—¡Hey, ya suéltenme! ¡Puedo caminar solo!
No le hicieron caso, lo empujaron directo a una de las habitaciones más cercanas y allí las ninfas que tanto se había habituado a ver sonreír lo recibieron con rostros sombríos. Gavriel trató de avanzar por su cuenta, pero los soldados no se cansaban de arrastrarlo con cada paso que daba. Alguien lo pateó detrás de la rodilla y él le dio un puñetazo. Lo metieron a la fuerza al baño para ducharse y luego de eso le hicieron cambiarse de ropa, las tristes ninfas lo ayudaron a vestirse con el uniforme obligatorio de las servidumbres élficas que consistía en un traje frac de horrible verde brillante. También le hicieron dibujos bajo uno de sus ojos. Inmensa fue su sorpresa cuando esa rara pintura negra que usaron para hacerlas le quemó la piel.
—Son runas élficas, nunca las podrás borrar. Para que lo sepas usualmente dicen "siervo". Por pedido de la reina Hera, en tu caso dicen "juguete" —dijo uno de los guardias riéndose de su queja—¿Eso eres tú, humano? ¿Un juguete para la satisfacción de las hembras?
Gavriel tocó con los dedos los símbolos desconocidos con la furia burbujeando. Apretó los dientes histérico. Se sintió humillado, eso era lo que la malnacida dragona quería y deseó poder romperlo todo por ello. La ninfa que le había dibujado las runas le tomó la mano, vio la culpa en ella y le acarició el pulgar para consolarla un poco. Respiró hondo, necesitaba calmarse, no podía dejarlos ganar al hacerlo rabiar.
Los guardias siguieron hablando a sus espaldas:
—Amante de la bestia, esa si es un animal literalmente. ¿Qué demonios era? ¿Mitad perro o gato?
—No sé, yo no la tocaría. Mira si tiene rabia.
Rieron alto.
—No seas ridículo, seguro que la bestia es un manjar en la cama, lo que yo daría por tocarla una vez... seguro la dejaría sin aire.
Pues. Al. Demonio. La. Calma. Gavriel cogió un jarrón para lanzárselos con todo y flores amarillas. El condenado guardia que había hablado de Maleon lascivamente agachó la cabeza en el momento justo para esquivar el objeto que acabó por estrellarse contra la pared.
—¿A quién quieres tener en tu cama? No te escuché —gritó el humano con una vena en la frente a nada de explotar.
—A esa puta que te marcó ¿Algún problema?
—Te voy a partir la cara, ese es el jodido problema —contestó acercándose al otro hombre.
—Oh, muéstrame insecto. No durarás ni dos minutos.
Estaban a diez centímetros cuando la puerta de la habitación se abrió, Hera alzó una ceja desafiante al ver a los soldados tan alterados e hizo una mueca de desagrado. Todos ellos adoptaron posiciones firmes como estatuas delante de su proclamada y sádica gobernante.
—Si alguno se ustedes lo lástima mis planes se estropearan y si mis planes no salen como quiero, los sentenciare a una ejecución en la guillotina que tengo en mi palacio. Espero que quede muy claro.
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Beso de Ceniza
Fantasy《Libro 1 de la Saga "Criaturas Mitologicas"》 Desde el inicio de los tiempos, se desarrolla una guerra entre criaturas mitológicas que es mediada por el Consejo de Antiguos. Maleon, una de las criaturas más viejas de las que aún pueblan la tierra y m...