°• Rubegetta Month •°

DIA 7 🌛EVIL-VERSE🌜

❗ AVISO ❗

Este capítulo contendrá mal vocabulario por parte de los personajes, si no te sientes cómod@ al escucharles decir groserías te recomiendo que saltes este capítulo puesto que no influye en la historia principal.

Ayla.

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No era un día calmdo en el pueblo de Karmaland, en la mansión de cierto pelinegro se podía escuchar una pelea, lo cual ya era costumbre.

-¿¡Quieres hacer el favor de callarte de una puta vez!?- gritó Vegetta- ¡Yo haré lo que se me de la regalada gana!

-¡No puedes ir por el pueblo como si fueras superior a los demás!- contraatacó Rubius.

-Al menos yo no tengo que formar parte de una asquerosa hermandad para hacer lo que hago.

-Vegetta te aseguro que te voy a reventar la jodida casa como no cierres la puta boca- amenazó Rubius.

-¡Cállense ya los dos!- gritó Luzu el cual se encontraba junto a Auron.

Los cuatro habían quedado para hablar en la isla flotante de Vegetta pero las cosas se habían torcido un poco.

-Luzu llevo dos semanas diciendole que robariamos el banco y ahora resulta que el lo robó ayer- exclamó el peliblanco furioso.

-Yo hago lo que me da la gana cuando me da la gana Rubén, deberías saberlo.

A Rubius de dieron ganas de matarlo ahí mismo pero también sabía que el pelinegro le derrotaria fácilmente en un combate cuerpo a cuerpo.

-Pero piensa en el lado bueno calvo, sois pareja así que lo que el ha robado en parte te pertenece- dijo Auron al que le importaba entre poco y nada la pelea.

-Te agradecería que no me recordarás que estoy saliendo con este imbécil- respondió Rubius enviándole una mirada de odio a Vegetta, el cual se limitó a sonreír.

-Nosotros debemos irnos, tenemos asuntos que atender- dijo Luzu levantandose de donde se encontraba.

Auron se levantó segundose después y ambos salieron de la isla flotante del pelinegro juntos.

Rubius seguía sentado en el sofá sin mirar siquiera a Vegetta.
El de ojos morados se levantó de donde se encontraba.

-¿A donde cojones vas?

-Donde no pueda ver tu asquerosa cara.

Y dicho esto Vegetta salió de la mansión dejando a Rubius solo.
El peliblanco tenía un mal presentimiento sobre a donde se dirigía su pareja por lo que no dudó ni un segundo en caminar a la cocina y coger el cuchillo más afilado que encontró.

Optó por un cuchillo pequeño, no podía utilizar su espada en el pueblo puesto que el nuevo alcalde, el cual era su amigo pelirrojo, había prohibido el uso de armas en el pueblo. Pero todo tenía lógica, si no veían el arma no podrían castigarle por ello.

Caminó siguiendo a su pareja hasta el pueblo en el que Vegetta entró en uno de los bares.
Rubius se sentó fuera y se dedicó a vigilar lo que hacía el pelinegro.

A los pocos minutos Vegetta salió del local junto a una mujer, la chica era rubia y tenía los ojos verdes, vestía un vestido azul muy ajustado. Rubius vió como Vegetta y esa chica se besaban, parecía que lo hiban a hacer en el callejón en el que estaban.

Pero los planes de Vegetta cambiaron cuando alguien apuñaló a la chica por la espalda haciéndola caer en ese mismo instante.
Cuando levantó la mirada del cuerpo de la chica vió a Rubius con la mirada sería.

En pelinegro acorraló a Rubén en la pared a lo que el rubio solo sonrió con malicia.

Sus labios se encontraron en un beso brusco pero necesitado.
Vegetta colocó sus manos en la cintura del más bajo mientras que Rubius subió sus brazos a el cuello del más alto.
Se separaron para respirar después de varios segundos.

-No me vuelvas a intentar engañar gilipollas- dijo Rubius antes de ser callado por otro beso del pelinegro.

-Callate Doblas- y le volvió a besar.

Volvieron a la mansión y no dudaron en hacerlo esa noche.

Finalmente todos sabían que esos dos se amaban, a su manera, pero se amaban.