Only My Toy «Jeon Jung Kook»

Capítulo 21

A EunJung le temblaron las piernas, para qué mentir. Había pasado un tiempo desde que el amo la tocó, y estaba tan... ansiosa...

Se metió a la tina, y Jungkook se metió después. Él se sentó allí, y sosteniendo los muslos de aquella joven, la atrajo a su cuerpo, sentándola sobre sus muslos, y mirándole el rostro.

_¿Me deseas?- Preguntó, directo al punto. Al ver su silencio, volvió a preguntar, esta vez con la voz más firme- ¿Me deseas?
_¡Lo deseo, amo! Por favor, apresúrese y tómeme, ¡Ya no lo soporto!

Aquella declaración hizo que la sangre en las venas del amo se calentara de sobremanera (Y no precisamente en las venas de sus brazos)

La atrajo, para besarla, y sujetó con fuerza sus pronunciadas caderas, moviéndolas hacia atrás y hacia adelante, creando una dulce fricción, que generaba una desesperación y una necesidad increíble en los dos.

_Por favor- Pidió- Por favor...

Se había convertido en una cualquiera profesional.

En lo que prometió no convertirse.

Pero ahora que estaba segura de lo que hacía, no había nada que la hiciera arrepentirse. Porque siendo sinceros, teniendo a aquel hombre entre sus piernas, ¿quién lo haría?

Estaba sintiendo el pecho duro y agitado de Kook contra su mejilla, porque estaba recostada allí. Estaba esperando cualquier cosa. Cualquiera. Pero no lo que sucedió.

Jungkook inclinó su rostro y le besó la frente, con una dulzura desconocida, hasta aquel momento, para ella.

Le miró, sorprendida, y sujetó sus hombros con fuerza cuando pudo sentir con detalle, como el largo falo se enterraba tortuosamente entre sus piernas. Sintió cada vena, cada centímetro, abriéndose paso dentro, y cerró con fuerza los ojos. Estaba más que acostumbrada a ello, pero la longitud era despampanante.

_Lo siento... por haberte asustado ayer- Dijo, bajito- Estoy abrumado, porque tú... de pronto influyes en mis decisiones, en mis pensamientos... Eso... Es nuevo- Susurró, y la atrajo, para abrazarla.

Por segunda vez, algo totalmente nuevo. A pesar de que estaban en medio de lo que prometía ser una ronda de sexo salvaje, él estaba siendo repentinamente cariñoso.

EunJung, que por fin logró salir del pequeño transe, estiró el cuello, para besarlo, porque lo necesitaba. Y entonces, movió las caderas, montando con gracia y sensualidad el miembro de Jeon, que se mecía plácidamente en su interior.

¿En qué momento aprendió a mover las caderas así? No tenía la menor idea. Pero ¡definitivamente no iba a parar!

El saber que le estaba dando placer a Jeon, la excitaba aún más, dándole la clase de “poder sexual”, que pensó, difícilmente sentiría en el coito. Al menos no con Jungkook.

Montó descaradamente la entrepierna del joven por un buen rato. La resistencia que tenía él era impecable. E increíble, de cierta forma.

Hasta que Jungkook cedió a sus deseos carnales, empotrándola contra el borde de la tina, y follándola duro y tendido como adoraba hacerlo. Ahora tenía el control, como siempre. Saber que aquel frágil cuerpo era suyo, que él había sido el primero y el último en tocarle, le ponía a mil, le retaba a tomarla, a hacerla suya.

_¡Ah, amo!- Gritó EunJung, cuando no logró contenerse ni un minuto más, y llegó, casi sin querer, a un orgasmo violento y liberador, del tipo que drena la energía de cualquiera.

Pero Jungkook no se detuvo entonces. De hecho, no se detuvo en horas. Hasta dejarla maleable y débil.

_No... puedo más...- Susurró, mientras Jungkook la cargaba, de vuelta al cuarto- Necesito... Necesito un momento.