DIA 25 •MUSICA•

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Los fuegos artificiales habían acabado por lo que Rubius y Vegetta se encontraban de camino a la gran isla flotante.

-Ha estado bien- dijo Rubius mientras caminaban hacia el ascensor para subir a la isla.

-La verdad es que ha sido muy bonito- añadió Vegetta.

La pareja entró en la isla y al entrar mes recibió el gato naranja.

Rubius lo cargó en sus brazos y acto seguido ambos subieron a la habitación.

Ya era tarde por lo que decidieron que lo mejor sería ir ya a dormir.

La pareja entró en la habitación y mientras Rubius le daba cariñitos al gato gordo, Vegetta estaba en el armario cambiandose la ropa.

Cuando el pelinegro acabó de cambiarse se dirigió a su pareja la cual se levantó y caminó hacia el armario para cambiarse de ropa.

El gato naranja se fue de la habitación dejando sola a la pareja.

Cuando el rubio acabó de cambiarse caminó hacia donde se encontraba Vegetta con el móvil.

Le abrazó por la espalda y ambos se tumbaron en la cama dispuestos a dormir.

Y consiguieron su propósito puesto que a los pocos minutos cayeron dormidos ambos.

(...)

A la mañana siguiente Vegetta se despertó primero que su pareja como de costumbre por lo que bajó al piso de abajo para hacer el desayuno.

A los pocos minutos escuchó a alguien bajar por las escaleras, pensó que se trataba de Rubius pero no era así puesto que una gata negra bajaba en ese momento por las escaleras.

La gata, la cual por cierto era bastante arisca, se tumbó en el sofá dispuesta a seguir con su onceava siesta del día ¡Y se acababan de despertar!

(...)

Rubius se despertó cuando sintió al frío de no tener a Vegetta a su lado.
Se levantó de la cama y caminó hacia el armario para cambiarse de ropa.

Vió a la gatita gris durmiendo entre la ropa de su novio por lo que decidió no molestarla y cambiarse.

Se puso una sudadera verde clara con unos pantalones negros además de unas zapatillas blancas.

Despues bajó al piso de abajo del cual comenzó a escuchar una melodía.

Bajó las escaleras y caminó hacia la cocina en la cual esperaba encontrar a su pareja. Pero no fue así.

Vegetta no se hayaba en la cocina por lo que decidió seguir de donde procedía la música.

(...)

Vegetta había terminado de hacer el desayuno por lo que se sentó en el sofá pensando en que hacer ahora cuando una idea le llegó a la mente.

-Hace varios años que no toco el piano- susurro para después caminar hacia el salon en el que se encontraba dicho instrumento.

Se sentó en la silla y abrió después de tanto tiempo su libreta de partituras.

El pelinegro recordó los momentos que se pasaba horas junto a aquel instrumento sin separarse de el.

Sus dedos acariciaron las teclas y al elegir una de las canciones colocó la libreta en su lugar.

Sus dedos se movían ágilmente presionando las teclas del instrumento creando una maravillosa melodía. A los pocos segundos cerró los ojos pero no dejó de presionar teclas del instrumento.

Cuando la canción terminó se levantó de la silla pero al girar pudo ver a Rubius apoyado en la puerta del salón.

Perdón por no publicar me quitaron el móvil qwq

Hoy se vienen 3 capítulos estén atentos uwu

°• Rubegetta Month •°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora