La interceptó apenas entró en la habitación, le había ganado gracias al pasadizo secreto que Simba le enseñó. No aguardó a nada para pegar su cuerpo al suyo, ella robó el espacio de su boca como una desamparada, le estallaron los sentidos en consecuencia y lo llevaron de regreso a la tierra de los mitos, al Olimpo, al medioevo o al inicio de los gérmenes brotando. Fue un Big Bang en sus labios naturalmente rojizos, ardientes y dulces como una fruta afrodisiaca, la leona despegó el contacto para rodearle el cuello en un abrazo necesitado mientras lo empujaba rumbo a la cama.
Gavriel rió cuando en algún momento en el trayecto entre la puerta y el colchón, la reina básicamente le arrancó la camisa que traía puesta.
Se ocultaron tras el dosel y su peso hundió el colchón, el perfume de Maleon lo noqueó por completo. No sabía si era por la carrera que se habían montado o por lo animal que ella se veía ahora, pero estaba tan emocionado que su corazón explotaba, reconstruía y luchaba por no perderse un segundo de la diosa felina que se movía sobre él con un ronroneo contra su boca.
—¿Cuándo te enamoraste de mí? —preguntó ella sosteniéndole el rostro con ambas manos.
La sonrisa que llevaba esa mujer era un pecado, sus colmillos sobresalían de sus labios húmedos y en conjunto con sus ojos brillantes de lagos llameantes, te volaba el puñetero cerebro porque nada era más hermoso que tenerla sin secretos y mascaras entre los dos. Simplemente siendo la versión más real de ambos.
Gavriel acarició la línea de su barbilla con su dedo, ascendiendo hasta su mejilla y se levantó lo suficiente para quedar a centímetros de su rostro.
—Me gustaste desde el momento en que te vi, realmente fue un instante tan inflexible que me dejó pensando en ti por días. Pero si hablas de enamorarse, creo que fue cuándo Hailey tuvo un accidente ¿Te acuerdas?
Maleon frunció el ceño dolida.
—No —murmuró.
El humano sintió pena, por sus recuerdos y por los dos. Por ella que tanto sufría al olvidar. Juntó sus frentes, apenas rozando su boca con un beso casto y fugaz.
—En medio de la noche me llamaron para avisarme que Hailey se había quemado el estómago mientras se preparaba una tetera para un maldito té, me puse histérico y salí corriendo. Entonces me mandaste al diablo por cruzar la calle sin mirar cuando corrí fuera del hotel en el que estábamos, luego de eso me acompañaste al hospital en un taxi y te quedaste más de dos horas en la sala de espera hasta que pude verla. Te mantuviste en control y me ayudaste a mí a no ponerme aún más nervioso. Hablamos mucho. Fue la primera vez que le conté a alguien de mi familia y entonces... solo me atrapaste. Me di cuenta de que me había enamorado.
—Me gustaría recordarlo. —Rió divertida—. Me cuesta visualizarme tan calmada, aunque dijiste que te mande al diablo... eso si suena como yo.
—Ojalá recordaras como insultaste al pobre taxista por pasarse una luz roja. Un camionero es más educado.
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Beso de Ceniza
Fantasy《Libro 1 de la Saga "Criaturas Mitologicas"》 Desde el inicio de los tiempos, se desarrolla una guerra entre criaturas mitológicas que es mediada por el Consejo de Antiguos. Maleon, una de las criaturas más viejas de las que aún pueblan la tierra y m...