si morimos?
Sí, también había pensado en ello.
Aunque su madre solía decir que, el que no arriesga no gana... Arriesgarse a ser partida en dos por un rayo ya era demasiado.
_He pensado en eso, pero... creo que regresar a casa lo vale. Al menos para mí.
Sí, no tenía nada en contra de cargar baldes todo el día, ser golpeada con una vara y ser el jueguecillo de toda la servidumbre. Pero definitivamente, el aire acondicionado, el internet y la pizza, no eran y jamás serían sustituidos. Por nada.
Aunque ahora que lo pensaba, quizá sólo su vida era horrible. Seguro que DongJoo, siendo alimentado, vestido, y adorado por su propio séquito, no tenía el más mínimo interés en regresar a las horas enteras componiendo canciones, los ataques de fanáticos locos, y el estrés en general que representa en sí, ser constantemente observado y criticado por todo el mundo.
_Debes estarla pasando mal viviendo en aquella casa ¿Por qué no te mudas aquí? Al menos mientras estamos en este extraño lugar.
EunJung podría haberse puesto a gritar y a aplaudir como la fan que era, pero no. Ni siquiera viajar cientos de años al pasado le quitaba la pizca de orgullo que se empecinaba en conservar.
_Es muy generoso que me ofrezcas eso... Yo... ¿Puedes darme un tiempo para pensarlo?
¿Qué había que pensar? ¡Nada! ¡Absolutamente nada! Porque siendo sinceros, ¿Quién lo iba a pensar si tu idol te ofrece vivir en su casa?
Por lo menos necesitaba fingir meditar en ello unos días antes de aceptarlo.
_De acuerdo, puedes venir cuando estés preparada.
DongJoo le dio una de aquellas sonrisas que enamoraban hasta a los peces del estanque.
No pudieron conversar mucho tiempo más, porque ella debía regresar con rapidez a “casa”. Últimamente, siempre estaba apresurada. ¡Ni siquiera en la escuela la cosa era tan agitada!
EunJung llegó a donde el amo cuando estaba cayendo la noche. Y en Joseon no habían exactamente carreteras. Sólo eran calles de tierra, muchas veces rodeadas de árboles. Y los árboles en la noche, daban tanto miedo como la silla con ropa encima en la habitación, cuando apagaba la luz.
_¿Por qué haz llegado a esta hora?- Preguntó MinHee, visiblemente furiosa.
_Yo... Yo estaba... Necesitaba tomar fresco.Y con el fresco que hacía, que congelaba hasta el fuego... Seguro que se lo creía.
_Ve a colocarte ropa limpia- Ordenó, y corrió al cuarto de las prendas de los criados.
Se cambió con rapidez, apartándose el cabello del rostro.
_¿Te crees que sólo por ser la sirvienta del amo puedes llegar a la hora que se te antoje?- Preguntó una de las sirvientas- ¿Quién te crees que eres?
En otra situación le hubiese contestado un simple “¿Qué te importa?”. Pero prefirió guardar silencio.
_Necesito ir a trabajar- Dijo bajito, evadiéndola e intentando salir. Pero la joven le dio un fuerte empujón y una dura bofetada, logrando que tropezara con la tela del largo hanbok, y cayera al suelo.
_¡¿Quién te crees que eres para ignorarme?! ¡Soy mucho mayor!
_Ya está bien, YeongJin, va retrasada a ver al amo- Habló otra sirvienta- Y si se le ocurre abrir la boca va a castigarnos.El par de mujeres le miró unos segundos, y después dio media vuelta.
Estaba congelada en el lugar. Tocó su propio rostro, y después frunció el ceño.
Ahora sí, estaba harta. Ella se levantó, sin importarle estrujar la ropa y caminó con rapidez tras la chica que le había golpeado, sujetando con brusquedad su cabello y tirando de él hacia atrás, sorprendiendo a la otra joven.
_Como me vuelvas a poner tu sucio dedo encima, te juro que voy a aplanar cada piedra del jardín con tu cabeza ¿Me oyes?- Le dijo al oído, amenazante.
_¡Suéltame!Y en cuanto la mano de EunJung dejó en paz el pelo de la mujer, ella, enfadada, le sujetó el cabello también, y comenzó a tirar de él.
Las dos terminaron en el suelo, dándose una buena golpiza.
Sí, porque EunJung no iba a dejar que continuaran molestándola.
Ella era de la filosofía “golpeada, pero jamás vencida”.
Si aquellas mujeres querían jugar a los golpes, ¡Iba a enseñarles cómo se juega!
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.Hanbok: Vestimenta tradicional coreana, cuya tela, barata o cara, denominaba el estatus social de cada persona.
Que se nos emperra la loca, alguien aguántela, capaz que hasta Jungkook salga sin pelos
Seme Cuidan.
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Only My Toy «Jeon Jung Kook»
Fanfiction¿Qué tanto puede horrorizar a una mujer moderna, como lo es Yoon Eun Jung, aparecer de pronto en un palacio de épocas pasadas? Mucho, y es un hecho factible. Pero, como la cosa siempre puede empeorar, ella no es sólo una "plebeya común", con deseos...