Capítulo 8

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Tensión.

Tensión era una palabra justa para describir lo que se sentía en aquel cuarto.

_¿Asistente...? ¿Del amo?- Dijo, mirándole.

Debía tener cuidado, y lo sabía.

Aceptar, iba a generar situaciones incómodas entre el señor Jeon y ella.
Y declinar, iba a generar conflicto, quizá con él mismo, con MinHee, y con toda la casa. Porque, vamos, era obvio que todos allí daban su trasero en una bandeja para ser favorecidos por el amo. Después de todo, ser la compañía de un noble rico en aquel tiempo seguro que era lo mejor de lo mejor.

Pero si de por sí el amo daba miedo, ¿Cómo iba a permanecer cerca de él sabiendo que le rondaba como una hiena?

_Es una... Amable oferta pero... Creo que estoy bien en mi puesto ahora mismo...
_Oh, EunJung, creo que tú no haz entendido. No es una oferta. Ni una pregunta. Tú a partir de ahora, eres la sirvienta del amo.

Sí, momento de comenzar a ponerse nerviosa.

_Señora MinHee, no sé si sea capaz de hacerlo...
_Oh, vamos, sólo necesitas hacer lo que el Señor te diga. Deberías estar saltando de alegría, ya que se te ha otorgado un gran privilegio. No todos tienen la oportunidad de estar cerca de él. Hoy será tu último día haciendo las labores generales de la casa. A partir de mañana, serás dirigida personalmente por el señor Jeon.

Sí, estaba segura de que no todos tenían la oportunidad. Ni el deseo, tampoco.

Y ella se quedó callada. Porque, ¿qué otra cosa iba a decir?

Cuando la mujer dio media vuelta, ella supuso que la conversación estaba terminada.

Estaba bien. Lo que fuera, lo aceptaría.

Ella podía totalmente con ello. O eso esperaba.

Después de formar junto a las demás criadas, recibió las órdenes para realizar los quehaceres del día.

Ir al arrollo a lavar la ropa junto con las demás. Regresar y colgarla a secar.

Por supuesto, ese día, se le ordenó llevar de comer al amo, y sólo en ese momento se dio cuenta de que últimamente sólo escuchaba órdenes de todos.

_Yo en serio necesito regresar a casa- Murmuró, y después entró al cuarto del amo. Él pintaba, o escribía (como fuera) caracteres antiguos sentado en el suelo.

¿En qué año iban a inventar el sofá, o la cama con cuatro patas?

_Su almuerzo, señor- Hizo una reverencia, y se dispuso a salir de allí.
_EunJung- Le habló sin mirarla, sólo escribiendo- He notado que últimamente, tú eres objeto de diversión de toda la casa.

Sí, ella se sonrojó.

Mientras crecía, había aguantado todo tipo de molestos insultos y burlas, como todo el mundo. O al menos el por ciento del mundo “no perfecto”.

Así que ser constantemente molestada por la servidumbre era sencillamente, un listón más al tigre.

_Está bien, señor. Puedo con ello- Le dijo, para evitar que se preocupara- No ha sucedido nada grave conmigo.
_Deberías aprender a defenderte bien, o terminarás mal.
_Sé defenderme. Sencillamente... No lo encuentro necesario.

No. No sabía siquiera dar un golpe. Pero tampoco era importante. Una vez, cuando era pequeña, otra niña la golpeó. Y ella devolvió el golpe. Sólo que, después de ello, sintió un terrible cargo de consciencia, porque odiaba golpear a la gente, aún si era en defensa propia.

_Tienes las rodillas raspadas- Dijo Jeon, como si no fuese obvio.
_¿Cómo lo sabe...?

El traje le cubría totalmente, hasta los pies. ¿Por qué el señor Jeon sabía de sus heridas?

_He visto como te han tirado al suelo hace un rato.

Jungkook parecía un hombre despreocupado e ignorante a los acontecimientos que sucedían alrededor, pero la verdad es que no lo era. Jeon sabía a la perfección que sus criados eran especialmente celosos en su trabajo. Y que podían llegar a ser agresivos entre ellos. Y estaba bien, no solía meterse en asuntos tan faltos de importancia. Pero ahora, era diferente, porque estaban agrediendo a su sirvienta. Y con el enorme sentido de la posesión que cargaba aquel noble, sentía como si estuvieran golpeando su propio brazo, o su pierna. Y estaba muy molesto. Tanto, que no lo demostraba.

¿Cómo se atrevían aquellas insignificantes sirvientas a tocar algo suyo?

_No creí que... Uhm...- EunJung había quedado con la boca abierta. No recordaba haber visto al hombre allí- Sólo olvídelo. Yo estoy bien.

Quizá lo estuviera, sí. Pero a partir de aquel momento, Jungkook se iba a encargar de que todo el que tocara a su sirvienta fuese castigado apropiadamente.

_Deja la comida, y puedes irte- Ordenó.

Y ella casi salió corriendo. JinSook, quien apartaba la nieve de la entrada, le vio.

_¿Estás bien? ¿Te ha hecho algo?- Preguntó la jovencita.
_No, pero esta enojado...
_¿Haz hecho enojar al amo? ¡Oh, por dios!
_No, no he hecho nada... No está molesto conmigo, sino con las sirvientas que viven sobre mí.

JinSook le miró, sin podérselo creer.

_¡EunJung! ¿Te das cuenta? Si los demás se enteran de esto, ¡Van a matarte!

La niña le miraba, asustada.

_Tendré cuidado, lo prometo- Le sonrió, y vieron a SeoHyun entrar a la habitación del amo, después de que él se asomara a la puerta.
_Parece que ella es muy importante aquí dentro, ¿No? Los criados le tratan como si fuese una ama.
_La señorita SeoHyun es muy cercana al señor Jeon. Desde niños, incluso. Los padres de ambos son gente importante en la corte, así que ellos dos crecieron juntos. La gente de aquí suele decir que en el futuro, ella será la esposa del amo, porque, a pesar de que él tiene gran harén para satisfacerlo, la señorita SeoHyun viene aquí todos los meses, sistemáticamente. ¡Y el señor Jeon enfurece cuando no está disponible!

EunJung asintió.

_Ella parece especial. Es la mujer más hermosa que he visto en mi vida. Después de IU y Park Shin Hye, por supuesto- Comentó.
_¿Quienes son esas?

La mayor de los dos se ahorró una larga y quizá inservible explicación. Dudaba mucho que entendiera acerca del K-Pop y los idols coreanos.

Sólo que EunJung no sabía que, a partir de ese instante, la servidumbre iba a ser el menor de sus problemas.

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Admirad el poder de Jeon Jung Kook, el amo buenardo. Digo, viva Cristo Rey.

¿Ustedes también creen que el personaje de JinSook da ternura? Porque yo sí quiero apretarle los cachetes ficticios que solo existen en mi mente xdxd

Seme Cuidan.

Only My Toy «Jeon Jung Kook»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora