Capítulo 2

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Gavriel se puso sus vaqueros con las rodillas rasgadas y su camiseta negra de Grateful Dead, usualmente para las "citas" con sus demás clientas vestiría más elegante, aunque esta clienta en particular insistía en que llevara los "trapos" que él ha...

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Gavriel se puso sus vaqueros con las rodillas rasgadas y su camiseta negra de Grateful Dead, usualmente para las "citas" con sus demás clientas vestiría más elegante, aunque esta clienta en particular insistía en que llevara los "trapos" que él habitualmente usaba, a pesar de que los odiaba como un gato al agua. Sin embargo, ella tampoco podía afamar de vestirse como la Reina de Inglaterra en sus encuentros que por costumbre solían ser dos o tres veces al mes, siempre dando la nota de una mujer poco usual.

Aunque nada era usual con Maleon.

Ella sin duda convergía la definición de enigma con todas las letras. Había sido una de sus primeras clientas y de entre todas por lejos la más exigente, no obstante, sus demandas adjudicaban a un único aspecto... estar allí. Por más extraño que sonara, en los ocho meses que llevaban conociéndose nunca se había acostado con ella y tampoco la había tocado de forma lasciva. Sus encuentros consistían en exactamente eso, estar allí hasta que cuando despertaba en la mañana sólo en la habitación de motel, la única señal de la presencia de la mujer era un fajo de billetes sobre la mesa de noche. Tal vez había perdido a alguien importante y lo usaba para reemplazarlo, le avergonzaba demasiado la situación o simplemente estaba loca. Le gustaba no tener que fingir como lo haría con sus otras clientas, podía evitarse los cuentos de hadas excesivos y las conversaciones acarameladas falsas.

Maleon no quería una historia ficticia ni una copia de una novela romántica. Cuando hablaban eran ellos mismos y ese era el fin, había cierta amistad entre ambos que lo inquietaba, pero allí quedaba todo. Tendría que aprovechar la ocasión para decirle que no podrían encontrarse otra vez, cierta desazón introdujo los dedos en su mente.

Ya iba retrasada por una hora. Cansado de esperar se estiró en una de las dos camas de matrimonio, Maleon jamás dormía con él. Ella pagaba una noche en un hotel cualquiera y solo le mandaba la dirección, debería de alegrarse de obtener dinero fácil sin tener que hacer nada, pero la pregunta continuaba pendiendo en el espacio vacío.

¿Para qué le pegaba entonces? ¿Qué necesitaba de él? ¿Por qué lo molestaba tanto pensar que ya no tendría respuesta?

Se pasó las manos por la cara, hoy todo giraba en torno a esas preguntas y quiso centrarse en otra cosa para quitárselas de la cabeza así que se centró en su alrededor.

Las sábanas de la cama combinaban con las paredes crema, las almohadas tenían un estampado de manchas acuarelas azules y negras. Las lámparas sobre las mesitas de noche eran doradas, las decoraciones se reducían a un raro adorno de tela tintada de azul oscuro sobre la cama, varios jarrones de distintos tamaños y formas, y un gran espejo de cuerpo entero en una pared. Una ventana enorme que daba a la calle. Además de la televisión frente a las dos camas... genial estaba tan aburrido que analizaba la habitación de un hotel.

Resignándose un poco, llamó a Darcy para saber de los niños y la mujer le dijo que Luke dormía mientras Lily miraba entretenida con ella "Orgullo y prejuicio".

Beso de CenizaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora