¿Estoy soñando?
Debo de estarlo. Lo que acabo de ver no puede ser real.
Freddie nunca se convirtió en un lobo, solo existe una sola Lua y no clones de ella, Aitan no puede golpear cosas tan fácilmente, Poul no estaba haciendo el agua volar y Jess, bueno ella no hacía nada extraño.
Mi espalda me duele y mis párpados me pesan.
Escucho murmullos a mi alrededor y siento muchas rocas pequeñas debajo mío.
Abro poco a poco los ojos y me encuentro en la cueva, a un lado están todos murmurando y de espaldas a mí.
-¿Qué pasó? -susurro y me toco la cabeza mientras me incorporo y me apoyo en un codo.
Todos voltean a verme y están con la boca abierta.
-Te desmayaste -me dice Jess.
-¿Hace cuánto?
-No lo sé -se encoje de hombros- media hora creo.
Me río por lo bajo y me siento.
-Tuve un sueño super extraño, ni yo me lo creo.
-Jol -me dice Aitan.
-No, no -lo paro- escucha, es súper gracioso saben, era de que todos ustedes hacían cosas extrañas como, ser animales o hacer muchas versiones de ustedes y eso. -muevo la cabeza de un lado a otro mientras me río.
-Jolie -me llama Poul y me dejo de reí, lo miro- no fue un sueño.
-¿Qué? ¿Es broma no? -me levanto del suelo.
-No lo es -escucho que alguien dice, pero no logro descifrar quien.
Mi mente está en blanco, blanco total.
Okey, ¿tienen poderes estos o que pasó?
-Sí Jol, tenemos poderes. -responde Lua.
¡¿Pero qué?! ¿me leyó la mente?
-Sí, eso también lo puedo hacer.
-Okey me estas asustando -la señalo- todos me están asustando en este maldito momento.
-Jolie -me llama Poul- te vamos a contar absolutamente todo, ¿okey?
-¿Qué todo? -empiezo a respirar acelerado y trato de calmarme. Lo último que quiero es un ataque ahora mismo.
-Todo, el porqué de nuestros poderes, el porqué estás aquí -me toma las manos- solo debes tener la mente abierta y tienes que estar dispuesta a escucharnos y entender todo porque es muy complicado y no debes decirle a nadie.
Asiento con miedo y suspira.
-Vamos -dice mientras jala de mi mano.
Todos nos siguen detrás y pasamos por una entrada pequeña, la misma de la otra vez, y llegamos hasta un cuarto con un sofá y una pequeña mesa al frente con una silla del mismo material.
-Siéntate. -Poul señala la silla y le hago caso.
Jess y Lua se sientan a extremos del sillón y al medio se ponen Aitan, Freddie y Poul se sienta al frente mío.
-Okey -empieza Poul- todo comenzó hace exactamente dieciocho años.
Y empezó a contarme todo, cada detalle, todo lo que dijo no lo creía real, parecía una broma. Una broma que se oía tan real.
Lo que me contó fue que, hace dieciocho años, en dos mil uno, el doctor Phishman era nada más y nada menos que un simple estudiante de química y física que lo expulsaron de la universidad cuando tenía diecinueve años por haber causado la muerte de cinco de sus compañeros. Los había convertido en unas ratas y las había matado como si fueran cualquier cosa y luego se los comió.
Lo llevaron a un hospital psiquiátrico unos meses, pero mostró que había mejorado y lo dejaron libre. Gran error.
Él mismo construyó un laboratorio debajo de su casa y experimentaba con todo tipo de ser vivos, desde la más pequeña planta, hasta con su propia madre, quien falleció por culpa de un químico que le inyecto Phishman para que nunca se enferme y tenga salud eterna.
No quiso hacer más experimentos por unos meses, hasta que una vecina que tenía, le contó lo mucho que deseaba tener un hijo, pero era infértil y nunca lo podría conseguir. Entonces Phishman volvió a la locura.
Le dijo que podía darle un hijo, a cambio de que dejara que experimente con él. La madre sin pensarlo acepto. Ese hijo que iba a nacer era Poul. Cuando experimentaban con él por medio de la panza de su madre, los químicos le trasmitieron cáncer y años después falleció. Poul fue a un orfanato y descubrió que tenía poderes, lo trajeron al hospital que construyó Phishman para que todos los niños con los que él experimentó vengan aquí.
-Entonces, ¿también experimentó conmigo? -pregunto y él asiente- No lo puedo creer.
-Todos somos un experimento de ese lunático -dice Lua- solo que nosotros lo sabemos desde que nuestros padres nos trajeron a la fuerza cuando teníamos ocho o nueve años y a ti te trajeron haciéndote creer que estabas enferma del corazón.
-Pero sí lo estoy, antes yo sufría ataques y por eso me trajeron.
-Esos ataques son señales de que en cualquier momento tus poderes saldrán a la luz -me informa Freddie- a algunos les da después o a otros les da otro tipo de síntomas. Los medicamentos que dan aquí, también ayudan a que tus poderes vengan más rápido.
-Pero me siento mejor -digo y Poul menea la cabeza.
-Eso te hacen creer, pero en realidad solo alimentas tu alma de drogas y químicos que activan lo que está oculto ahí dentro.
Empiezo a dar círculos por todo el lugar tocándome la cabeza.
-Dios esto no puede ser real -susurro- ¡No lo puede ser!
-Te dije que tengas la mente abierta, Jol. -Poul me acaricia la espalda y me enderezo todo lo que puedo.
-¿Qué piensan hacer?
-¿Cómo? -pregunta Jess
-Ya saben, vengarse o algo, no lo sé atacar al lunático de Phishman.
-Pues la verdad es que sí -asiente Lua y todos la miran- ¿Qué? Ella preguntó, además nos debe ayudar con esto.
-Ah no hermana, eso sí que no -río- yo ni siquiera sé cuáles son mis poderes.
-Pero puedes ayudar de otra manera -dice Jess- mira, yo tengo precognición, ósea sé lo que va a pasar en un futuro y en mis visiones tú estás con nosotros ayudándonos.
-¿Cómo sé que no mientes?
-Yo nunca miento Jolie -me sonríe de cierta manera que me da miedo, es una sonrisa parecida a la de Alison de la serie Pretty Little Lies.
-Okey -digo- los voy a ayudar, pero quiero que me digan que vamos a hacer y si está todo fríamente calculado porque no quiero imprevistos ni nada.
-Sabemos todo lo que hay que hacer, -Lua me toca el hombro- tú tranquila.
Y me contaron el plan, uno bueno, muy bueno, nada podía salir mal de eso. Al menos eso espero.
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Secretos Ocultos
RandomUn día eres una adolescente normal, disfrutando de la vida y estando con las personas que más amas. Al segundo, te internan en el hospital. Mi vida dio un giro de 360 grados, me sentía sola, hasta que los conocí a ellos. Las únicas personas en quien...