xxvi. under the stars

1.5K 222 29
                                    

1976 ― Sexto Curso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

1976 ― Sexto Curso


― ¡Cuando dije que les diéramos un empujoncito, esto no era a lo que me refería! ― exclamó Selene corriendo y la adrenalina en su cuerpo aumentando. Solo necesitaba un pequeño susto para volverse loca y chillar. La mano de James la jaló hasta una esquina oscura en un lateral de la entrada del colegio, para cubrirle la boca apenas estuvo lo suficientemente cerca. Si tenían suerte, la noche los protegería de la furia de sus amigos.

― Fue asombroso. ― susurró lo más bajo que pudo y al mismo tiempo riendo.

― ¡Pudieron haber muerto! ― balbuceó, pero cualquier ruido que saliera sería amortiguado por la palma del azabache, sin embargo, él entendió cada palabra y aun así no parecía preocupado en lo más mínimo.

James Fleamont Potter era un idiota de primeras, y el ser más impredecible que alguien podría conocer. Un día podía ser muy sensible, amable y cariñoso, y al otro hacerte una broma masiva que te dejaría con secuelas por años. Eso sí, todo lo hacía en grande, por lo que decidir no empezar con Sirius y Remus para darles su espacio era algo que debía valorarse. Así que cuando escucho a la chica que le gustaba decir "empujoncito" se puso manos a la obra, citó a los individuos con los que trabajarían por ese fin de semana y ni a su compañera le comentó que se traía entre manos.

Se encontraron los cuatro a medianoche, todos siendo muy puntuales para evitarse el castigo y salieron a los terrenos del colegio sin nada más que decir.

― ¿Qué vamos a hacer? ― había preguntado Alice aún con la ropa delgada que había llevado desde la mañana, para disfrutar del soleado día sin preocupaciones.

― Tengo algo que mostrarles. ― respondió el chico sin ninguna expresión en el rostro.

Caminaron y caminaron por unos largos y silenciosos minutos, hasta que la brisa comenzaba a calarles los huesos. Se detuvieron en el muelle, donde el inmóvil lago reflejaba las estrellas y la silueta del bosque tan perfectamente como una pintura no inventada. Era hermoso.

James no explicó nada, solo se sentaron a charlar de cualquier cosa. Allí, sin tanta gente ni la preocupación de sus responsabilidades comunes, Alice y Frank parecían mucho más cómodos con la presencia del otro, incluso él se había quitado la chaqueta, quedando solo en camisa. Algún experto incluso lo llamaría una cita real, pero eso solo arruinaría el momento y los espantaría a ambos. Claramente, ya que nunca tenían conversaciones normales y no se conocían tan profundamente, la idea de llegar a convertirse en una pareja los asustaba. Pasaron alrededor de una hora allí, hablando de todo y absolutamente nada. Los cupidos se miraron entre ellos con las cejas alzadas, un empujoncito, exactamente frente a ellos.

𝚂𝙲𝙰𝚁𝚂 ― james potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora