Capítulo 17

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Jungkook estaba en su habitación. Había estado ahí por varios minutos. Él comenzaba a impacientarse, aunque de por sí, no era una persona con mucha paciencia.

Bebió un trago del licor junto a su cama, y se acomodó para esperar a EunJung.

Iba a levantarse, después de que hubieron pasado unos minutos. Ya tenía pensado el duro regaño que le daría.

Pero volvió a su posición inicial cuando escuchó que tocaron la puerta.

_Entra, demoraste más de lo pensado- Dijo, sin mirar a la joven siquiera.
_Amo, ¡Tiene que ayudarle!

JinSook era quien estaba frente a él, y, al escuchar que la voz no era la que esperaba, alzó el rostro. Y volvió a mirar el licor cuando comprobó de quién se trataba.

_¿Qué haces aquí, y dónde está EunJung?- Frunció el ceño, ahora sí, molesto.
_¡Se la han llevado! ¡Se la han llevado unos señores!

Con eso, el amo la miró, de inmediato.

_¿Qué estás diciendo?- Levantó la ceja- ¿Qué quieres decir con que se la han llevado? ¿A dónde?
_¡No tengo idea, mi señor! He visto como la arrastraban fuera de la casa.

Jungkook se puso de pie entonces, y caminó fuera de la habitación.

Miró alrededor, sólo para corroborar que la muchacha no estuviera mintiendo.

_¿Cómo pudo alguien llevársela? ¿Y los guardias de la entrada?- Habló, bastante furioso ya.
_Ellos sólo... Estaban ahí, vieron cómo se la llevaban, pero no los detuvieron. Por favor, traiga de vuelta a EunJung...- Rogó.

Y entonces, Jungkook supo que era hora de que sacara al verdadero demonio que llevaba dentro.

O mejor, de actuar con normalidad.

Porque Jeon era, en sí, peor que un demonio.

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Un balde de agua fue arrojado en el rostro de EunJung, quien estaba ya bastante asustada.

Aquel hombre yacía sentado frente a ella, ordenando a sus sirvientes que la golpearan o la mojaran de vez en cuándo. Con la nieve cayendo, y el agua fría que le echaban encima, estaba casi en hipotermia.

_¿P-Por qué me hace e-esto...?- Habló, mientras tiritaba, y sus dientes rechinaban, porque estaba casi al punto de congelación.
_Perdona que te esté haciendo pagar las consecuencias, pero no hay nadie más- Habló el hombre, con una calma increíble- Pero sé que lo que sea que le haga a Jungkook, no le va a importar, porque es un imbécil. Pero ahora debe estarse comiendo las uñas. ¿Sabes? La voz de que el amo se ha vuelto débil por una plebeya corre por todo el pueblo.

La muchacha, atada de manos y pies, estaba acurrucada en alguna esquina.

_¿Pero... Por qué hace esto...?

Él se levantó. Tenía una espada en la mano, y “jugaba” tranquilamente con ella.

_Oh, porque él es el hermano privilegiado. Hijo de un hombre rico, importante en el gobierno, y una joven delicada, ¡La sobrina del rey! Lo tiene todo. Y yo, soy el pobre exiliado. Aún si mi padre es de sangre noble, mi madre es una simple kisaeng*. Una mancha, ¡Una vergüenza! Qué horror que el honorable señor Jeon Jung Yoon tuviera un hijo bastardo, ¿No? Fue tan horrible que tuvo que mandarlo lejos, a vivir con una familia de campesinos. ¡Y matar a mi madre, también! Porque no podía dejar pruebas- Hablaba el joven, con una gracia inquietante, como si contara algún relato para niños- Jungkook tiene algo que me pertenece. De hecho, tiene todo lo que me pertenece. Puede que no llegue a tenerlo nunca, porque no me será permitido. Pero al menos sabré que ya no está con esa estúpida sonrisa, recostado entre hermosas damas y bebidas caras.

EunJung escuchaba la historia, horrorizada.

La maldad del ser humano era mucha. Pero la de aquella familia, rompía los límites totalmente.

_Yo... Yo... ¿Entonces por qué estoy aquí? ¿Qué... Quiere conmigo?- Hablaba, intentando cubrirse.
_Oh, vamos, ya debes saberlo. Jungkook siempre ha sido intocable, en todos los sentidos. No hay nada que puedas quitarle, porque no le importará, tiene tantas cosas, que literalmente todo es reemplazable. Y ahí entras tú, bonita- Enseñó una sonrisa macabra- Tú eres esa única cosa, que a mi hermano querido le interesa. Y no puede reemplazarte, tampoco. Si pudiese hacerlo, ya lo habría hecho. Jeon tiene reputación de ser un mujeriego. Sin embargo, todo el pueblo sabe que te mantiene con él, y que veló por ti cuando te enfermaste. ¡Felicidades! Haz atrapado al noble más codiciado de todo el país.

El miedo de ella aumentaba más a cada segundo. La voz de aquel hombre le aterraba.

_¿Qué va a hacer conmigo entonces...?

Él sonrió, más abiertamente. Aún más horrible.

_Eso estaba pensando. ¿Cuál de todas las muertes habidas, hará que mi hermano enloquezca?- Se llevó la mano al mentón, pensativo- Puedo ahorcarte... O dejar que te congeles... ¡No, ya sé! ¡Voy a cortar tu cuello, justo como mi padre le hizo a mi madre!- Exclamó, emocionado- Sería genial, ¿No? Un poco simple, hay formas más dolorosas. Pero es justo lo que encaja justo ahora. Las cosas se hacen con elegancia, o no se hacen.

EunJung miraba la locura, la clara locura, en los ojos del joven.

Si la mirada de Jungkook le había dado miedo alguna vez, la de él era diez veces peor. El parecido físico con el amo era mínimo, pero estaba ahí.

_Por favor... Déjeme ir... No hablaré- Pidió, llorando- Tenga piedad...
_Es una lástima que tenga que hacer esto, porque viéndote bien... Eres realmente un belleza. Ahora comprendo a la perfección por qué Jeon cayó por ti. ¿Debería probarte antes de que te despidas?

Acercó la espada a su cuello, con una sonrisa, y se rió en voz alta cuando la vio sollozar.

_Amo, sálveme, por favor...- Susurró, cerrando los ojos con fuerza- Sálveme...
_¡No me creo lo que escuchan mis oídos!- Alzó la voz el muchacho- ¿Llamas a Jungkook? Osea ¿Que no es unilateral? ¡También te gusta ese idiota! Oh, esto se pone cada vez más entretenido- Habló él, y se acercó a EunJung, sujetando uno de sus senos con firmeza, y escuchándola gritar y removerse, asustada.

Siseó, sujetándola más cerca, sin apartar la espada de su cuello.

_No dolerá, lo prometo- Susurró, riéndose.
_A ella no- Dijo una tercera voz, profunda, dura y llena de ira- A ella no le dolerá. Pero a ti sí.

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Kisaeng: Eran jóvenes hermosas, cuidadosamente entrenadas para ser cautivadoras, delicadas y talentosas en el arte de dar placer. Sin embargo, pese a todo lo anteriormente mencionado, su estatus social era bajo a los ojos de la sociedad.

TOUCHÉ, REINAS. Ahora me emocioné.

AYUDA, ESTOY ENAMORADA DE ALGUIEN QUE NO EXISTE :D

Tengo ganas de tatuarme este capítulo en la frente, es que AAAAAA.

BUENO, YA.

Seme Cuidan.

Only My Toy «Jeon Jung Kook»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora