Capítulo 26

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Era oficial.

Yoon Eun Jung estaba embarazada.

Había aprovechado que el amo Jeon había salido a recibir unas visitas, para llamar a JinSook a su habitación, y pedirle que le dijera si su vientre estaba hinchado, viéndolo de perfil.

Ella se habla sorprendido y le había afirmado que, ciertamente, su estómago comenzaba a tomar una forma ovalada, que no era confundible con “algunos kilos de más”, como había dicho EunJung. La piel del abdomen se estaba estirando lentamente, comenzando a tener la figura que debía tomar si de verdad había un bebé desarrollándose dentro.

Había tenido dos o tres pequeñas náuseas, pero no lo suficiente para hacerle vomitar, ni desmayarse, como solía ver en las películas... cuando podía verlas. Mucho drama.

EunJung se había echado a llorar al suelo. Sin remedio. Por mucho que JinSook la abrazara, e intentara tranquilizarla, no tenía caso. Ella estaba perdida. Ahora, el llanto no cesaba, y los sollozos se escuchaban en toda la habitación.

No podía ser posible, no podía estar esperando un bebé de Jungkook.

JinSook estaba preocupada también, aunque no lo demostrara, porque intentaba calmar a su amiga. Ella no conocía la parte “dulce” de Jeon. Sólo la dura y agresiva que mostraba a todos. Por tanto, tenía motivos de sobra para asustarse acerca de su reacción al asunto.

EunJung se limpiaba el rostro. Para cuando él regresara, no podía verla llorar, o comenzaría a hacerse preguntas.

_¿Crees que debería... decirle?- Preguntó ella, bajito- Tengo mucho miedo... ¿Y si no lo acepta? ¿Si se enoja conmigo? Peor aún, ¿Si me deja sola en este lugar?

Jeon era impredecible.

_Deberías tomar un baño- Le dijo JinSook- No deberías dejar que te vea en este estado.

Hizo caso, sí. Porque definitivamente era lo único que podía hacer. Dejó que le preparan el baño, y se hundió en el agua, hasta la mandíbula. Sujetó su vientre con las dos manos. Estaba asustada, y muchas cosas le pasaban por la mente.

¿Le hacía mala persona estar pensando en el bebé como una “cosa”, en lugar de su hijo? Había escuchado decir a muchas mujeres que desde el momento de la gestación, la conexión entre la madre y el niño surge de la nada. Que sencillamente lo quieres, porque es tuyo, porque está creciendo ahí dentro.

Pero EunJung no se sentía de esa forma. Estaba pensando en él como ese “algo” que estaba llegando a complicar su ya de por sí complicadísima vida.

No había conexión ninguna.

Sólo miedo, inseguridad, y quizá un poco de enojo consigo misma, por ser cobarde y no saber cómo enfrentar aquella situación.

Siempre imaginó que su primer bebé nacería en un matrimonio sólido, que viviría con su marido, y que su madre le ayudaría a cuidar de él mientras su esposo trabajaba. Un hogar lindo.

Nunca pensó que sería en “otra dimensión”, lejos de todo lo que conocía, con alguien inestable mentalmente (sin ánimo alguno de ofender. Lo amaba, pero Jungkook, muy estable mentalmente, no era)

Abortar fue una posibilidad. Al menos por unos segundos. Pero la descartó con rapidez. Puede que no deseara tener un bebé, pero tampoco tenía las agallas para decir “no lo quiero, se va fuera”.

Las lágrimas salieron por última vez en la noche, porque estaba decidida a no volver a llorar. Al menos no por el mismo asunto. Sólo dejaría salir ese último llanto que no quería cargar en su pecho. Y luego de eso, se levantó, y se colocó su ropa.

Only My Toy «Jeon Jung Kook»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora