Finalmente, todas las criadas se habían amontonado en el pasillo, y muchas miradas curiosas estaban sobre el par, que continuaba gritando y lanzando golpes.
_¡¿Qué es todo este escándalo?!- Una voz que todas las sirvientas respetaban se escuchó en el pasillo. MinHee estaba furiosa. Muy furiosa. Odiaba cuando la gente olvidaba su lugar y se volvía rebelde.
_¡Esta mujer ha golpeado a YeongJin!- Hablaron las demás, acusándola sin vergüenza alguna.
_Ella me ha golpeado primero, yo sólo estaba defendiéndome- Hablaba EunJung- Estoy cansada de que me...
_¡Insolente!- MinHee había alzado la voz. Y cuando eso sucedía, las demás sabían que era momento de alejarse y guardar silencio, si no querían recibir un buen castigo- Tú, HyeRim, lleva la comida al amo- Le ordenó a una mujer de cabellos castaños- Tú, EunJung, ven conmigo- Dijo, comenzando a caminar, esperando que ella le siguiera.
La muchacha siguió a su superior hasta el patio exterior delantero, le hizo quitarse los zapatos, y subirse el vestido.
Nevaba, y el frío le congelaba y le quemaba los pies.
La mandíbula de la joven de cabellos negros comenzó a temblar después de algunos minutos, y solo entonces, MinHee sacó de su vestimenta una vara delgada y pequeña, pero visiblemente fuerte.
_Eres una vergüenza para la casa del amo Jeon- Dijo, y dio el primer latigazo en la parte trasera de sus piernas, haciéndola saltar- Por eso, serás castigada con cien golpes. Y espero que mientras tanto, reflexiones en lo que haz hecho.
La mujer continuó dando golpes duros y secos en sus piernas, y a veces en sus muslos. El frío provocaba que dolieran y ardieran mil veces más. Las lágrimas abandonaron los ojos cerrados de la muchacha, que soportaba firmemente su injusta reprimenda.
_¡No! ¡No la golpeen!- JinSook corría desesperada a donde MinHee, cuando fue agarrada por uno de los guardias, inmovilizándola.
Y, sólo cuando el golpe número cuarenta y seis fue dado, una gruesa y ronca voz se escuchó en todo el lugar.
_Detente.
El amo Jeon estaba allí, de pie, a unos metros, contemplando el castigo con una mirada neutra. Sin embargo, su tono de voz fuerte no coincidía en absoluto con su expresión facial.
_Amo, ella ha faltado el respeto a...- Intentó explicar MinHee.
_He ordenado que te detengas- Jungkook no era un hombre paciente, y eso era un hecho que toda la casa conocía. No repetía las cosas, así que de inmediato, la ama de las sirvientas detuvo los latigazos.
Sólo entonces, EunJung cayó de rodillas al suelo, sin poder aguantar los calambres en los muslos y las piernas. Se negó a hacer un solo ruido al llorar, porque no quería demostrar su dolor.
Las criadas que habían visto lo sucedido, se reían bajito. Por fin habían logrado su cometido.
Sin embargo, ella no se arrepentía de haberle dado una buena lección a aquella odiosa muchacha.
El amo se acercó, y levantó a la joven en sus brazos, dejando a todos con la boca abierta.
_Castiguen a esa arpía en su lugar- Señaló a la tal YeongJin, que de inmediato dejó de reírse, aterrorizada- Porque ha sido ella la que ha dado inicio a la pelea.
MinHee bajó la cabeza con respeto, y asintió.
_Sí, amo Jeon.
_Y que sea la última vez que esta mujer recibe un castigo como este, ¿queda claro?
El hombre había dicho lo último con fuerza, haciendo a los demás temblar.
_Sí, amo Jeon. YeongJin, ven aquí- Habló la mujer.
Por su parte, EunJung estaba demasiado débil, incluso para reaccionar. Estaba oculta en el pecho del amo, casi inconsciente, ignorando totalmente el escándalo a su alrededor.
El amo Jeon dejó a la muchacha en sus aposentos, y llamó al doctor, para que atendiera sus heridas.
Los criados comenzaron a susurrar cosas entre ellos.
Quizá aquella chica arrogante era más importante de lo que pensaban.
El amo Jeon jamás había interferido para librar a ningún sirviente de su castigo, así como jamás le había temblado la mano para atravesar con una espada a todo aquel que se atreviera a generar peleas en su casa.
Pero parecía lo suficientemente furioso cuando vio que castigaban a aquella joven.
Incluso le cargó a su propia cama, y ordenó que el doctor, que estaba reservado solamente para a él, la atendiera.
JinSook estaba asustada, pero contemplaba con tranquilidad como YeongJin era castigada.
Jungkook, por su parte, guardó silencio mientras la mujer era sanada.
El médico colocó ungüento en sus heridas y las vendó. Le avisó al amo que debía comprar un tónico analgésico para calmar el dolor cuando despertara.
Y la joven durmió toda la noche. Su cuerpo, que había estado rogando por sueño y comodidad por días, por fin halló su descanso.
Despertó tarde, cerca de las diez o las once de la mañana.
Miró alrededor, después de restregarse los ojos.
El lugar en el que estaba no le era del todo desconocido.
¿Qué hacía en la habitación del señor Jeon?
De inmediato, las imágenes de ella siendo golpeada frente a toda la casa inundaron su mente.
_Oh, dios mío, el amo...- Susurró, recordando lo sucedido. Notó que había una pequeña vasija que contenía algo líquido en ella, junto a la cómoda colchoneta. Un papel con algo escrito justo al lado. Sólo que los caracteres eran... Inentendibles. Se estiró y se removió, haciendo una mueca de dolor cuando por fin sintió sus piernas.
Oh, sentía como si algún animal salvaje las hubiera mordido... ¡Genial, ya hasta usaba metáforas de Joseon!
Suspiró, quejándose bajito e intentando ponerse de pie.
Chilló bajito, y después dio algunos pasos hasta la puerta. Tan sólo había asomado la cabeza, cuando vio a JinSook frente a ella.
_Entra, como el amo vea que estás aquí fuera va a enojarse- Dijo.
_¿El amo? ¿No me deja salir?- Preguntó EunJung, sorprendida.
_Dijo que no salieras hasta que él regresara. Y que bebieras el tónico que dejó junto a la cama.
La muchacha asintió. Aún estaba cansada de todas formas.
_¿Y a dónde ha ido el amo?- Preguntó, peinando su cabello hacia atrás.
_Ha ido a pasear al pueblo. Duerme un poco más- Le sonrió JinSook.
EunJung se acurrucó de nuevo entre las sábanas.
Olía a aceites aromáticos. A los aceites aromáticos que siempre usaba Jeon.
En su mente se repetía una y otra vez la imagen.
Él cargándola delante de toda la servidumbre, y ordenando que castigaran a la mujer que le molestó.
Y pensando que era la primera vez que alguien hacía algo así por ella, se quedó dormida, aspirando el aroma de aquel hombre que podía ganarse su miedo y su agradecimiento juntos en menos de un día.
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Disfruté escribiendo esto como pendeja. Espero que ustedes disfruten leyendo también.
Ignoren si hay algún error, DanWalrus es muy vaga para revisar :D
Ámenme, wuuu
Seme Cuidan.
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Only My Toy «Jeon Jung Kook»
Fanfic¿Qué tanto puede horrorizar a una mujer moderna, como lo es Yoon Eun Jung, aparecer de pronto en un palacio de épocas pasadas? Mucho, y es un hecho factible. Pero, como la cosa siempre puede empeorar, ella no es sólo una "plebeya común", con deseos...
