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DIA 28 •MITOLOGÍA•

Se podría decir que hace 5000 años, en lo que en ese momento era el pueblo de Karmaland, nacieron 5 niños peculiares.

Tenían dones especiales, lo que les hacía diferentes a el resto de personas. Sus dones eran los siguientes:
-Creación
-Invención
-Perfeccion
-Inperfección
-Destrucción

Esos 5 niños, además de sus increíbles dones, también eran inmortales.
Cuando los años pasaban ellos seguían resguardados y ayudando al pueblo que los había traído a la vida.

Pero se percataron de algo, el pueblo era constantemente atacado por monstruos y bestias.

Ellos eran los dioses por lo que eran incapaces de proteger al pueblo que tanto amaban.

Un día Philip, dios de la invención, tuvo una idea la cual necesitaba contarle a su compañero.

-¡Heberon!- exclamó Philip al llegar a la habitación de su hermano.

-¿Que ocurre Philip?- cuestionó el dios de la creación.

-Acabo de tener una idea maravillosa para proteger Karmaland- dijo el chico encantado.

-¿Y cuál es tu idea hermano?- preguntó de nuevo Heberon.

-Hemos de crear heroes- respondió el chico.

-¿Héroes?

-Si, heroes- afirmó Philip- humanos que tengan la capacidad de proteger Karmaland.

-Es una fantástica idea, pero tenemos que preguntar la opinión de los demás.

El dios de la invención se puso feliz al saber que la respuesta de uno de sus hermanos era positiva.

Ambato dioses se dirigieron a la sala de reuniones en la que se encontraron con Celia y César, dioses de la perfección e imperfección.
Eran gemelos que se complementaban mutuamente.

-Hermanos- saludó Heberon.

-¿Que ocurre Heberon?- cuestionó César.

-¿Porque nos citaste aquí?- preguntó Celia.

-Antes de deciroslo necesito saber dónde se encuentra Nara.

-Sabes que a Nara no le gustan ninguna de nuestras ideas para proteger el pueblo- respondió Celia.

Nara era la diosa de la destrucción, Celia era su mejor amiga pero como diosa de la perfección debía proteger el pueblo de los males del mundo.

-Está bien- suspiró Heberon- Philip puedes comenzar.

-He tenido una idea para proteger Karmaland- comenzó a decir el dios de la invención- debemos crear heroes.

Los gemelos le miraban curiosos.

-¿Héroes?- cuestionó César.

-Exacto, heroes- afirmó Philip- humanos que tengan la capacidad de proteger Karmaland.

-¡Es genial!- exclamó Celia.

-Pero para ello necesito de vuestra ayuda- continuó Philip- yo puedo tener la idea pero necesito de vuestras capacidades para crearlos.

-Cuenta con nosotros- dijeron los gemelos al unísono.

-Puedes contar conmigo tambien- añadió Heberon.

Y así se pusieron manos a la obra, crearon a 9 héroes con capacidades increíbles. Tenían tanto defectos como virtudes.

Les nombraron héroes de Karmaland y el día 7 de octubre les mandarían al pueblo.

El grupo de héroes se formaba por:
Vegetta, él fue el primer héroe creado, seguido de Luzu, Alexby, Willy, Fargan, Rubius, Lolito, Mangel y Auron.

Los nueve chicos tenían muchas diferencias en su personalidad pero todos tenían un mismo objetivo, proteger Karmaland.

Pero hubo algo de lo cual los cuatro dioses no se percataron.

Nara, la diosa de la destrucción, había estado observando desde las sombras a sus hermanos crear a los héroes.

Nara era considerada una mala diosa puesto que no le gustaba proteger al pueblo pero una noche, la diosa se adentró en la sala en la que se encontraban las creaciones de sus hermanos.

Era 6 de octubre y los dioses tenían planeado llevar a los héroes al pueblo la mañana del 7.
Por lo que decidió darles a los héroes una pizca de su persona.

Les otorgó un sentimiento que sus hermanos habían olvidado por completo, el amor.

Unió a los héroes con lazos sentimentales inseparables y después regresó a su habitación.

No hay mayor destrucción que el amor. Puesto que el amor puede hacerte feliz o romperte en mil pedazos.