Capítulo 27

2K 257 45
                                    

EunJung se congeló en su lugar, mirando al joven atentamente.
Se sintió acorralada, así que se apartó como si él quemara, pero sin llegar a ser demasiado brusca, y se colocó la ropa encima.

_Amo...- Intentó explicar- Son cólicos, cólicos que...
_Los cólicos no se mueven- Le interrumpió él. Y Kook sí que estaba siendo tosco.

Bien, tenía que cedérselo: La había descubierto.

_Lo siento, pensaba decírselo, yo... yo de verdad... de verdad no quería- Entonces, rompió a llorar. Dejaría a Jungkook sacar sus propias conclusiones, aunque estaba segura de que él ya lo había hecho.

El joven amo se quedó mirándola por algo más de diez segundos, y bajó la vista a su estómago. Diez segundos, dicho de esa forma, no es nada. Pero diez segundos de silencio, con él mirándola, lograron ponerle lo suficientemente nerviosa. De por sí estaba llorando y temblando.

_¿Me estás diciendo que estás embarazada?- Preguntó, en un tono ligeramente más alto, sin llegar a gritar.
_Lo estoy, es decir... Hace unos días comencé a sospecharlo, pero JinSook me dijo hoy que tenía el estomago inflamado, deben ser... tres o cuatro meses ya, yo no quería esto, amo- Dijo, y se le acercó, desesperada porque no le diera de lado.

Sin embargo, lo que se temía, sucedió. Jungkook se apartó. Tenía la mandíbula contraída y el ceño fruncido, en una mueca de obvio desacuerdo.

_Perdóneme...- Las lágrimas salían, descontroladas. Y salieron aún con más fluidez cuando vio a Jungkook levantarse y darse la vuelta, saliendo de la habitación.

Entonces sí que dejó que todo el llanto que cargaba, todo lo que había soportado, sus temores, sus inseguridades, sus miedos, se apoderaran de ella, y rompió a llorar aún con más fuerza. Era de esperar. Se sentía una molestia allí. Sentía que estaba arruinando la vida de Jungkook, añadiéndole una carga que obviamente no quería cargar. Y ella tampoco. Ella no quería aquello.

Seriamente comenzó a pensar en una forma de terminar con el asunto, pero también tenía miedo de arrepentirse después.

Su labio tembló, cuando pudo sentir como de nuevo, esa sensación de burbujeo incómoda, que no era otra cosa que los ligeros movimientos del bebé, la abrumaba. No sabía cómo había sido capaz Jeon de sentirlos, porque eran prácticamente imperceptibles.

Ella comenzó a hacerse la idea de que le tocaría cargar toda la responsabilidad, porque quién sabía qué tan drástico podía ser el amo al respecto. Podría sacarla de la casa, obligarla a abortar, incluso... cosas peores.

EunJung sintió miedo. Miedo nítido, en estado puro, burbujeando en sus venas, oprimiendo sus entrañas. Era... era joven. Era demasiado joven para ser madre, y demasiado cobarde para abortar al bebé. Quizá... ¿Darlo en adopción? No, es que... En Seúl, en un futuro, habría un sistema legal medianamente justo, donde podía dejar al bebé en un orfanato, y con suerte, sería adoptado por alguien que lo quisiera. Pero dudaba que hubiesen orfanatos en aquel lugar. Quizá... Quizá comprarían al niño como sirviente, o algo peor. Es decir... Un huérfano en aquellos lares no llevaba pinta de tener calidad de vida.

Todos esos pensamientos se le cruzaron, dejándola cansada y maleable. No menos atormentada, sin embargo.

Sabía que lo correcto era exigirle a Jeon que pusiera de su parte, pero aunque sabía que lo era, sonaba mezquino y desagradable.

Un nuevo y más problemático asunto estaba surgiendo. Ahora, no podría regresar a Seúl. Si un rayo la alcanzaba estando embarazada, en los últimos meses de gestación, o con un bebé ya nacido, estaría abandonando y acabando con una vida. Porque, vamos, ¿Qué madre en su sano juicio permitiría que un rayo electrocutara a su hijo sabiendo que el motivo no era seguro, que sólo era un “por si acaso”, dispuesto a fracasar?

Aquello era su cadena perpetua en aquella época. No podría regresar. No podría ver a sus padres una vez más. No tendría a sus amigos, ni su vida de vuelta. Perdía tantas cosas, y se sentía tan mal al respecto...

No parecía un precio justo, no lo era.

No sabía hacer nada de provecho para ganarse la vida en aquel momento. Al menos, nada que recordara.

Estaba, verdaderamente, perdida. Se levantó, débil, temblorosa, y caminó fuera, dispuesta a volver a su habitación. La silueta alta y fornida del amo de pie a sólo unos metros de la puerta, le hizo dar dos pasos atrás. Luego, siguió su camino, acercándose a Jeon bajito. No quería molestarle, de verdad.

_Amo- Llamó, lo más sumisamente que pudo. Su voz era suave y baja, porque seguía midiendo las reacciones del joven- Déjeme... quedarme hasta el nacimiento.

Fue su única petición. Quizá descarada hasta cierto punto, teniendo en cuenta que Jungkook quizá no había asimilado siquiera el embarazo. Pero seguro que a él no le costaría nada, y que era una forma de resguardarse y a su bebé, al menos hasta que naciera. Le quedaba claro que aquel lugar, era peligroso.

_¿De qué mierda estás hablando?

El tono de voz fue suficiente para lograr que ella se encogiera aún más en el lugar.

_Sólo quiero quedarme en su casa hasta que el bebé nazca, después de eso, no lo molestaré de nuevo. Se lo pido- Rogó, sin entender realmente la idea de que nunca más vería al amor de su vida- Tengo miedo de quedarme sola ahí fuera.

Jeon se dio la vuelta y le dio una mirada que no supo interpretar. Su frente estaba fruncida y su mandíbula firme y rígida. Incluso en aquellos momentos, no podía dejar de apreciar lo perfectamente proporcionado y simétrico que era su rostro. Un rostro que no volvería a ver. Y eso le hizo sentirse aún peor.

_¿Estás insinuando que piensas irte, y llevarte a mi hijo contigo?

La pregunta era fácil de oír, pero difícil de asimilar.

_¿No lo haré?- Preguntó, sólo para estar segura de estar entendiendo correctamente.
_Si te abandonara, no sería diferente a mi padre- Concluyó- Y quiero esto. Quiero esto contigo. ¿Por qué quieres irte entonces?

No es que quisiera, ni siquiera estaba segura del por qué dedujo que tendría que marcharse.

_¿Entonces no voy a irme?- Preguntó por ultima vez.
_No lo harás. Te quedarás aquí, y tendremos un bebé. Juntos.

La ultima frase había calado hondo en ella. “Juntos”. No estaría sola. Tendría a Kook. Y también al hijo de él.

Y entonces, cuando los calientes brazos del amo la acunaron, y cuando una de sus grandes manos bajó a su estómago, supo que todo iba a estar bien.

.
.
.
.
.

DanWalrus es buena, es bondadosa y es una escritora piadosa. Denle amor a DanWalrus y perdonen sus errores si los hay.

Ay, no viene al tema, pero quería enseñarles una foto mía de bebé, porque es una ternura :c

Ay, no viene al tema, pero quería enseñarles una foto mía de bebé, porque es una ternura :c

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me quiero abrazar a mí misma, es raro xD

Seme Cuidan.

Only My Toy «Jeon Jung Kook»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora