DIA 27 •EMBRIAGUEZ•

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Después de pasar la tarde en el jardín jugando con la nieve comenzó verdaderamente a hacer frío. Por lo que ambos entraron a la casa.

-Vegetta no siento los dedos de los pies- dijo el rubio al entrar a la casa.

-Por eso te dije que no pasarás tanto tiempo enterrado en la nieve.

Rubius hizo un puchero pero siguió a su novio hacia el salón.

Vegetta encendió el fuego por lo que se sentaron en el sofá delante de él abrazados y con la manta morada por encima.

El rubio se encontraba recostado en el pecho de Vegetta mientras que el pelinegro le sugetban por la espalda haciendo que quedaran abrazados.

Los dos se sentían bien de esa forma por lo que a los pocos minutos Rubius se quedó profundamente dormido.

Aún no eran ni las seis de la tarde pero la pareja ya se encontraba completamente dormida en en sofá.

(...)

Vegetta se despertó, para su sorpresa era por la mañana ¿Cuántas horas habían dormido?

No lo sabía pero tampoco le importaba, se levantó del sofá con cuidado de no despertar a el rubio el cual dormía plácidamente encima suya.

Cuando el pelinegro estuvo de pie por fin caminó hacia la cocina, no sin antes tapar más al rubio, preparó el desayuno tanto para el como para Rubius.

(...)

Cuando el rubio despertó había pasado una hora desde que el más alto estaba despierto.

Se levantó del sofá en el que había dormido y caminó hacia la cocina.
Se extrañó al no encontrar a Vegetta ahí por lo que subió a su habitación para ver si se encontraba ahí, tampoco estaba.

Buscó por toda la casa hasta que lo encontró fuera de la murlla leyendo una carta del buzón.

-¿Que pasa Vege?- preguntó Rubius al ver a Vegetta concentrado mientras leía la carta.

-¿Ya sabes que los demás son tontitos verdad?- cuestionó Vegetta a lo que Rubius asintió- Pues quieren hacer una fiesta de navidad en mi casa.

-¡Que bien!- exclamó Rubius.

-Doblas sabes cómo dejan la casa después ¿Verdad?

El rubio asintio pero por su sonrisa traviesa se podía decir que tenía un plan.

-¿Que has pensado?- preguntó Vegetta el cual conocía demasiado bien al menor.

-Ayer estaba en la biblioteca leyendo un libro sobre las cosas que se pueden hacer en el pueblo.

-Te escucho- dijo Vegetta.

-Pues vi una guía que te enseñaba a hacer una cosa para eliminar objetos del inventario de otra persona.

Vegetta se sorprendió ¿Como es que no conocía la existencia de esa cosa?

-¿Como se hace?

-En realidad no es tan complicado- dijo el rubio- posiblemente tengamos todos los materiales en casa.

Vegetta asintió y ambos entraron a la casa de nuevo. Fuera lo que fuera y costra lo que costara Vegetta no iba a dejar que ninguna mina entrará a su casa.

Esa iba a ser la primera fiesta en la que no le explotarán el jardín entero o el huerto.

Será una buena fiesta de Navidad en la casa de Triple 7.

°• Rubegetta Month •°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora